X

120 14 9
                                    

Tres días después, el rubio se encontraba en el hermoso jardín de aquel castillo, preparando todo en la espera del precioso castaño que lo traía tan mal.

--- Príncipe Lucían. -- se acercó un joven. --- El Príncipe Rodrigo está acá.

El rubio se levantó de su asiento feliz.

--- Gracias Jay. -- el chico hizo una reverencia y procedió a salir con el rubio detrás.

Camino hacía adentro del castillo, caminando por el pasillo hasta llegar a la sala principal. Observó feliz aquel lindo castaño admirando todo al rededor de la sala maravillado.

--- Rodri... -- se acercó feliz al ojiverde y este volteó a verlo en cuanto escuchó llamarlo.

Tomó por la cintura al bajito y este sonrió abrazándolo por los hombros.

--- Lucí. -- dejó que el chico le diera un beso en sus labios. --- Este lugar es precioso, la estética es fantástica, se siente como en un cuento de hadas.

Observó al techo viendo el lindo diseño que tenía.

El rubio soltó una risita al verlo encantado y aprovechó para dejar un beso en el cuello del castaño. Este soltó una risa por el escalofrío

--- Sí madre escucha esto, inmediatamente te va adorar, lindo. -- le dijo y el castaño le observó de nuevo. --- ¿Tratas de ganarte a mi familia?

El ojiverde ladeo su cabeza.

--- Claro... -- El rubio sonrió y besó de nuevo esa sonrisa coqueta que tanto le gustaba.

--- Déjame decirte que podés con solo sonreír. -- el castaño se sonrojó. --- Vamos precioso, antes de que se anochezca.

Tomados de la mano, ambos empezaron a caminar por el pasillo. El ojiverde no podía parar de asombrarse por la decoración que había en todos los rincones, realmente se sentía como un cuento de hadas.

--- ¿Qué haremos? -- preguntó curioso cuando el rubio lo llevó hasta la entrada al jardín.

El alto le observó.

--- Me enteré hace un tiempo, lo mucho que te gusta el arte... -- empezó diciendo y lo llevo cerca de donde estaba todo acomodado. --- Así que pensé, ¿que tal una cita pintando?

Su corazón empezó a latir con fuerza al ver como el bajito estaba iluminandose. ¿Era su imaginación? No importaba, se veía radiante con algo que él organizó con esfuerzo y se sentía satisfecho.

--- ¿Pintaremos? -- preguntó muy emocionado y el rubio asintió. --- ¡Muchas gracias Lucí! -- se abalanzó sobre él en un abrazo y este lo recibió feliz. --- Tenía muchas ganas de hacer esto con alguien, pero nadie quería conmigo. -- dijo un poco desilusionado.

El alto apretó su mejilla suavemente.

--- Pues acá estoy yo cielo, podés pedirme lo que sea y yo estaré dispuesto a cumplirtelo. -- el ojiverde con sus mejillas rositas, se puso de puntillas y tomó el rostro del chico entre sus manos para besarlo en forma de agradecimiento.

El chico estaba más que feliz por su reacción y apretando el cuerpo del chico contra el suyo, correspondió al lindo beso que el mayor estaba otorgándole.

Se separaron con sus mejillas rosas.

--- Muchas gracias enserió. -- beso el pecho del chico. --- Sos tan lindo conmigo...

--- Es porque me gustas mucho... -- Le sonrió. --- Pero no sigamos por ahora, empecemos antes de que se nos haga tarde.

El chico asintió, dejó que el rubio le ayudara a subir a la silla un poco alta.

Sutileza. [Rodrivan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora