Sutileza. [Rodrivan]

VII

Por alguna razón sus recuerdos viajaron al pasado.

Cuando estaba de intercambio, dos semanas después de cortar toda conexión con el pelinegro, le llegó un mensaje y por curiosidad solo entró. Ese fue uno de sus errores y el último que cometió respecto a Ivan.

No decía nada importante, solo eran dos fotos. Que lo que mostraba le hizo añicos su corazón.

En las fotos salía Ivan desnudo y durmiendo plácidamente en una cama, mientras era abrazado por la pelirroja que arruino su relación también desnuda sonriendo a la cámara.

"Al final me eligió a mi, por encima de usted príncipe, gracias por dejarme libre el paso. ;)"

Paso una semana llorando, yendo a clases con sus ojos hinchados y rojos, con sus ojeras más pronunciadas, casi como un zombie. Rompió y botó cosas cada que lo recordaba, tratando de liberar el enojo acumulado que había en su corazón. Tomaba y salía en cada oportunidad, importandole una mierda su estatus social, sus responsabilidades y que todos ahí lo vieran de la peor manera.

Así paso un tiempo hasta que su compañero de cuarto y nuevo amigo, se cansó de verlo así y le ayudo a salir de esa inestabilidad de emociones que tenía en cada momento. Todo por un jodido rompimiento.

Era un camino algo largo que recorrió, pero su amigo y su familia estuvieron ahí para apoyarlo y se los agradecía ahora.

Se reía de su patético ser de ese entonces y muy en el fondo le agradecía la sinceridad e inmadurez que le regalo el pelinegro ese día, de no ser por él, no sería la persona que es ahora, una llena de seguridad y atrevimiento, con un autoestima irrompible y siendo libre en pensamiento.

Fue así que se juro a sí mismo, ponerse primero antes que otros y no quitarse el valor que tanto le costó pulir.

Aunque ahora, estaba siendo atormentado de nuevo, dándole leves dolores de cabeza y siendo obligado a convivir con él.

--- ¡Rodri! -- su hermana le grito en la cara.

Y el la miró asustado casi con el maldito corazón en la mano y mientras la chica estaba viéndole enojada.

--- ¡Hija de puta! -- le grito de vuelta. --- ¿Qué mierda te pasa Elena? -- el castaño se levantó de su cama tratando de regular su respiración y los latidos de su corazón.

--- ¿En que mierda andas pensando? -- le reprochó la chica, muy en el fondo riéndose de su hermano, sabía que no le gustaba eso. --- Te estoy hablando hace diez minutos.

--- ¿Para qué? -- le miro confundido el chico.

--- ¿Qué no tenías que ir al castillo del príncipe hoy?

Cierto, había pasado ya una semana desde su llamada con Ivan. Con razón se sentía de mal humor ese día.

Rodrigo suspiro.

--- ¿No querés ir en mi lugar? -- le miró casi rogándole.

La chica se rió.

--- Sé que nos parecemos hermanito y que puedo suplantarte si yo quiero. -- el chico le miró con ilusión. --- Para tu mala suerte, convivimos con Ivan desde los siete años y sabía diferenciarnos cuando nos hacíamos pasar por el otro.

Detalles.

--- Pero no hemos hablado, ni convivido con él hasta hace poco, ¿que tal si ya no es así? -- le dijo aún con esperanza.

La chica le miró por unos segundos.

--- ¿Y qué mierda haré si tengo que hablar?

Otro detalle y el chico se jaló de sus cabellos estresado.