Capítulo 4: Un diamante

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Luego de dos meses de constante entrenamiento, Nathan ya mostraba considerables mejorías, había aprendido a lanzar los golpes básicos del boxeo: el jab, el gancho, uppercut y recto. Además, en taekwondo mostraba un gran nivel en cuanto a patadas se refería.

En cuanto a lo académico, también mostraba una sensible mejoría, sobre todo en las clases que más problemas le causaban. Nathan estaba motivado en todos los sentidos.

Pero Nathan seguía teniendo problemas, pues ya había transcurrido algún tiempo desde que Alexandra le había dejado de hablar. Aunque no era algo que le preocupara, pues ya se había formado de carácter un tanto egoísta, sin embargo, se sentía un tanto incómodo y con mucha rabia estando en el mismo salón de clases.

Al concluir su día en la escuela, camino con rumbo al gimnasio. Iba muy concentrado, habían transcurrido dos meses desde que había comenzado su entrenamiento y tendría su primera sesión de sparring.

Hacer sparring es como si fuese una pelea oficial, los rounds duran el mismo tiempo, se pueden hacer cinco, seis o el número de rounds que se quiera. En las sesiones de sparring es donde se pueden evaluar los avances que han tenido los peleadores, entre los beneficios que se tienen están: mejorar la condición física, evaluar la técnica de golpeo, mejorar la defensa, evaluar la resistencia al daño o a los golpes rivales, aprender a manejar los tiempos del round en la pelea, entre muchos más.

Y ahí estaba Nathan, un tanto serio, muy enfocado en lo que vendría, probándose los guantes y ajustándose la careta. Le colocaron el protector bucal y se encontraba listo para subir al cuadrilátero, luego de dos meses podría conocer si había tenido grandes avances o únicamente aprendió lo básico.

Nathan comenzó a subir por los pequeños escalones del ring. Trataba de mantener una expresión seria, pero era imposible, pues estaba a punto de enfrentarse a otro peleador y quería mostrar que estaba haciendo muy bien las cosas, debido a esto, Nathan soltaba de vez en cuando una ligera sonrisa.

Joseph sería su rival, un chico con raíces mexicanas, mayor que Nathan por cinco años y que contaba también con mayor experiencia en el pugilismo. Joseph se encontraba en el gimnasio por una sola razón, prepararse para las olimpiadas estatales, donde participaría, por supuesto, en la disciplina de boxeo.

Ambos peleadores se encontraban arriba del cuadrilátero y ubicados en esquinas opuestas. La sesión de sparring había sido pactada en cinco rounds, de dos minutos cada uno y un minuto de descanso entre asaltos. Por lo tanto, la sesión sería de 10 minutos, tiempo de duración de los combates en la olimpiada estatal y en los cuales se analizarían a los jóvenes peleadores.

Se dio la señal a los peleadores para que comenzaran con el entrenamiento, ambos avanzaron al centro del cuadrilátero y chocaron guantes en señal de deportivismo. Comenzó a correr el tiempo.

Joseph tenía muy en claro su estrategia, debido a que sus brazos y piernas eran de mayor longitud, no era necesario moverse demasiado dentro del ring, eso debería dejarlo para Nathan que seguramente de tanto moverse terminaría fatigado.

Por su parte, Nathan estaba consciente de su "desventaja". Él trataría de esquivar los golpes de Joseph y basar su estrategia en el contraataque. Cada vez que su rival fallara un golpe, Nathan giraría y golpearía la zona abdominal y hepática de su contrincante.

Round 1:

Una vez dentro del encordado, Joseph se sentía ligeramente más cómodo que Nathan, pues había realizado sparring en ocasiones anteriores, mientras que para Nathan era algo nuevo. Debido a esto, fue Joseph quien decidió comenzar a la ofensiva.

Joseph era de guardia zurda, por lo que se perfilaba con el pie y mano derecha por delante, para luego golpear con mayor fuerza con su mano izquierda.

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