Capitulo 6.

116 12 2
                                    

Estábamos con Emma en camino a Starbucks, escuchando a la fabulosa de Tove Lo.
Al entrar al lugar logre ver a Ben con... ¿Jennifer? ¿Que carajos? No sé por qué me molesta, él es libre de hacer lo que se le dé la gana, ¿no? Pedí un frapuccino de chocolate y una malteada no recomendada para diabéticos para Emma y me fui a sentar en la mesa que Emma escogió. Sentí la mirada de los dos pero los ignore.
Hablamos mucho con Emma y al terminar nos retiramos del lugar.
-Hola, liz- me saludo Ben.
- ¿Que quieres?- Pregunté fría. Sinceramente eso salió de adentro mio, no quería se así con él, pero el simple hecho que haya estado con Jennifer me molestaba.
-Eh, nada... solo quería saludarte y disculparme por lo de hoy.
- No hay nada que disculpar, tu solo diste tu opinión.- Le respondí mirándome las uñas.- Y te fuiste con la puta- susurré a lo último.
- ¿Que dijiste?- pregunta confundido
-Eh, liz, te espero en el auto- intervino Emma y yo solo asentí.
-Mira, ni si quiera sé por qué me molesta, digo ¿Tu puedes hacer lo que se te dé la gana no?- Dije molesta.
-Yo sólo me sentí mal por ella y la invité a tomar algo, es una chica muy solitaria ¿Sabes? Todos merecemos una oportunidad.
-Lo que sea, adiós.- Me despedí.
- Espera- Dijo agarrándome del brazo- No soporto que seas así con migo, y respecto a lo anterior, puedes confiar en mí, yo prometí ayudarte y lo haré...- Lo dijo tan sincero que hasta yo lo creí, pero primero lo pondré a prueba.
-Está bien.- Dije con media sonrisa. Y me retire de aquel lugar.
Apronte todo para bañarme y una llamada entra a mi celular.
- ¿Hola?- Respondí sin preguntar quién era
+ Hola, ¿Liz? Soy Caleb- Y al escuchar su nombre mi corazón comenzó a latir más rápido,
- ¿Caleb? Tanto tiempo- la verdad es que no lo veo desde el año pasado. Luego de hablar media hora, me dio la noticia de que esta en Londres y se nos va hacer más fácil vernos, así que vendrá la semana entrante a visitarme ya que sus clases comienzan después, él está en un internado aquí en Londres estudiando su carrera universitaria.
Me dí una ducha relajante y bajé a comer.
Emma estaba allí cocinando tacos, la veía triste y no sé por qué.
- ¿Emma? ¿Te pasa algo?- le pregunté.
- Ho no es nada- respondió sin mirarme, es obvio que no lo esta,
- Dime que es lo que te pasa - insistí, no se porque me miente.
- Emma, Puedes contármelo, yo confié en ti, lo recuerdas? - insistí nuevamente
-Si, Liz lo recuerdo, Es solo que... Extraño a papa, eso es todo y en ésta casa todo me recuerda a mama- Se explicó.
- Losé, yo igual, pero trata de no pensar en ello, cuando venga hablaremos con él y le diremos que pase más tiempo con nosotras, él entenderá.- Apoye a Emma y le di un abrazo.
-Caleb vendrá la próxima semana a pasar unos días aquí- Le informé a Emma
-Ho, genial- Comento.
Me acosté a dormir después de un día largo y me quede profundamente dormida.
- Hola pequeña liz, ¿Me recuerdas?- Como no recordarlo, era él.
- ¿Que quieres?- Dije casi sin voz.
- Terminar lo que empecé muñeca- Dijo el acercándose a mi.
- ¡No!- Grité- Quita tus asquerosas manos de mi- seguí gritando con la esperanza de ser escuchada por alguien- Aléjate de mí Jon, Déjame en paz.
Me desperté agitada, había estado teniendo otra de mis pesadillas.
Eran las seis am, me alisté para salir, afuera hacía frío, me puse un jeans doblado abajo, zapatos de charol, un sweater y mi campera de cuero. Tome las cosas del colegio y salí a caminar sin rumbo alguno.
Me puse los audífonos y pude a reproducir una playlist de Daughter. Caminé con la mente en blanco y sin pensar había llegado a un muelle, no cualquier muelle, mi muelle favorito.
Aquí veníamos con mama y Emma, luego venía sola, pensando que era un punto de conexión con mama.
Me senté y encendí un cigarro, mire mis muñecas cicatrizando y pensé

<< ¿Qué diría mamá si estuviera aquí?>> La necesito, y mucho.

La angustia me ganó y comencé a llorar.
<< ¿Por qué la vida es tan perra?>> susurré
"mira a tu alrededor, no hay nadie" dijo mi conciencia, Tenía razón, estaba sola.
<< Estoy tan sola>>
<< Si no sabes nadar, te hundes>> seguí susurrando.
-Y por eso tú sigues aquí- Dijo una voz masculina, se me hacía familiar- Tuviste que nadar contra la corriente y todavía sigues nadando, eres fuerte ¿Sabes? Algunas personas desearían ser tan fuertes como tú. - Volteé a ver quién era y allí estaba Ben, ¿Qué hacia aquí?
- ¿Qué haces aquí?- Pregunté limpiando las pocas lágrimas que largué.
-Yo suelo venir aquí cuando no puedo dormir. ¿Y tu?- pregunto sentándose a mí lado.
-Yo, solo...- Confía en el susurro mi conciencia- tuve una pesadilla y salí a caminar sin rumbo alguno y llegué aquí.- le conté, él me miraba con ternura, ¿A caso doy pena? Apreté mis labios tras mis pensamiento.
- Sabes que si necesitas algo puedes pedírmelo- Dijo mirándome fijamente
- M-me darías... un abrazo?- Pregunté con la voz rota, y el sin responder se acercó y me abrazo. Sentí algo especial en ese abrazo, debo admitir que no recuerdo la última vez que alguien me abrazaba así.
-Algún día todo cambiara, ¿Sabes?- dice el muy seguro
- ¿A sí? ¿Y cuando va a ser eso? Porque sinceramente... Estoy cansada, muy cansada, de todo.- dije llorando.
- Ya verás que todo cambiará algún día, no sé cuándo, ni dónde, ni como, solo cambiara y ya.
- Estoy tan seca que ni lágrimas me salen ya- Susurré para mí misma.
- A veces las lágrimas que no salen son las que más nos duelen.
- Estoy cansada de callar, de fingir que estoy bien, de estar sola. Mi padre vive de viaje, con mi hermana somos dos desconocidas que viven en la misma casa, odio ser tan fría, odio alejar a las personas a las que realmente les importo, odio lastimar a las personas, odio lastimarme, me odio...- Estallé sin poder conterme.
-Pero puedes cambiar eso, tu puedes y yo te ayudaré con ésto- Dijo tomándome de las manos.
-Y si te fallo? O peor aún y si tú me fallas a mí?- Le pregunté débil
-Si tú me fallas, lo entenderé, te perdonaré y lo volveremos a intentar, y si yo te llegara a fallar tú puedes decidir si me matas, me haces la vida imposible o simplemente me perdonas- Bromeó- Tú sólo trata de pensar positivamente- Dijo y me dió un apretón de hombros.
- ¿Por qué haces esto por mí?- pregunté, la verdad es que ni yo me querría ayudar.
- Porque hay algo especial en tí y porque se lo que se siente y sabiendo que te puedo ayudar no te dejaré caer más.
-Gracias- Le agradecí, ojalá algo cambie, necesito algo bueno en mi vida. ¿Que podría pasar? Sólo una oportunidad.
-Vamos, tenemos que ír a clases- ya lo había olvidado. Nos dirigimos al colegio.
-Cuéntame de ti- Quise saber de él.
-Mmm. Bien, empecemos en mi infancia, cuándo íba al preescolar todos los niños estaban rodeados de amigos, excepto yo, estába sólo y jugaba con amigos imaginarios, a la hora de comenzar el colegio todo era igual y luego empeoro, recibía burlas de todos, se reían de mi solo por no tener amigos y ser "un gordo marica" como ellos me llamaron. No comía nada, hasta que llegue al punto de que mis padres se asustaron y me mandaron al psicólogo y me cambiaron de instituto y me anoté al equipo de Fútbol del colegio, allí me hice de muchos amigos, pero mis mejores amigos eran Matt y Ralp. En último año conocí a Chloe, una chica de cabello largo y rubio, ojos celestes, muy bonitos. Ella era demasiado flaca, me llamo la atención algo en ella, sonará tonto pero veo eso en tí, veo álgo especial que me intriga y me hace querer saber más y más- sonrió y le devolví el gesto.- Luego de un mes de insistir en ser su amigo, nos hicimos muy amigos y ahí fue cuando ella me dijo que tenía problemas alimenticios. Al empezar el primer año en la preparatoria nos hicimos novios, ella era otra, estaba mejor, había aumentado de peso y entonces ella se anotó en el equipo de porristas, el segundo año ella era más popular, y sentía que nada era lo mismo y era así, ella me engañaba... Con Ralp y Matt, nos hicimos más populares pero a nosotros no nos importaban las chicas y todo eso. Un día, me levanté y presentía que algo raro iba a suceder.
Al llegar al colegio estaba Ralp de la mano con Chloe, ellos éran novios, eran novios sin ni siquiera decírmelo o antes terminar con migo. Me sentía frustrado, muy frustrado y entonces comencé a pelearme con Ralp, lo creía mi amigo, entonces salió Chloe a defenderlo y recuerdo muy bien las palabras que ella me dijo " Te dejé a tí por él, porque él me daba lo que tú no, virgen marica" entonces todos se reían de mí solo por ser "el virgen", ¿Qué clase de persona le hace eso a alguien que la ayudó a salir adelante? Ella se convirtió en una zorra. Con Matt seguimos siendo mejores amigos y el descubrió ser gay jugando a la botella en una fiesta y las burlas comenzaron nuevamente, nos decían la pareja gay y demás. Al terminar el anteúltimo año a nuestros papas lo llamaron como abogados para una de las empresas "Brixton"
-Espera, ¿Brixton dijiste?. Esas son las empresas de mi padre- Dije con una sonrisa
-Wow, no me imaginaba que tu padre fuera tan poderoso- dijo asombrado.
- respecto a lo que tu me acabas de contar, habrá sido muy difícil, ¿Cómo pudo hacer eso una persona a la cuál le ayudaste?- realmete estaba sorprendida es que nunca pensé que él podía haber pasado por ello y en eso suena mi móvil con una llamada de Emma
-Hola, ¿Emma?
+¿En dónde estás? Pensé que iríamos juntas al colegio
- Ho, yo me levanté temprano y salí a caminar. Llévate mi auto y trata de no chocarlo
+ Lo intentaré, adiós
- Adiós
- Disculpa era mi hermana- me disculpé
-Si, no hay problema.
Llegamos al instituto y la zorra de Jennifer venía hacia nosotros
-Yo me tengo que ir, adiós Ben- Me despedí de él.
-Espera, anota mi número, por si necesitas algo, no dudes en llamarme
-Si, gracias- Le sonreí, anoté su número y me fuí.
Fuí a mi casillero y busqué las cosas de arte. A lo lejos vi a Lily con su novia, no quise ir a molestarle asique decidí buscar a Abby.
-Liz- Sentí que gritaban, volteé y era Lily- Quería darte una noticia, no se si te va a agradar mucho la noticia, pero, la profesora McQuoid aceptó a Jennifer al equipo de las porristas .
- Ah, em está bien.- Dije enojada,
- Yo lo siento, no soy la que da órdenes allí, además, Jennifer es buena, talvez podrían llevarse mejor ahora.
- Está bien- La verdad es que no sabía cómo reaccionar.
Transcurrió el día y ahora estamos en física jugando al Fútbol para los famosos intercolegiales, la profesora McQuoid me ha elegido de capitana, creo que este año vamos a perder, son todas muy malas, excepto Natalie y Alisson, y bueno, yo no soy muy buena, solamente se lo que me enseño mi papa de chica y ya.
Luego de ducharme y ponerme mi uniforme de porrista fui al salón de gimnasia donde se supone que estarían ensayando. Tras horas de armar la rutina terminé exhausta, Jennifer me trato bien y yo a ella para evitar conflictos.
Estoy de camino al estacionamiento, parece que los del equipo de Futbol se han quedado hasta tarde, veo a Ben entre ellos y decidí ir a saludarlo.
-Hola chicos- Salude y otros me devolvieron el saludo. Quedamos solo Leny, Matt, Ben y yo.
- A sí qué capitana del equipo de Fútbol ¿eh?- Dice leny.
- Así es, ni siquiera quiero serlo- Comente molesta.
- ¿Y por qué lo haces?- preguntó Matt
- Fácil, para no hacer atletismo y reprobar física.- Todos rieron
- ¿Cuándo serán los intercolegiales?- pregunto Ben -Hum, siempre son tres meses antes de comenzar las vacaciones de verano- Le respondió Leny
-Si y siempre nos preparamos dos meses antes y terminamos perdiendo, se nota que ahora no quieren que perdamos- Comente fastidiada.- ¿y sus partidos cuando empiezan?
-En dos meses comenzaremos con las fechas para clasificar en la copa y luego se harán los partidos de la copa. Si ganamos este año será nuestra séptima copa ganada- Dijo Leny con superioridad.
- Genial, ¿alguien necesita que lo lleve?- Me ofrecí
- Yo iba a llevar a Matt y Ben a sus casas, pero si quieres yo llevo a Matt y yu a Ben- Dijo Leny, se lo que trama.
- Eh, si como quieras- dije mirando a Ben
-Tomo el autobús no te preocupes, tú debes tener que hacer muchas otras cosas- Parecía molesto. Pero no sé por qué.
- No, enserio no tengo problema en llevarte- insistí y el acepto. Nos despedimos de los chicos y nos dirigimos a mi auto.
- ¿Y a ti que te pasa?- Le pregunté Pareces molesto.
- Ho no es nada- Respondió, Lo mire frunciendo el ceño, era obvio que no le creía- Es sólo que, no soporto que hablen mal de tí y tú no te hagas respetar.
- ¿A qué te refieres?- Pregunté algo aturdida
- A que Chris, le contó a todo el equipo de Fútbol que tú y él lo hicieron en el armario del conserje.- Dijo molesto.
-Yo lo siento, ¿si?, no era mi intención - Dije sin saber que decir. Juro que mañana le daré una lección a chris.
-Te prometí ayudarte a cambiar, pero tienes que poner voluntad y ganas de tú parte, si no así sería inútil.- Era verdad, se lo prometí, me lo prometí a mí misma.
- Prometo que pondré todo de mí- dije parando el auto en su casa.
- Gracias por traerme liz y no dudes en llamarme si necesitas algo- Dijo dándome un beso- wow al parecer trajeron nuestros coches ante tiempo- Comentó contento. Lo felicité y me dirige a casa.
Quería bañarme y dormir.

Life is a fucking SHITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora