Queencard [GIDLE]

A

"Do You Wanna Be The Queencard?"

Soojin hizo una mueca al ver esas letras rosadas en la pared que estaba detrás de tres hermosas chicas. Si fuera porque parecía que todos la obligaron a ir a la fiesta, ella estaría haciendo algo mucho más productivo en su hogar. No en esa enorme habitación donde reunieron a chicas nuevas de la facultad de medicina. Observó a su al rededor y encontró extraño que fuera la única que le desagradara el misterio que las había reunido. Muchas parecían emocionadas, era la primera fiesta universitaria. Otras estaban asustadas, por ver muchas películas de terror, pero otras, como la chica que estaba al lado de ella, estaba tan solo concentrada en beber alcohol, sin darse cuenta de que estaba en un lugar que parecía una secta bastante rara.

Cuando la puerta se cerró, la chica que estaba al medio de las otras tres, sonrió y comenzó a hablar.

—¿Qué significa ser una Queencard?—su mentón estaba alzada, orgullosa de lo que estaba haciendo—Muchos dicen que es un premio de un juego de popularidad, pero yo, Im Nayeon, les explicaré que es mucho más que eso—dejó un silencio para se creara una tensión entre las novatas con los murmullos que ellas mismas hacían. Soojin se quedó callada, podría ser parte de colectivo novato universitario, pero estaba en sus 23 años y había vivido lo suficiente para no reaccionar como el resto—Ser una Queencard significa que eres todo lo que tiene que ser una mujer. Amable, hermosa, delicada, sumisa y dedicada.

Soojin soltó un suspiro, aceptando que ya había perdido el supuesto juego.

—Las reglas son simples: Queencard manda y nadie más que nosotras debemos de saberlo. Especialmente un hombre—sacó una tarjeta de su bolsillo, las otras dos chicas también lo hicieron. Las tres tenían la carta de la reina, los detalles eran rosados, pero solo Nayeon tenía un diseño distinto, con el fondo rosado y los detalles blancos—. Se hará una fiesta el último sábado del mes, y a los 00:00 horas, se le entregará una carta que le informará su lugar. Como habrán notado, mi carta es distinta a la de Minnie y Jennie. Ya que solo hay una verdadera reina en el juego y esa soy yo.

La chica al lado de Soojin alzó la mano, haciendo que Nayeon se molestara y le diera a la palabra con un gesto. Todos se dieron vuelta para mirar a la chica pálida.

—¿Y si me enfermo y no puedo venir a una fiesta?—la mirada se dirigió a Nayeon—Me suelo resfriar seguido—murmulló, intimidada por su reacción.

—Se le dejará en su mochila sin que se dé cuenta cuando pueda volver a la universidad.

—¿Y quién controla eso?—preguntó otra chica.

—Eso es un misterio hasta para mí, nadie sabe quién decide ni quién entrega las cartas ¿Pero no eso hace más divertido el juego?—su sonrisa era cínica—. Al no saber quién lo decide, se vuelve más justo.

Soojin alzó su mano.

—¿Y si no quiero jugar?

—Nunca he conocido a alguien que no quiera jugar—murmulló Jennie.

—Escuché que una vez expulsaron a alguien—dijo Minnie, que estaba apoyada en la pared, más concentrada en lo que pasaba en su celular que en el juego.

—Al menos suena entretenido—dijo la chica pálida y Soojin la miró con desagrado—¿no?

—Yo vine acá para tener un título, no para jugar.

—Oh, cierto—miró hacia al frente. Las chicas ya se encontraba hablando entre sí—. Pero un poco de entretención extra no le hace daño a nadie ¿Cuál es tu nombre?

—¿Quieres ganar puntos de popularidad siendo amable?

—La verdad es que no escuché mucho—alzó su vaso—al parecer le eché mucho ron.