𝖳𝗁𝖾 𝖲𝗁𝖺𝗋𝗉𝖾𝗌𝗍 𝖫𝗂𝗏𝖾𝗌 || 𝙏𝙞𝙩𝙖𝙣𝙞𝙪𝙢》𝑺𝒉𝒂𝒅𝑨𝒎𝒚

20. Corre, chico, corre.

"Trajiste la luz del sol en un momento muy oscuro de mi vida. Me salvaste cuando ni siquiera sabía que necesitaba salvación. Te amo por eso. Siempre te amaré por eso".

—Nothing But Trouble de Rachel Gibson.

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Su cuerpo se sentía liviano, pero no envuelto en paz o tranquilidad, menos cuando el latir de su propio corazón se notaba en cámara lenta, había un resultado en esa inercia que sabía: dolería, y mucho. Luces, sombras, escenarios dispersos y voces, era como si su vida pasara frente a sus ojos y al final del túnel una luz, misma que lo envolvió como una frazada. Y de nuevo, todo recuperó velocidad y esencia para que Silver cayera de lleno contra un montón de rocas y escombros de lo que parecía ser una enorme fábrica abandonada de años. Un golpe en su cabeza y su piel tallada contra la rugosidad del entorno en el que estaba atrapado le causaron severos raspones y moretones que estaba seguro arderían más tarde. Lamentó no haber heredado el poder regenerativo de Shadow.

Cuando la quietud gobernó su cuerpo y el ambiente, se permitió abrir los ojos, despacio y sin prisa, registrando las formas del techo roto por pedazos, ventanas sin cristales y la enorme cantidad de cemento destruido y basura gobernando varias áreas del lugar. Silver se sentó con una mano en la cabeza, agradeciendo el milagro de no quedar inconsciente en un lugar como este. Sentía que ni siquiera podía darse el lujo de perder más tiempo desmayándose.

Era de noche, se dio cuenta por la falta de luz fuera de las ventanas, así que se levantó con trabajo, sintiéndose arrollado por un camión. ¿A dónde lo había arrojado Crimson ahora? Se preguntaba.

Su brazo dolía como el infierno y una de sus piernas también había resultado afectada, aun con eso no se detuvo, iba a paso lento, sosteniendo su hombro aparentemente dislocado y los tumbos de sus pies lo tentaban a solo volar, y eso hizo: grave error. Al activar su poder apenas pudo elevarse unos centímetros arriba del suelo cuando se agotó, enviándolo de rodillas al suelo de tierra.

—¿Qué pasa? —preguntó en voz alta. Lo intentó de nuevo, otra vez y nada.

No entendía la razón precisa por la que su telequinesis no funcionara correctamente, era como si algo la estuviera mermando, quizá fue su lucha con Crimson en el espacio-tiempo o tal vez fuera este lugar el que le impedía hacer uso de este. Desistió, tenía un par de piernas funcionales que lo sacarían del lugar y lo llevarían lejos. No había puertas en el recinto, de hecho, temía que pudiera venirse abajo en cualquier momento y lo aplastara.

Al salir, el frío nocturno y un cielo de escasas estrellas lo recibieron, había una luna llena que lo bañaba en su luz y a su vez le brindaba orientación en su camino, el cual no contaba con mucha vegetación y apenas un par de árboles adornaban el camino, compuesto principalmente por rocas y escombros esparcidos por distintas áreas, un escenario similar al del interior de la fábrica en donde terminó siendo enviado.

Con pasos desconfiados se abrió paso en el sendero que debería llevar a alguna parte, esperando toparse con civilización que pudiera ayudarlo de alguna forma a regresar a su tiempo. En su andar, su mente fue a parar de nuevo a los eventos ocurridos hace unos minutos, u horas, quizá días, ya ni siquiera tenía certeza. Era demasiado por procesar, las cosas se salieron de control tan rápido que no tuvo tiempo para procesar que Shadow y Amy ahora sabían de su parentesco familiar, de que Crimson señaló que Blaze estaba en la dimensión de Sonic —siendo su pasado para él— y, por si fuera poco, que habían herido a Espio.

«¿Y la culpa de quién es?»

Si de por si, su ánimo estaba al ras del suelo, con ese pensamiento terminó por ser enviado directo a la capa más profunda de la tierra. Silver se detuvo y miró una vez más al firmamento de obsidiana.