21. Aves que no vuelan. Parte I.

144 15 48
                                    

Éste es el clímax de la historia
Que le da propósito a los ángeles y a los demonios
Ellos vuelan alrededor mientras nosotros caminamos
Y moldean nuestras emociones sólo para complacerse
Tengo frío ¿puedes escucharme?Volaré sin esperanza y sin miedo
Y el suelo se burla de mis alas
Caigo en picada mientras canto,c
aigo en picada mientras canto.

– Twenty Øne Piløts (Isle of flightless birds).

━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━

La felicidad se desbordaba de su corazón como el día que se enteró de su embarazo, aunque el miedo aquel día fuera superfluo al sentimiento. En este caso ahora, la confusión la invadía más que la emoción y la dicha. Sin duda algo cambió. O tal vez nada lo hizo en absoluto.

Estaba preocupada y existían tantas cosas que necesitaban un respuesta urgente, como la que se había hecho hace un par de días mientras tomaba un baño y que ahora entendía, había observado como el dedo donde se había cortado hace poco en la cocina estaba perfectamente curado, no había una mínima cicatriz, hoy lo atribuía por completo a su bebé, siendo el responsable directo de la hazaña, sabiendo que heredó los poderes regenerativos de Shadow. Ya tenía sus sospechas pero prefería descubrir las cosas a su tiempo.

Amy entró por la puerta de la casa de seguridad de Sonic y Tails, con su suave abrigo de invierno rojo que apenas ocultaba su estómago, las bajas temperaturas se asentaban cada día más y debía cuidarse. Dejó el bolso que llevaba colgado del hombro y empezó a quitarse el abrigo.

—¡Oye tú! —dijo Sonic. Caminó hacia ella y se arrodilló, con la nariz a la altura de su ombligo.

—¿Cómo estás pequeña? —le frotó el estómago con delicadeza —¿Creciendo para desafiar al tío Sonic a una carrera, eh? —Amy sonrió divertida ante la broma y Sonic la miró, poniéndose de pie, acto seguido abrazó a Amy, felicitándola en silencio.

—Te aseguro que lo hará —bromeó Amy.

Una vez que se separaron, Sonic se alejó con los ojos bailando en alegría.

—Tengo un regalo para la bebé.

Corriendo hacia su escritorio, abrió un cajón y sacó un pequeño paquete de plástico lleno de tapones para biberones, chupones y demás accesorios.

—Me dijeron que algunos de estos reducirían el malestar estomacal del bebé.

Amy miró el paquete y suspiró con una sonrisa.

—Muchas gracias Sonic, están lindos.

Sus amigos se habían encargado de llenarla de regalos desde el día uno y Amy estaba encantada con las atenciones que todos, en especial Shadow, tenían con su bebé y ella.

—Sí un día tengo un bebé por favor no le hables a mi estómago —dijo Rouge entrando a la estancia con una caja en manos.

—A Sonic ni siquiera se le permitirá cargar a mis hijos —comentó Shadow, deslizándose por la puerta con otra caja de cartón más, al igual que Rouge. Y Amy, al escuchar esto no pudo evitar emocionarse al grado de sonrojarse y sentir su corazón galopar, Shadow había aceptado que tendrían más de un hijo.

—Vamos, Shads. Sabes que criaría a esos niños para que fueran unos minis velocistas increíbles, igual a su tío Sonic —Se apuntó con el pulgar.

—Sobre mi cadáver.

Enseguida, Tangle salió de la cocina de atrás y sonrió cuando vio a la eriza embarazada. Ella también acababa de llegar a la casa.

𝖳𝗁𝖾 𝖲𝗁𝖺𝗋𝗉𝖾𝗌𝗍 𝖫𝗂𝗏𝖾𝗌 || 𝙏𝙞𝙩𝙖𝙣𝙞𝙪𝙢》𝑺𝒉𝒂𝒅𝑨𝒎𝒚Donde viven las historias. Descúbrelo ahora