DEMON IN LOVE - KTH - +21

05

Después de la primera salida vinieron muchas más, pero en medio de todo aquello, ninguno de los dos se había puesto a pensar en que sus encuentros eran cada vez más cercanos, este era uno de esos días en los que tenían libre, Hanielle quería solo disfrutar de su descanso porque ya había viajado a su reino celestial para entregar cualquier reporte, resultaba que desde que ella estaba en el orfanato por las noches los niños no habían vuelto a sentir temor y las personas estaban menos asustadas, fue así que recordó que jamás obtuvo la respuesta de Taehyung y su empatía por Abigor, ese era un detalle que se le había pasado por alto.

Entonces pensó ir con el niño, quizá había algo en él que no había analizado y podría encontrar la respuesta, le gustaba de todos modos estar de visitar en ese lugar porque amaba demasiado a los niños, tardó unos minutos para llegar, caminar con el sol tocando su piel y la gente caminando a su lado, era como si disfrutara de todo aquello que era el mundo de los humanos, sonrió cuando vio el edificio al frente de ella y una sonrisa se dibujó en sus carnosos labios y entró, sus ex compañeras la saludaban felices porque ella era quien les hacía sentir paz cuando estaba de día, la extrañaban mucho.

Los niños por su parte eran muy emotivos porque ella ahora era quien hacía que sus noches fueran tranquilas ya que muchas veces se quejaron de sentir que alguien los espiaba o que eran perseguidos cuando iban al baño, como si alguien estuviera al acecho, ahora eran noches pacíficas y de puro descanso para todos, ella luego de saludar a todos decidió ir hasta el área de bebés, porque era ahí donde esperaba encontrar respuestas, de igual manera el pediatra encargado del día estaba feliz de ver a la muchacha porque era ella quien mejor le ayudaba cuando trabajaba durante el día.

─Que grata sorpresa la que tenemos este día, sabía que ahora era el turno libreo de la mitad de los que trabajan en la noche pero no pensé que usaras tu descanso para venir aquí ─una de las enfermeras se ocupaba de cambiar el pañal a un bebé ─parece que los encargados de la noche son muye entregados a su trabajo ─prosiguió la mujer.

─ ¿a qué te refieres? ─preguntó Hanielle algo confundida y entonces su compañera de trabajo le señaló la zona en la que Abigor se encontraba y pudo ver cómo el bebé era cargado por Taehyung de modo paternal, él había llegado antes que ella y ahora no podría saber más o indagar analizando al niño. ─Eres tan afortunada de trabajar con un hombre apuesto... y que aparte también ame a los niños ─dijo mujer antes de seguir con su trabajo.

Hanielle entendió que eso era una pauta para enfrentar a Taehyung, ya no podía estarle dando largas cuando ella había hecho un trato con él aunque era algo que ella quería, no debía hacer, él tenía que cumplir su palabra ahora iba hacer que lo hiciera de una u otra manera. Se acercó hasta dónde el señor de las tinieblas se encontraba, su apariencia de verdad era la de un hombre común y corriente que amaba a su hijo, pero ese niño era un inocente humano y él un demonio, un ángel caído que traicionó al creador, alguien que incita al pecado hasta a los mismo ángeles.

─ ¿Por qué estás aquí? ─ preguntó la joven mientras llegaba hasta dónde el doctor Kim se encontraba con Abigor.

─Vine a ver el progreso de mi paciente ¿y tú? ─cuestionó en venganza el galeno sin darle más importancia a los que estaba ocurriendo.

─También quería ver a Abigor pero por otras causas, ahora que te encuentro quiero que cumplas con nuestro trato, sé que han pasado día desde que salimos por primera vez pero esa noche prometiste que me dirías lo que quisiera saber, que ibas a responder todas mis preguntas ─expresó sin separar la mirada del demonio que la veía igual pero este al final de las palabras de ella sonrió con ternura.

─Lo haré, pero tenemos que irnos de este lugar, veo que quieres que hablemos cara a cara y lo haremos sin máscaras, para eso es necesario que vayamos lejos, a los campos de flores que solo se pueden ver en tierras vírgenes, libres del pecado de los humanos ─dijo el hombre mientras colocaba a Abigor con ternura sobre su pequeña cuna, su mirada estaba puesta sobre él bebé a la hora de bajarlo sin importar lo que sus palabras decían, rozó la mejilla del infante que por arte de su poder se quedó profundamente dormido, y luego levantó la mirada para ver a su retadora.

─No importa dónde, solo quiero saber y quiero que me lo digas ahora, porque solo de ese modo no voy a denunciar tu presencia fuera del inframundo ─prosiguió la joven viendo como su interrogado continuaba caminando pasando a su lado, ella lo comenzó a seguir y este la guió hasta su vehículo.

─Sube, tenemos que guardar las apariencias ante la sociedad, recuerda que los humanos temen a todo lo que desconocen, no seremos nosotros quienes los asustemos ─agregó mientras subía, la chica lo obedeció, subió y este en cuestión de segundos puso en marcha su coche.

Fue un camino rodeado de mucho silencio, nada incomodo porque Hanielle estaba admirando cada zona de la carretera, Taehyung estaba disfrutando de conducir por los caminos rodeados de naturaleza, era como si de alguna manera y sin saberlo, se complementaran, la compañía de ellos les hacía bien pero eso no quería decir que la joven dejara de sentir que debía cuestionarlo para que sus dudas queden disipadas aunque se le hacía extraño pensar que algo coherente pudiera salir de Lucifer sabiendo que había traicionado al Creador por ambición y vanidad. Para muestra, cada atuendo con el que vestía a su cuerpo humano lo hacía ver imponente y sofisticado, resaltaba entre la gente porque era una estatura y físico envidiable, una presencia que no podía pasar desapercibida y él simplemente lo disfrutaba.