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——Segura que está bien Mi señora?——Un querubín preguntaba algo preocupado por tu estado——Viene cojeando desde hace algunos minutos
Te sonrojaste
Si, Adam no había Sido nada amable aquel día, dejándote con un dolor enorme en tu caderas, y tu trasero estabas más que segura que tenía aún marcas de las nalgadas que te habia dado en aquella revolcada de bestias.
——Si...estoy bien, simplemente son dolores en mi espalda——Finjiste un sonrisa y el querubín quedó algo confundido Pero asintió.
La caminata hacia la oficina de la seraphin, Sera, era algo larga, diste un largo suspiro frustrada.
El querubín que te hacía compañía era muy amable, aunque, extrañabas al trío de querubines, siempre sacandote una que otra risa por sus ocurrencias u anécdotas hacia el mundo humano, dónde viajaban para ayudar a las personas.
Lastimosamente ya no podrían hacerte compañía pues en una de sus tantas actividades te enteraste que habían Sido expulsados del cielo, siendo la causa un asesinato hacia un señor de mayor edad, dejándote completamente sola sin el carisma del trío.
——Hemos llegado——Exclamo el querubín con forma de venado, mientras te regalaba una sonrisa.
Agradeciste y a pasos firmes entraste a la oficina de Sera
——Se directa, Sera
——De acuerdo, necesito que me acompañes a recibir a la hija de lucifer, no e logrado hablar con Adam, así que llevarte para hacerlo comprender no estaría nada mal.
——Y como sabremos dónde está? Adam salió está mañana hacia las exterminadoras, algunas se estaban retrasando en los entrenamientos y a Adam no le pareció, dudo que lo encontremos pronto.
——Por eso te llevo,_____, eres su esposa.
Serena asentiste y salieron, Sera llamo a Emily comentando que tendrían visitas, emocionada acepto y se dirigieron hacia las puertas del cielo, pudiste visualizar la figura de San Pedro, teniendo enfrente de el a otras dos figuras femeninas.
Descendieron mientras Sera y Emily se encargaban de que San Pedro les diera acceso, rápidamente notaste a Charlie, enérgica te saludo.
——Es un placer volverla a ver mi señora _____, no puedo creer que estoy en el cielo.
Reíste por su comentario, volviendo a tu actitud reservada segundos después, al notar la segunda figura, era pequeña, aquel rostro se te hacia familiar, y ella pareció notarlo, poniéndose nerviosa.
——Oh discúlpeme ______, ella es vaggie, mi pareja.
Parpadeaste incrédula, ahora entendías por qué se te hacia conocida, era vaggie, la recordabas con mucho cariño pues era la exterminadora mas cercana a ti, sintiendo su relación de maestra y alumna, no dudaste en sonreír.
