Capítulo VII

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El inicio del nuevo año en Hogwarts fue una mezcla de emociones encontradas para William. Mientras trataba de equilibrar sus responsabilidades con Sally y su relación secreta con Tom, las tensiones aumentaban a cada momento. La chispa que encendió el fuego de los celos de Tom ocurrió una tarde en el patio principal, donde la mayoría de los estudiantes se reunían para disfrutar del buen clima.

William y Sally estaban sentados juntos en un banco, conversando y riendo. Sally, en un impulso de cariño, se inclinó hacia adelante y besó a William en los labios. El beso, aunque breve, no pasó desapercibido para Tom, que estaba observando desde una distancia prudente.

La furia se encendió en los ojos de Tom al ver a Sally besando a su chico delante de todos. Disimulando su enojo, esperó el momento oportuno para confrontar a William. Esa noche, cuando todos se retiraron a sus respectivas salas comunes, Tom llevó a William a una sala de estudios vacía y cerró la puerta con un golpe seco.

-¡¿Qué demonios crees que estás haciendo, William?! -demandó Tom, su voz baja pero cargada de veneno.

William, sorprendido por el tono y la intensidad de Tom, retrocedió un paso. -Tom, ¿qué pasa? ¿Por qué estás tan enfadado?

Tom se acercó rápidamente, su rostro a escasos centímetros del de William. -¡La besaste delante de todos! ¿Sabes lo que sentí al ver eso? ¡Eres mío, William, y no permitiré que nadie te arrebate de mi lado!

William trató de mantener la calma, pero el enojo de Tom lo descolocaba. -Tom, ella me beso primero. No puedo decirle que no sabiendo que es mi prometida. Te pondría en riesgo...

Tom, incapaz de contenerse más, lo empujó contra la pared, sujetándolo con fuerza por los hombros. -No entiendes, William. Nadie, absolutamente nadie, tiene el derecho de tocarte excepto yo. Eres mío y solo mío.

William trató de zafarse, pero la fuerza y la determinación de Tom eran inquebrantables aún siendo mayor que él. -Tom, por favor, cálmate. No quiero que esto se salga de control.

Tom soltó una risa amarga. -¿Calmarme? ¿Cómo puedo calmarme cuando te veo con ella? -Sin previo aviso, sus labios se estrellaron contra los de William en un beso furioso, posesivo y lleno de desesperación.

William sintió el ardor y la pasión en el beso de Tom, respondiendo con igual intensidad. La sala se llenó de una energía eléctrica, y los cuerpos de ambos se movieron con una urgencia desesperada. Tom lo empujó hacia una mesa cercana, su respiración entrecortada y sus ojos brillando con una mezcla de celos y deseo.

-No dejaré que nadie te aparte de mí, William. Haré lo que sea necesario para mantenerte a mi lado -susurró Tom, su voz temblando ligeramente.

William, sintiendo el peso de las palabras de Tom, se dejó llevar por la pasión del momento. Sus manos se aferraron a la cintura de Tom, atrayéndolo más cerca. -Tom, te necesito tanto como tú a mí. Pero tienes que confiar en mí.

Tom lo miró fijamente, sus miradas suavizándose un poco cuando Tom se quedó en los brazos de William siento su miembro palpitante rozandolo-Prométeme que no dejarás que ella te aparte de mí. Prométeme que siempre seré el único en tu corazón.

William asintió, sus ojos reflejando la misma intensidad que los de Tom. -Lo prometo, mi amor...Siempre serás tú.

El resto de la noche pasó en un torbellino de emociones y caricias frenéticas. Tom, habiendo saciado parte de su furia a través de la intimidad, se dejó llevar por la ternura y la posesividad. William, a su vez, se rindió al magnetismo de Tom, aceptando su amor y sus celos con una mezcla de resignación y deseo.

A medida que la madrugada se acercaba, ambos sabían que su relación era una bomba de tiempo, pero ninguno estaba dispuesto a soltar al otro. Los celos de Tom eran una prueba constante, pero el vínculo entre ellos seguía fortaleciéndose, impulsado por la pasión y el peligro que los rodeaba.

Amaba la manera en la que William lo hacía sentir en la intimidad, era un chico muy buen dotado a final de cuentas. Durante toda la noche Tom se mantuvo muy entretenido con William en esa habitación. Constantemente el mayor tapaba la boca del pelinegro con su mano pues sus gritos podían hacer que los descubran y se arruinará todo. Así pasaron toda la noche sin parar hasta que mejor prefirieron seguir la aventura en la habitación de William para evitarse un problema grande

Luego de una noche intensa en la habitación de William, Tom se despertó antes que su amante. Decidió salir discretamente de la habitación. Sin embargo, al abrir la puerta, se encontró cara a cara con Sally, quien parecía sorprendida de verlo salir de la habitación de William a esas horas.

-Oh, Tom, ¿qué estás haciendo aquí tan temprano? -preguntó Sally, sus cejas levantadas en curiosidad.

Tom mantuvo su compostura, esbozando una sonrisa encantadora mientras pensaba rápidamente en una excusa. -Bueno, vine a despertar a William. Tenemos algunas cosas que discutir antes de las clases.

Sally pareció aceptar la respuesta, aunque una mirada de desconfianza cruzó por sus ojos. -Ah, entiendo. ¿Todo bien entre ustedes dos?

Tom asintió con confianza. -Por supuesto, Sally. Todo está bien. Gracias por preguntar.

Sally sonrió amablemente, pero Tom podía sentir la tensión en el aire. -Bueno, debería dejarte entonces. Nos vemos en el desayuno, Tom. ¿Podrías avisarle después a William que lo quiero ver?

Tom asintió nuevamente y observó cómo Sally se alejaba por el pasillo. Una vez que estuvo seguro de que no lo veía, su expresión se endureció. Sabía que Sally era una amenaza potencial para su relación con William, y estar cerca de ella solo aumentaba su determinación para mantener a William a su lado.

No perdió más tiempo, y regresó a la habitación para encontrarse con William, quien comenzaba a despertarse. Se acercó a él con una sonrisa, sintiéndose aliviado de haber evitado un posible problema con Sally por el momento.

Desgraciadamente enamorado /Tom Riddle x Male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora