Capítulo XI

54 3 2
                                    

La transformación de William había comenzado. Después de aquella noche intensa, donde Tom reafirmó su dominio sobre él, algo cambió profundamente en su interior. Cada vez más, William se encontraba incapaz de resistir los deseos y órdenes de Tom. La manipulación emocional de Tom había alcanzado su punto máximo, y William se rendía completamente a su voluntad.

La vida de ellos después de aquella noche marcó el inicio de un nuevo comportamiento. William comenzó a evitar a Sally y a cualquier otra persona que pudiera interponerse entre él y Tom. Su dependencia emocional y física de Tom era total, y esto se reflejaba en su actitud diaria.

Una mañana, mientras caminaban hacia la clase de Pociones, Sally se acercó a William, intentando hablar con él.

—William, ¿podemos hablar? —preguntó Sally, su voz llena de preocupación.

William ni siquiera se detuvo. Con una frialdad que nunca antes había mostrado, la ignoró por completo y siguió caminando al lado de Tom, quien sonrió con satisfacción. Sally quedó parada en el pasillo, sintiendo una mezcla de dolor y frustración.

Durante las clases, William se sentaba siempre junto a Tom, cuidando de que tuviera todo lo que necesitaba. Si Tom necesitaba un libro, William lo tenía listo. Si Tom deseaba un pergamino o una pluma, William se lo ofrecía antes de que él pudiera pedirlo. Su devoción era evidente, y muchos comenzaron a notar el cambio.

En las noches, la devoción de William se manifestaba aún más claramente. Preparaba cenas especiales para Tom, utilizando los ingredientes más finos que podía conseguir superando la comida del comedor. Se aseguraba de que su habitación estuviera siempre impecable y cómoda, con la cama preparada para Tom. Incluso había aprendido algunos hechizos nuevos para mejorar la comodidad y la atmósfera del lugar.

Tom disfrutaba cada momento de esta atención. Sabía que había ganado, que William estaba completamente a su merced. Una noche, mientras William le masajeaba los hombros, Tom habló con voz suave pero firme.

—Sabes, Will, siempre supe que estarías a mi lado. Nadie más entiende nuestro vínculo. Nadie más puede darte lo que yo te doy.

William, sintiendo el calor de las palabras de Tom, asintió. —Lo sé, Tom. Te necesito más de lo que necesito a nadie más...

Tom sonrió, complacido con la sumisión total de William. —Y yo necesito que estés siempre a mi lado, para lo que sea. Eres mío, Will. No lo olvides.

William, sintiéndose consumido por su amor retorcido y la necesidad de aprobación de Tom, susurró. —Nunca lo olvidaré, Tom. Siempre seré tuyo.

Los días pasaron, y la devoción de William solo crecía. Había dejado de hablar con Sally por completo. Evitaba cualquier interacción que pudiera distraerlo de Tom. Sus amigos y hasta su hermano Innit comenzaron a preocuparse, pero William ya no les prestaba atención. Para él, solo existía Tom.

Una tarde, después de una clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, William y Tom se dirigieron a los jardines del castillo. Tom se recostó en el césped, y William se sentó a su lado, acariciando su cabello.

—He estado pensando, Will —dijo Tom, mirando el cielo. —Pronto tendremos que hacer algunos movimientos importantes para nuestro plan. Necesito que estés más que listo.

William, ansioso por complacerlo, asintió rápidamente. —Haré lo que sea necesario, Tommy. Solo dime qué hacer.

Tom sonrió, sus ojos brillando con una mezcla de ambición y posesión. —Sabía que podía contar contigo. Siempre lo supe.

Mientras el sol se esconde, William se sintió completamente inmerso en su devoción por Tom. La vida que había conocido antes de él se desvanecía, y todo lo que importaba ahora era cumplir con los deseos y demandas de Tom. La manipulación junto con el amor había completado su trabajo, y William estaba irremediablemente atrapado en la red que Tom había tejido a su alrededor.

Desgraciadamente enamorado /Tom Riddle x Male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora