LAS HOJAS

Hoy como otros días

—(Te paseas por la luna clara,
al atardecer del estanque azul,
donde se refleja tu cara,
dulce espejo de mirada limpia,
pájaro cisne de blancura extasiada)

Hija de la dureza y la fantasía,
mecida en música de otras arpas.
Creciste al amor de la luz de los relámpagos,
que hieren esta vida extraviada.

—(Hoy como otros días,
esperarás algo más de la madrugada,
y mirarás por las escaleras más allá
de la última luz estrellada)

Caminaste sola,
en una inocencia rara,
donde nadie sabía encontrarte
por carecer de alas.

—(Inopinadamente te irás,
donde solo tus ojos llegan a volar,
a costa de volverlos plumas,
que nunca querrán regresar.

Te llegaron los años,
pero no la edad,
pues todos sabían más que tú,
de la mundana oscuridad.

—(Y mirarás el suelo extrañada,
como el hogar donde quizá debiste nacer,
y las casas y personas,
que quizá debiste querer)

Y quizá te llegó el amor,
pero solo quizá,
que pronto se tiñó del dolor,
de un postrero "tic tac".

—(Y tal vez desatada al infinito tiempo,
pluma del ave que fuiste una vez,
te despiertes al amor nuevo,
presa de un viaje que no llegaste a entender)

Tu presente se hizo pasado,
un tiempo donde regresar,
un tiempo donde solo el futuro,
puede quizá recordar.

—(Pues los pájaros son variados,
y hay muchos cielos para volar,
pero solo el tiempo sabe,
cuando empiezan a emigrar.)

Hoy como aquellos días,
esperaras algo más de la madrugada,
y mirarás por las escaleras más allá,
de la última luz estrellada.