Cartas Marcadas

14 1 0
                                    

Naciste un año antes,
cuando marcaron la baraja,
y te regalaron los ases.

Me extrañó que en la partida,
de tanto ganar te arrepintieras.
Yo nada entendía,
borracho de no beber como iba,
perdía todas las manos que no jugaba.

Pero la partida me fue bien,
me enteré "el día después".
Entre frustrada y arrepentida,
confesaste que no te iba a querer.
No me sorprendió,
recién nacido como estaba
no me enteraba de nada
y menos de las cosas del amor.

Y amaneció un extraño día,
después de besarme la noche,
con resaca de poesía,
en el que me sorprendí apostando
en un juego que no podía perder.
Y como tú, de tanto ganar perdía.
Porque ganando también se pierde
cuando comprendí,
que no te volvería a ver.

LAS HOJASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora