A tu merced - Johan x Jace | Lookism

10. El Diablo no negocia

Aclaración Importante:
A partir de ahora aparecerá el cuerpo original de Daniel, pero para que no haya confusión entre el grande y el pequeño, el grande será Daniel y el pequeño será Dani, no "Danielito".
La última aclaración es que a partir de este capítulo ya es el time skip, por lo que los personajes ya son un poco más adultos, Johan y Jace antes tenían 18 años por lo que ahora tienen 21 años, eso mismo pasa con los otros personajes. Ahora continuemos:

...

"Sé que no quieres rendirte
Y como antes,
puedo ver que estas seguro
puedes cambiarlo,
pero sé que no lo harás
El diablo no negocia
Solo te romperá
el corazón otra vez
No vale la pena cariño,
Nunca va cambiar"
(Extracto de la canción)

Habían pasado ya tres años desde que el gobierno implementó el revolucionario medicamento del empresario Charles Choi, un compuesto diseñado para asegurar embarazos múltiples en omegas sin "comprometer" su salud. Con cada nacimiento, la tasa de natalidad poco a poco iba mejorando, el país comenzaba a ver lentamente los beneficios. Casi la mayoría de la sociedad aplaudía los avances y el supuesto bienestar que esto traía para la población, aunque algunos, como Jace Park, desconfiaban de las verdaderas intenciones detrás del proyecto y resentían la alianza entre el gobierno y el empresario Charles Choi. Para ellos, esa supuesta "solución" era solo otra forma de explotación para los omegas, escondida detrás de una fachada de progreso.

Además, desde la misteriosa desaparición de Daniel Park, Jace había cambiado de mentalidad y se había vuelto mucho más cauteloso. Con la ayuda de Jay, logró obtener una nueva identidad para mantenerse fuera de los radares en las bases de datos del gobierno, después decidió volver alejarse tanto como pudo de Seúl para ocultarse. La ausencia de Daniel le golpeó profundamente, pero quien resultó más afectado fue Jay, quien nunca paró de buscarlo. Con aquel suceso, la situación se tornó mucho más complicada para el equipo.

Observando desde las sombras, Jace notaba el cambio en la sociedad y no pensaba quedarse de brazos cruzados. Desde el lanzamiento del medicamento de Choi, él y Dani, quien se unió después de la desaparición de Daniel, empezaron a investigar lo que realmente tramaban Charles Choi, Gun y el resto de su equipo... incluidos Johan.

Por otro lado, Johan había consolidado su influencia en Corea de manera meticulosa. Con una red de vigilancia bien estructurada, se aseguraba de que el medicamento de Charles Choi fuera distribuido sin contratiempos, evitando alteraciones, robos o cualquier incidente que pusiera en riesgo los planes de Charles. En cada ciudad clave, Johan tenía hombres de absoluta lealtad, directores que supervisaban discretamente el flujo del producto y respondían únicamente a él. A pesar del poder ganado, Johan nunca se había olvidado de buscar a Jace. El recuerdo de su omega desaparecido aún se mantenía como una herida abierta.

...

Jace vivía en un modesto departamento en Busán, un lugar sencillo que pagaba con su empleo de medio tiempo en una cafetería. En estos tres años, su imagen había cambiado: había dejado crecer su cabello aunque siempre estaba recogido en una coleta, sus orejas llevaban perforaciones, y un nuevo tatuaje adornaba su piel. Con un físico entrenado, podía hacerse pasar por un beta sin levantar sospechas.

Un día, mientras trabajaba en la cafetería, un nuevo cliente entró para hacer una pausa y tomar un café. Mientras esperaba, sus ojos recorrieron el lugar de forma distraída, hasta que se detuvieron en el barista que estaba preparando el pedido de un cliente. Algo en su rostro parecía extrañamente familiar. La imagen, borrosa en su memoria, comenzó a aclararse en su mente. Con disimulo, sacó su teléfono y revisó fotos en su galería hasta dar con una que coincidía: era él, el omega que el jefe buscaba.