Las cosas de la mafia. (El Alemán)

#2- Günther Lehmann

Günther

Mi nombre  es Günther Lehman aunque  pocos tienen  el lujo de llamarme por ese nombre soy el águila negra, el príncipe de la mafia aunque en realidad soy un rey nunca he querido  usar el título  que tenía mi padre he hecho mis propios logros y así fue como quise que me conocieran.

Estoy en camino  a ver al Turco, un tratante de blancas que trabaja en mis territorios por un buen  precio, no pieso esperar  más para ser padre. Eris se sigue negando a ser madre y mis análisis dijeron  que yo no podría tenerlos así que la única  alternativa  que me queda es adoptar y la maldita  de mi mujer no quiere, como si ser padres fuera  un lujo para mí. A estas horas  el turco debe estar en la jaula  de oro, es el mejor  burdel del país.
No es su único negocio  la trata de blancas es muy variada, se que también  tiene  niños con los que trafican. No me importa que tenga ese tipo  de negocios  en mi territorio  siempre  y cuando pague por ellos yo me dedico al tráfico de drogas y armas así que sus inventos no me afectan, solo me benefician pero  eso él no tiene  porque saberlo.

Paramos frente a la jaula de oro, este lugar es muy grande, está bien conformado. Quien sabe  y antes de irme me divierta un rato con alguna de sus chicas  en la torre de piedra así es como se llama  el ala donde están las sadomasoquistas. Este lugar  está hecho  para todo tipo de personas y yo tengo  un gusto  muy común pero  que no puedo  compartir  con mi esposa.  No porque ella no lo comparta más bien  porque es modelo y no puedo  marcar su piel.

Mi jefe de seguridad me da luz verde para salir del automóvil blindado y me dirijo hacia  la puerta del local. En cuanto  entramos me encuentro a todos tensos, siempre  he dicho que el respeto se gana pero esta gente  más que respeto están cargadas de miedo, eso es mejor.

El turno se acerca  a mí con una gran sonrisa sabe que vengo por  placer  y no por negocios.
Turco: que trae hasta mi local al príncipe  de la mafia,  supongo  a disfrutar de los placeres  de la jaula.
Günther: te equivocas...vengo a hacer  negocios. Así que vamos a un lugar  más privado.

Nos dirigimos por un pasillo hasta su despacho  y allí nos acomodamos.
Turco: en que puedo servir al señor  de este país ( lame botas...aunque  no está equivocado, este país es mío)
Günther: requiero de tus servicios como  tratante de blancas.
Turco: o por supuesto enseguida  te enseño  un catálogo con las chicas  más nuevas  que tengo,  prefieres algún tipo  en especial?
Güther: si que sea rubia y tenga menos de un año. (Eso no se lo esperaba su boca esta un poco abierta, procesando la información que le di.) Tendrás algún problema  con eso.
Turco: claro  que no ( lo piensa un momento) y se puede  saber  para que quieres  a una bebé tan pequeña?
Günther: quiero  tener una hija, eso es lo único  que necesitas  saber.
Turco: una heredera de la mafia? ( afirmo a su pregunta  con la cabeza y el sonríe como si se hubiera  ganado un premio) tengo la bebé ideal para ti.
Günther: quiero  que tenga buena  salud  y que sea lo más parecida  a mí que puedas ofrecer.
Turco: ya te dije que está resuelto, la niña es perfecta  para ti, podemos ir ahora  mismo  al área de la favoritas y podrás conocerla, si crees que es la indicada podremos hablar  de números.
Günther: los tienes aquí?
Turco: solo a esa, la madre es un tanto  conflictiva y la uso para mantenerla a raya.
Günther: si la madre trabaja aquí  tendrá  buenos genes.
Turco: solo te puedo decir  una cosa es Divina.