|ERES UNA COMPLETA IDIOTA|- 17 Años
No podía dejar de mirar a al chica detrás del mostrador. Era guapa, alta, de cabello castaño y con una hermosa sonrisa.
Trataba de ponerle atención a lo que me decía Serena acerca de la falda que había encontrado, pero no podía apartar mi mirada de ella.
-Creo que la comprare...- le entendí.
Miré al suelo cuando crucé la mirada con la chica, sentí que me sonrojaba de a poco.
Mi amiga notó ese detalle y buscó con la vista el punto que había estado mirando, cuando encontró a la chica hizo una mueca y me golpeó en la cabeza con la falda.
-No puedes, Estás comprometida ahora, ¿qué pensaría Olivia si te viera en estos momentos?
Sí... ¿Qué pensaría ella? ¿Me dejaría libre?
-No lo sé... tampoco es para tanto, sólo la estaba mirando. Estoy comprometida, no ciega- le respondí.
Serena negó con la cabeza y siguió sacando ropa de los colgadores de la tienda. Levanté la vista una milésima de segundo y sentí la mirada de la chica.
No podía hacer nada, ella me gustaba pero no de la misma forma que Olivia.
No, no era justo para Oli, así que me reprimí e hice como que ella no estaba en el mismo establecimiento que yo.
Sin embargo, no funcionó.
Serena me regañaba cada cinco minutos por mirar "descaradamente" a otra mujer que no fuera mi futura esposa, pero al parecer ella no comprendía que yo aún tenía 17 años y que era una chica como todas las demás.
-Alicia ya basta. Llamaré a Olivia- me dijo enojada mientras sacaba el celular de su bolso.
-Tú no harás nada. No he hecho nada malo, no la he engañado- protesté.
Y era verdad, admitía que la chica me atraía y que no dejaba de lanzarle miradas, pero no había hablado con ella.
Seguía siendo una desconocida. Pero como siempre, las cosas iban en mi contra.
Cuando Serena fue a pagar la ropa que había elegido, nos atendió nada menos que la chica.
-Hola, ¿en qué puedo ayudarlas?- nos dijo con una agradable sonrisa.
Serena bufó y me fulminó con la mirada con la clara advertencia de "no hagas nada o le diré todo a Olivia".
-Quiero pagar esto- le dijo mi amiga, sin dejar de amenazarme.
Cuando ella le entregó el recibo y las bolsas con ropa, la castaña más bajita se apresuró en salir tirándome del brazo.
Afuera de la tienda, sentada en una banca para descansar dentro del centro comercial, Olivia bebía un jugo.
-Recuérdenme no volver a acompañarlas cuando digan la palabra "compras"- nos dijo poniéndose de pie y acercándose a nosotras.
Pasó su brazo por mi cintura y comenzamos a caminar hacia la tienda de música, Serena quería aprender a tocar guitarra y para empezar necesitaba una.
-Al final, ¿qué compraron?- nos preguntó la castaña mientras subíamos por la escalera eléctrica.
-Yo un vestido para cuando llegue la primavera, un abrigo, una falda, un par de zapatos y un chaleco- enumeró Serena.
-¿Y tú, cariño?
-Nada- le contesté.
-No compró nada, pero le echó el ojo a algo que estaba fuera de su alcance- comentó Serena. Estuve a punto de caerme cuando nos bajábamos de la escalera.
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𝑴𝒂𝒓𝒓𝒚 𝑴𝒆 | 𝑶𝒍𝒊𝒗𝒊𝒂 𝑹𝑜𝒅𝒓𝒊𝒈𝑜
Romance-Y por todo ese cariño que te tenemos, Olivia- dijo mi padre, radiante con su traje negro que fue especialmente hecho para la ocasión. -Queremos que formes oficialmente parte de esta familia. Así que este es nuestro regalo de cumpleaños, la mano de...