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                           "EL FINAL DE UNA VIDA Y EL COMIENZO DE OTRA"

Habían pasado dos meses desde que los primeros síntomas del embarazo de Lee Won comenzaron a manifestarse

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Habían pasado dos meses desde que los primeros síntomas del embarazo de Lee Won comenzaron a manifestarse. Caesar, aunque consciente de los repentinos cambios de humor de su pareja y sus extraños antojos, lo sobrellevaba con paciencia. El sueño de su vida era convertirse en padre y ser el progenitor amoroso que él nunca había tenido. Por fin había llegado el día tan esperado: estaban en la clínica para descubrir el género de su bebé.

—Es... un niño —anunció el médico con una sonrisa.

Lee Won y Caesar se miraron emocionados, compartiendo una sonrisa de felicidad pura. Su hijo era lo más preciado en sus vidas, y ambos estaban decididos a darle el mundo entero.

—Te lo dije, ahora me debes un blini —bromeó Lee Won, sin poder ocultar su alegría.

—Claro, aunque si hubiera sido una niña también te lo habría dado —respondió Caesar con ternura.

Pasó un mes más, durante el cual Caesar se esmeraba en cumplir con cada uno de los extravagantes antojos de Lee Won. Sin embargo, no todo fue fácil. Los cambios de humor de Lee Won se intensificaron y, en una ocasión, una discusión por un antojo en particular escaló hasta convertirse en una pelea intensa. Aunque el amor entre ellos era fuerte, el embarazo añadía un nuevo nivel de desafío a su relación.

[Flashback]

—Lee Won, ¿de verdad quieres Borsch? —preguntó Caesar, algo desconcertado.

—Sí —respondió Lee Won sin dudarlo.

—Lee Won, son la 1 de la mañana —dijo Caesar, incrédulo.

—¿Y eso qué importa? ¿Hay algún problema? —contestó Lee Won, cruzando los brazos con una mirada desafiante.

—No, no hay problema, pero ya comiste bastante hoy, tal vez deberías... —Caesar intentó razonar, pero fue interrumpido por el intenso cambio de humor de Lee Won, quien liberó feromonas que hacían evidente su enojo.

—¿Estás insinuando que me veo gordo? —preguntó Lee Won, con los ojos brillantes de tristeza.

—¡No, claro que no! Solo que deberías seguir la dieta que te recomendó el doctor... —intentó suavizar Caesar.

—Lo pensaré si me das el Borsch —negoció Lee Won, con el tono firme pero a la vez suplicante.

—Está bien, como quieras —cedió Caesar, derrotado.

[Fin del flashback]

Esa fue solo una de las muchas discusiones que tuvieron durante el embarazo. Los cambios de humor de Lee Won eran constantes y, en más de una ocasión, sus inseguridades salían a la luz. Se sentía "feo" y "gordo", sentimientos que Caesar intentaba combatir con halagos y constantes muestras de afecto.

Rosas sin espinasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora