Capitulo 1 :Lucca Brown

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Debería presentarme , pero lo siento tengo como norma evitar a los vivos ...bueno , de ves en cuando cada mucho tiempo no puedo resistirme la curiosidad no puede conmigo. No sé qué tiene Lucca Brown exactamente pero sentí curiosidad, así que me dispuse a observarla desde donde no podían verme . Prometo darte un pequeño consejo cuando llegue el momento ,no tengas miedo, eso no sirve de mucho .

En la pequeña ciudad de Maplewood, Canadá, donde todos se conocían y las rutinas eran predecibles, vivía una joven que destacaba por su peculiaridad y encanto: Lucca Brown. Maplewood era un lugar tranquilo, con calles bordeadas de árboles entrando al otoño y casas de estilo victoriano. Sus habitantes llevaban vidas ordenadas y cotidianas, pero Lucca era una excepción fascinante en este entorno tan uniforme .Desde su infancia, Lucca mostraba una personalidad extraña pero irresistiblemente atractiva. Tenía una manera particular de ver el mundo, siempre a través de un lente de curiosidad y asombro. Donde otros veían rutina, Lucca encontraba maravillas escondidas, pequeñas joyas en las grietas del día a día. Esta visión única de la vida era algo que ella cultivaba con entusiasmo, transformando lo mundano en algo extraordinario.

Vivía en un orfanato administrado por la señora Ingrid Weston, una mujer de unos sesenta y tantos años, aunque le decía a Lucca que tenía alrededor de 35 años cada vez que le preguntaba por su edad. Ingrid era una figura maternal para Lucca, y aunque su relación no era siempre perfecta, había un vínculo especial entre ellas. Ingrid admiraba la forma en que Lucca podía convertir un día común en una aventura llena de descubrimientos.

La vida de Lucca estaba marcada por una mezcla de inocencia y sabiduría. Su curiosidad inagotable la llevaba a pasar horas observando a las aves en el parque, preguntándose sobre sus vidas y sus viajes. Le gustaba hablar con extraños, descubrir sus historias y aprender de sus experiencias. Sin embargo, detrás de esta fachada alegre, Lucca luchaba con una depresión severa, un dolor silencioso que la había llevado a intentar quitarse la vida en varias ocasiones. Pese a su sufrimiento, Lucca apreciaba la vida más que nadie en Maplewood. Su capacidad para encontrar belleza en lo cotidiano y su autenticidad sin filtros la hacían única y especial .Los días con Lucca nunca eran aburridos. Siempre había algo nuevo que aprender, un misterio que resolver, una aventura que emprender. Aunque sus travesuras a veces resultaban en situaciones caóticas, nadie podía negar que la vida era mucho más interesante con ella cerca. Sus vecinos, aunque a veces desconcertados por sus acciones, no podían evitar sentirse atraídos por su personalidad vibrante.

Una tarde, mientras paseaba por el parque, Lucca se detuvo a observar una bandada de gorriones que picoteaban en el césped. Sus pensamientos se deslizaban entre la vida de las aves y las historias de las personas que había conocido. En esos momentos de contemplación, encontraba una paz que le resultaba elusiva en otros aspectos de su vida.

Así era Lucca Brown: una joven cuya extraña personalidad no solo la hacía destacar, sino que también la hacía querer. En un mundo que a menudo puede ser frío y predecible, ella era una brisa fresca de curiosidad y encanto, recordándonos a todos la importancia de ver el mundo con ojos de niño y corazón abierto. Su presencia con esos grandes ojos azules color oceano , cabello medio largo recordandonos al carbón que se hace luego de apagar una fogata convinaban bien con su tes blanca como la nieve, en Maplewood era un recordatorio constante de que, a pesar de las dificultades y el dolor, la vida estaba llena de maravillas esperando ser descubiertas.

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