Slytherin boy's react

Los haces llorar

Theodore Nott

En los oscuros corredores del castillo de Hogwarts, Theo y tú se encontraban en una acalorada discusión. La atmósfera, normalmente fría y sombría del castillo, se sentía aún más pesada debido a las emociones intensas que ambos estaban experimentando.

Era una noche tormentosa, con relámpagos iluminando ocasionalmente los pasillos de piedra. Se encontraban en una sala vacía del castillo, un lugar que solían considerar su refugio. Ahora, ese lugar se había transformado en un campo de batalla emocional.

"¿Por qué siempre tienes que ser tan controlador, Theodore?" gritaste, con los ojos llenos de furia. "No puedes manejar mi vida como si fuera una extensión de la tuya."

Theo, intentando mantener la calma, replicó: "T/n, solo quiero lo mejor para ti. Todo esto es por tu bien, no puedes verlo ahora, pero..."

"¡Basta! ¡No me hables como si fuera una niña!" interrumpiste, tu voz temblando de rabia. "Estoy harta de que me trates como si no pudiera tomar mis propias decisiones."

Theo dio un paso atrás, sorprendido por la intensidad de tu enojo. "T/n, por favor, no quiero pelear contigo. Solo quiero que entiendas que..."

"¿Que entienda qué? ¿Que siempre piensas que sabes lo que es mejor para mí? ¡Pues te tengo noticias, no eres tan perfecto como crees!" respirabas pesadamente, las palabras llenas de veneno estaban a punto de salir de tus labios.

"¿Sabes qué, Theodore? Eres patético. No eres más que un cobarde que se esconde detrás de sus manipulaciones."

El silencio cayó como un manto sobre la sala. Theo parpadeó, incrédulo, sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas. Siempre había sido fuerte, frío y calculador, pero tus palabras lo habían golpeado en lo más profundo de su ser.

"T/n, ¿realmente piensas eso de mí?" preguntó, su voz quebrándose mientras una lágrima solitaria rodaba por su mejilla.

Al ver el dolor en los ojos de Theo, sentiste un nudo en el estómago. "Theo, yo... no quise decir eso. Solo estaba tan enojada..."

Pero era demasiado tarde. Theo ya no podía escucharte. Las lágrimas caían libremente ahora, y el siempre orgulloso y altivo Slytherin parecía un niño perdido y herido. Sin decir una palabra más, Theo se dio la vuelta y salió de la sala, dejándote sola con tu arrepentimiento.

Caíste de rodillas, sintiendo el peso de tus palabras y la magnitud de lo que habías hecho. El sonido de la tormenta en el exterior se hizo eco de tu dolor interno. Querías correr tras él, disculparte, arreglar todo, pero tus pies no se movían. La culpa y la tristeza te habían paralizado.

La puerta se cerró con un eco sordo y final, como un presagio de lo que podría ser el fin de su relación.

Te quedaste en la oscuridad, con lágrimas silenciosas corriendo por tu rostro, sintiendo que el corazón se te rompía en mil pedazos.

El castillo de Hogwarts, testigo de innumerables historias a lo largo de los siglos, añadió esta tragedia a su larga lista de corazones rotos y almas atormentadas.

*****

Draco Malfoy

Era una tarde gris en Hogwarts, con el cielo cubierto por densas nubes que anunciaban una tormenta. El ambiente sombrío parecía presagiar el tenso enfrentamiento que estaba a punto de ocurrir en un aula vacía del castillo. Draco y tú habían decidido encontrarse allí para hablar. Lo que comenzó como una discusión menor se había transformado en una pelea feroz.

Draco había intentado varias veces calmarte, pero estabas cegada por el enojo, tus palabras saliendo como flechas venenosas.

"T/n, por favor, escúchame," rogó Draco, su voz reflejando la desesperación. "No quise que las cosas llegaran a esto. Podemos arreglarlo, de verdad."