Primera impresión

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(Este escenario está escrito desde su perspectiva)


Theodore Nott

Sentado en el banquillo de madera en el Gran Comedor, me encontré rodeado de un mar de rostros desconocidos, todos llenos de emoción y expectativa. La selección había comenzado y yo ya había sido asignado a Slytherin, la casa de la ambición y la astucia. Desde mi lugar en la larga mesa decorada con verde y plata, observaba a los nuevos estudiantes desfilar ante el Sombrero Seleccionador.

El sombrero mágico emitía sus veredictos con rapidez, enviando a los alumnos a sus respectivas casas. Mi atención deambulaba entre los diferentes rostros, hasta que un nombre resonó en el aire y atrajo mi mirada como un imán.

"T/n."

Una niña, con un aire de confianza mezclada con una leve timidez, avanzó hacia el sombrero. Su cabello caía en suaves ondas, brillando bajo la luz de las velas flotantes, y sus ojos, llenos de curiosidad y una chispa de determinación, exploraban el entorno con una intensidad que me dejó sin aliento.

Mientras el Sombrero Seleccionador era colocado en su cabeza, mi atención se centró completamente en ella. Cada segundo parecía alargarse, como si el tiempo hubiera decidido detenerse solo para que pudiera observarla mejor. Me pregunté qué pensamientos podrían estar cruzando su mente en ese momento crucial. ¿Estaría nerviosa? ¿O tal vez emocionada como yo lo había estado?

"Slytherin," proclamó el sombrero con su voz profunda y resonante.

Un pequeño suspiro de alivio escapó de mis labios, que pasó desapercibido entre los vítores de los Slytherin. Ella sonrió tímidamente mientras se dirigía hacia nuestra mesa, y fue entonces cuando noté algo peculiar en mi pecho: una calidez, una especie de atracción inexplicable que no había sentido antes.

Mientras ella se acercaba, me di cuenta de lo diferente que era. No por su apariencia, aunque era innegable su atractivo, sino por la forma en que se movía, la seguridad en su paso, y esa mirada que parecía ver más allá de la superficie de las cosas.

Ella tomó asiento no muy lejos de mí, y aunque no intercambiamos palabras, me encontré a mí mismo observándola de reojo, fascinado por cada pequeño gesto. La forma en que sus dedos jugaban distraídamente con un mechón de su cabello, la curiosidad en sus ojos mientras miraba el magnífico techo encantado del Gran Comedor, que reflejaba el cielo estrellado de la noche.

Me pregunté cuál sería su historia, qué sueños albergaba, y cómo sería su voz al hablar. Algo en ella me hacía querer conocerla más, descubrir los misterios que se escondían detrás de esos ojos brillantes.

A medida que la cena avanzaba, los platos se llenaban y vaciaban con delicias mágicas, pero mi atención permanecía en ella. Los rumores y risas de mis nuevos compañeros de casa se convertían en un ruido de fondo mientras mis pensamientos se centraban únicamente en T/n.

Por alguna razón, sentía que nuestra llegada a Slytherin no era solo una coincidencia. Había algo en su presencia que me hacía pensar que nuestras vidas estaban destinadas a entrelazarse de alguna manera, que había más en nuestro encuentro de lo que el destino había revelado hasta ahora.

Esa noche, mientras me recostaba en mi cama, no podía dejar de pensar en ella. T/n se había convertido en un enigma fascinante que quería desentrañar, y la emoción de ese primer encuentro resonaba en mi mente, prometiendo un año lleno de descubrimientos, no solo sobre el mundo mágico, sino también sobre aquella niña que había capturado mi atención desde el primer instante.

*****

Draco Malfoy

La sala estaba llena de murmullos excitados mientras los nuevos estudiantes de primer año esperaban su turno para ser seleccionados en sus respectivas casas. Ya había pasado mi momento bajo el Sombrero Seleccionador, y ahora, con orgullo, llevaba la insignia de Slytherin. La casa de mis padres. Me senté en la larga mesa de Slytherin, observando a los demás con un aire de superioridad, como me habían enseñado.

Slytherin boy's reactDonde viven las historias. Descúbrelo ahora