(Su perspectiva)
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El cielo sobre la mansión se tornaba de un gris oscuro, anunciando una tormenta inminente. A lo lejos, los truenos rompían el silencio de la tarde, pero dentro de mí, la tormenta ya había comenzado. Estábamos en el jardín, entre las flores perfectamente cuidadas y las estatuas que parecían observarnos en silencio, y ahí, justo en medio de todo ese caos, T/n y yo discutíamos. Nunca pensé que las cosas llegarían a este punto. Pero aquí estábamos, gritando, lanzándonos palabras que cortaban más que cualquier hechizo.
"No puedo seguir así, Regulus" me dijo, su voz quebrándose, pero firme. Me miraba con esos ojos que solían ser mi refugio, ahora llenos de tristeza y frustración. Sentí cómo algo en mi interior se rompía con esas palabras.
"¿Qué quieres decir con "no puedes seguir así"?" pregunté, aunque en el fondo sabía la respuesta. Habíamos estado en desacuerdo durante semanas, cada conversación más tensa que la anterior. Era como si estuviéramos caminando sobre una cuerda floja, siempre al borde de una caída.
"Esto no está funcionando" repitió ella, su voz más dura esta vez. "Nosotros no estamos funcionando. Me duele estar contigo y sentir que estamos en una constante batalla, una en la que ni siquiera sé si estamos peleando por algo que vale la pena."
Las palabras me golpearon como un maleficio, uno que no podía bloquear. Todo mi cuerpo se tensó y una mezcla de rabia, miedo y desesperación comenzó a crecer en mi pecho. Nunca había sentido tanto en tan poco tiempo. Me acerqué a ella, intentando mantener la calma.
"¿Crees que terminar es la solución? ¿Eso es lo que quieres?" le pregunté, mi voz más baja, intentando controlar el temblor en mis manos.
"No se trata de lo que quiero, Regulus. Se trata de lo que necesito. Y no puedo seguir necesitando algo que tú no puedes darme" respondió, apartando la mirada hacia el suelo, como si no pudiera soportar verme a los ojos.
Mi corazón se hundió aún más al escuchar esas palabras. ¿Cómo habíamos llegado hasta aquí? Nunca pensé que ella pudiera decir algo así. Nunca imaginé que nuestra relación, que en un momento fue mi mayor consuelo, mi refugio, pudiera desmoronarse tan rápido, como un castillo de naipes.
"No me hagas esto" le dije, mi voz apenas un susurro, pero ella ya había tomado una decisión. Lo veía en la rigidez de su postura, en la forma en que apretaba los puños junto a su cuerpo. Entonces lo dijo.
"Lo mejor es que terminemos" su voz no tembló esta vez. No titubeó. La seguridad en su tono me dejó paralizado.
La miré, incrédulo, como si no pudiera procesar lo que acababa de escuchar. "Terminar". Esa palabra reverberaba en mi cabeza, y por un momento me quedé sin aire.
"No... no puedes..." balbuceé, pero ella ya estaba girándose para marcharse.
"Lo siento, Regulus. De verdad lo siento, pero ya no puedo seguir así" dijo con un dolor evidente en su voz. Dio un paso para regresar a la mansión.
No sé qué fue lo que me impulsó. Tal vez fue el miedo. Tal vez fue la desesperación. Pero en ese momento, antes de que pudiera alejarse más, estiré la mano y la tomé del brazo, con más fuerza de la que había planeado. La giré hacia mí, obligándola a volver, a quedarse, al menos un segundo más. No podía dejarla ir. No podía perderla.
"¡No puedes irte!" grité, el control que me quedaba desvaneciéndose con cada segundo. "No puedes dejarme."
Ella me miró, sorprendida, pero no dijo nada. Sus ojos estaban llenos de lágrimas que aún no se atrevían a caer. Mis manos temblaban. Lo sentía en mi pecho, esa presión que crecía, la sensación de que el mundo se estaba desmoronando a mi alrededor y yo no podía hacer nada para detenerlo.
Y entonces, hice lo impensable. Me arrodillé frente a ella.
Nunca en mi vida había hecho algo así. Regulus Black, arrodillado. Era impensable, y, sin embargo, allí estaba, rogándole a la única persona que me importaba realmente.
"No me dejes, por favor" supliqué, mi voz rota por el dolor. "No puedo vivir sin ti. No sé cómo hacerlo. Todo esto... todo lo que soy... es por ti. Eres lo único que tengo. No puedo seguir sin ti."
Vi cómo sus ojos se abrieron más. Estaba sorprendida. Tal vez incluso horrorizada. Porque sabía, y yo también, que jamás me había visto así. No era mi estilo, no era quien yo era. Pero por ella... haría lo que fuera.
"Regulus..." susurró, como si no pudiera creer lo que veía.
"Te necesito. Más de lo que puedes imaginar. No puedo... no puedo estar sin ti. Si me dejas, no sé qué será de mí. No puedo perderte. Por favor..."
Continué, el dolor en mi pecho ahora insoportable. Mi voz temblaba, y en ese momento, ya no me importaba el orgullo, el estatus, nada de eso. Solo me importaba ella.
Me quedé ahí, de rodillas, rogándole, suplicándole que no me abandonara. Que no destruyera lo que habíamos construido juntos.
Ella no dijo nada. Parecía luchando con sus propias emociones, y el silencio entre nosotros se llenó de la creciente tormenta a nuestro alrededor. La primera gota de lluvia cayó, golpeando mi rostro como un recordatorio de la tempestad que se desataba no solo en el cielo, sino dentro de mí.
Antes de que pudiera responder, antes de que pudiera decir una sola palabra, me levanté de golpe, movido por una energía que ni siquiera sabía que tenía, y la besé.
No fue un beso suave ni dulce. Fue un beso desesperado, profundo, cargado de todo lo que sentía. Cada fragmento de miedo, de amor, de dolor, de arrepentimiento, todo lo que no podía poner en palabras, lo puse en ese beso. Mis manos se enredaron en su cabello, atrayéndola hacia mí, sintiendo cómo el espacio entre nosotros se desvanecía, como si, en ese momento, al menos por un instante, todo pudiera arreglarse.
Sentí su cuerpo tensarse al principio, como si no supiera qué hacer, pero luego, lentamente, comenzó a corresponder. La lluvia caía con más fuerza ahora, empapándonos a ambos, pero no me importaba. Nada más importaba.
Cuando finalmente nos separamos, ambos respirábamos con dificultad. Sus ojos se encontraron con los míos, y pude ver toda la confusión, el dolor, y algo más. Algo que tal vez podría salvarnos.
"No puedo perderte" repetí, mi voz apenas un susurro.
Ella no dijo nada. Pero en ese silencio, supe que aún había esperanza. Que aún quedaba algo por lo que luchar.
Y yo, estaba dispuesto a luchar hasta el último aliento.
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¡Espero les guste mucho este especial de nuestro Reggie!
Trataré de subir más escenarios individuales de los chicos :)
Con amor,
Slythgirl <3
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Slytherin boy's react
Fiksi Penggemar¡Hola chicxs! He creado esta historia para subir los escenarios y que los puedan leer de una mejor manera. Espero disfruten sus lecturas (Me pueden encontrar en TikTok como: slythgirl_)