Especial (Draco Malfoy)

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(Perspectiva de T/n)

*****

Me ajusté la sudadera mientras subía las gradas del estadio. Tenía el apellido de mi novio estampado en la espalda junto con su número, y aunque me sentía orgullosa de llevarla, el azul de Ravenclaw contrastaba demasiado con mi falda verde. Me recordaba constantemente que estábamos en casas opuestas, pero para mí no importaba. Al fin y al cabo, ese día estaba aquí para apoyarlo, no para pensar en tonterías como las rivalidades entre casas.

El clima era típico de Hogwarts en otoño: el cielo cubierto de nubes grises que prometían lluvia, aunque por ahora solo caía una suave llovizna que hacía que el aire se sintiera más frío de lo que realmente estaba. Me senté en las gradas junto a algunos compañeros, pero no les prestaba atención. Mi mirada estaba completamente fija en el cielo, buscando entre los jugadores que volaban con rapidez en sus escobas. Finalmente, lo encontré: mi novio, volando ágilmente mientras intentaba localizar la Snitch dorada.

Sonreí al verlo tan concentrado, pero mi sonrisa se desvaneció casi de inmediato cuando algo —o más bien, alguien— interrumpió mi vista.

Draco Malfoy.

Él estaba ahí, también buscando la Snitch para Slytherin. Mi "enemigo académico". Así lo llamaba yo, aunque había algo más que solo competencia entre nosotros. Había una tensión que no podía ignorar, una atracción que me hacía sentir incómoda, y al mismo tiempo... intrigada.

Intenté sacudir esos pensamientos. Hoy no estaba aquí para pensar en Draco, sino para apoyar a mi novio. Pero era difícil ignorarlo cuando lo veía volar con tanta destreza. Los dos buscadores se encontraban en una feroz competencia, ambos compitiendo por la Snitch, ambos tan concentrados en el juego que no parecían notar nada más a su alrededor.

El partido avanzaba rápidamente, y la tensión en el aire se sentía cada vez más intensa. Los gritos de apoyo para ambas casas resonaban en el estadio. Mi corazón latía con fuerza mientras veía a mi novio acercarse peligrosamente a la Snitch, su mano estirada. Pero, justo cuando pensé que la atraparía, Draco apareció de la nada, arrebatándola de sus dedos en el último segundo.

Los gritos de celebración de Slytherin fueron ensordecedores. Mi corazón cayó al estómago. No podía creerlo. Draco había ganado.

El pitido final resonó por todo el estadio, y vi cómo ambos equipos descendían lentamente hacia el suelo. Los jugadores, agotados pero victoriosos, desaparecieron hacia los vestidores. Yo permanecí en mi asiento por unos momentos, tratando de asimilar lo que acababa de ocurrir.

No era una derrota humillante, pero ver a Draco vencer a mi novio, una vez más, me frustraba. Decidí bajar de las gradas para esperar a mi novio cerca del campo.

Me apoyé en una de las paredes cercanas al túnel que llevaba a los vestidores, observando cómo el estadio comenzaba a vaciarse. La ligera lluvia seguía cayendo, apenas lo suficiente como para mojar mi rostro. Mis pensamientos divagaban, observando las nubes y el horizonte gris. Todo se sentía distante y casi... melancólico.

Hasta que una voz me sacó de mis pensamientos.

"¿Esperando a tu novio, T/n?"

Suspiré y rodé los ojos al verlo. Su cabello rubio estaba empapado por la lluvia, pero, para mi desgracia, eso solo lo hacía ver aún más atractivo. Tenía su túnica de Quidditch parcialmente abierta, y su respiración aún estaba agitada por el esfuerzo del partido. Su sonrisa era arrogante, pero había algo en la forma en que sus ojos me miraban... algo que me hacía sentir incómoda, nerviosa.

"¿Qué quieres, Malfoy?" le respondí, intentando sonar indiferente.

Él se encogió de hombros, acercándose un poco más a donde yo estaba. Estaba invadiendo mi espacio personal, y mi cuerpo reaccionó antes que mi mente; mi respiración se aceleró, y noté que mis manos comenzaban a sudar.

"Solo curiosidad" dijo, con esa sonrisa maliciosa que siempre me ponía los nervios de punta. "Debe ser frustrante ver cómo tu novio pierde contra mí... otra vez."

Lo miré, fulminándolo con la mirada, pero él solo rio suavemente. Sabía cómo hacerme enojar, cómo hacer que me sintiera pequeña frente a él, pero hoy... había algo diferente. No estaba enfadada. O al menos, no tanto como debería estarlo. Estaba nerviosa, incómoda, como si una parte de mí disfrutara de su atención, aunque jamás lo admitiría.

"Es solo un juego, Malfoy. No te emociones tanto" respondí, tratando de sonar segura de mí misma, pero mis palabras sonaban débiles incluso para mis propios oídos.

Draco dio un paso más hacia mí, y mi corazón dio un vuelco. Estaba demasiado cerca. Podía sentir el calor de su cuerpo mezclado con el frío de la lluvia. Su perfume llenó mis sentidos.

"¿Sabes?" su voz bajó a un susurro, y mi piel se erizó. "Te verías mucho mejor con una sudadera verde... con mi apellido y mi número."

Lo miré, incrédula. Mis mejillas ardían, y estaba segura de que me había puesto roja como un tomate. Intenté mantener la compostura.

"No digas estupideces" balbuceé, sintiéndome demasiado nerviosa para mirarlo a los ojos. "Esta sudadera azul me queda mucho mejor."

Draco rio suavemente, una risa baja que hizo que mi estómago diera un vuelco.

"No te engañes, T/n" respondió, su tono más serio, pero aún con esa arrogancia en sus ojos. "Sabes que no es verdad."

Tragué saliva, incapaz de encontrar una respuesta adecuada. La tensión entre nosotros era palpable, como si el aire mismo se hubiera vuelto denso y cargado de electricidad.

Draco me miraba con una intensidad que me desarmaba, y por un momento, pensé que haría algo... algo que cambiaría todo. Pero en lugar de eso, simplemente dio un paso hacia atrás, rompiendo el hechizo que parecía habernos envuelto.

"Nos vemos, T/n" dijo, despidiéndose con una sonrisa que no pude interpretar, y luego se alejó, desapareciendo en el túnel que llevaba a los vestidores.

Me quedé ahí, con el corazón latiendo desbocado y las piernas temblando ligeramente. No podía creer lo que acababa de pasar. ¿Qué demonios había sido eso? Mi mente seguía dándole vueltas a sus palabras, a su mirada, a la forma en que había invadido mi espacio, dejándome completamente sin aliento.

Poco después, mi novio salió de los vestidores, sonriendo al verme. Me saludó con un beso en la mejilla, y juntos comenzamos a caminar hacia el castillo. Pero mi mente seguía anclada en otro lugar... en otro alguien.

Giré ligeramente la cabeza y, a lo lejos, lo vi. Draco. Estaba parado junto a sus compañeros, pero sus ojos estaban fijos en mí. Nuestras miradas se encontraron por un breve segundo, y en ese instante, la tensión volvió a surgir, fuerte y latente. Ambos fingimos que no pasaba nada, pero sabíamos la verdad.

Esto... no había terminado.

*****

¡Holaaa!

Les quise escribir este pequeño escenario de Draco, me pareció interesante y espero les guste tanto como a mí. 

Por cierto, gracias por las 17k leídas, lxs quierooo.

Con mucho amor,

Slythgirl <3

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⏰ Última actualización: 5 days ago ⏰

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