Slytherin boy's react

Beso bajo la lluvia

(Enemigos)

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Theodore Nott

La tarde en Hogwarts había estado tranquila hasta que Theodore y tú comenzaron a discutir en el patio del castillo. Las nubes grises sobre sus cabezas se reflejaban en sus ánimos, y sus voces elevadas resonaban en los pasillos vacíos.

"No puedo creer que seas tan... tan insensible, Nott," espetaste, cruzando los brazos con frustración.

"¿Insensible? Viniendo de ti, eso es casi un cumplido," replicó Theodore, arqueando una ceja con una sonrisa cínica.

"Siempre tienes que tener la última palabra, ¿verdad? No puedes simplemente admitir cuando te equivocas," replicaste, dando un paso hacia él, tus ojos brillando con desafío.

Theodore se encogió de hombros. "Solo porque tú siempre estás equivocada, no significa que todos los demás lo estemos."

La tensión entre ambos era palpable, casi tangible en el aire húmedo que empezaba a llenarse de las primeras gotas de lluvia. Apretaste los puños, tratando de controlar tu ira.

"¿Sabes qué, Nott? Eres tan... irritante. Eres el peor," dijiste, pero tu voz tembló ligeramente.

"Y tú eres tan... agotadora," replicó Theodore, pero su tono no tenía la usual dureza. Había algo más allí, algo que no podías identificar del todo.

La lluvia comenzó a caer con más fuerza, empapando sus túnicas. Pero ninguno de los dos parecía dispuesto a ceder o a buscar refugio. Estaban demasiado inmersos en su confrontación, en esa extraña danza de palabras afiladas y miradas intensas.

"¿Por qué siempre tienes que ser tan difícil?" preguntaste, tu voz ahora apenas un susurro.

"Tal vez porque tú me haces ser así," respondió Theodore, dando un paso hacia ti. Sus ojos se encontraron, y por un momento, el tiempo pareció detenerse.

"¿Qué... qué quieres decir con eso?" preguntaste, tu corazón latiendo desbocado en tu pecho.

"Quiero decir que... maldita sea, T/n, siempre estás en mi cabeza," dijo Theodore, su voz firme pero sus ojos revelando una vulnerabilidad que rara vez mostraba.

"¿Y qué? ¿Eso te molesta tanto?" replicaste, dando otro paso hacia él, ahora tan cerca que podías ver las gotas de lluvia resbalando por su rostro.

"Más de lo que debería," admitió Theodore, su voz apenas un murmullo.

La lluvia caía con fuerza ahora, empapándolos completamente, pero ninguno de los dos se movió. Había algo en el aire, algo que había estado allí durante todo este tiempo y que finalmente estaba saliendo a la superficie.

"¿Sabes qué? Tú también estás en mi cabeza, Theodore. Y odio admitirlo, pero... no puedo dejar de pensar en ti," dijiste, tus palabras cargadas de una emoción que habías estado reprimiendo durante mucho tiempo.

La confesión, aunque disfrazada de desafío y rabia, dejó a Theodore momentáneamente sin palabras. La lluvia empapaba su rostro, pero sus ojos nunca dejaron los tuyos. Un silencio tenso se apoderó del patio, solo interrumpido por el sonido de la lluvia.

Entonces, en un movimiento rápido y decidido, Theodore acortó la distancia entre ambos. Sin decir una palabra, tomó tu rostro entre sus manos y te besó con urgencia. Fue un beso lleno de años de tensión contenida, de palabras no dichas y emociones reprimidas.

Te quedaste inmóvil por un segundo, sorprendida por la intensidad del beso, pero luego tus manos se movieron por sí solas, agarrando la túnica de Theodore con fuerza, respondiendo al beso con igual pasión.