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Unos pequeños rayos de sol, una mirada y unos besos en mi cara fue la razón de que me despertará.

-Buenos días, mami-dijo nata a mi lado con una gran sonrisa

-Buenos días, mi amor-le sonreí como niña chiquita y después lo abracé

-¿Cómo amaneciste?-pregunto para después darme un beso en la cabeza

-Gracias a ti genial, ameciste muy cariñoso eh-rió

-Es imposible no serlo con tremendo mujeron que tengo

-Te amo-lo besé

-¿Quieres que te haga otro bebé?-me dijo con una sonrisa pícara

-Los que quieras-sonreí

-Tengo una idea mejor, unos gemelos-solte una carcajada

-Que obsesión por unos gemelos nata, deberas contigo, muy apenas puedes contigo mismo

-¿Pero apoco no estaría muy chingon?-negué-amoor, estaría bien chilo güerita

-Si tengo miedo por el parto del que viene en camino, ya me dará mucho más si vienen dos

-¿Enserió te da miedo?-asentí-¿por qué no me habías dicho?

-No lo sé, todavía no me cae el veinte-me encogí de hombros-aparte tengo poquito, casi cinco mesesitos-nata bajo su mano a mi estómago

-Ya quiero tenerlo en mis brazos, ahora seremos cinco desmadrosos en casa-reí

-Stizzy y yo somos las únicas tranquilas

-Ah si como no, eres cabrona, y lo sabes

-Fue lo que me hizo enamorarte

-En realidad, fue todo, fuiste tú

-Ay ya, mejor dame un beso

-Los que quieras, mi chula-muy obediente me hizo caso-uno mañanero o que-reí y le pegué

-Cállate, nati no tarda en despertar

-Ajá y qué, ahí esta el baño

-Si verdad-asintio feliz-me iré a bañar-me miro confundido-nati no debe tardar en despertar y va a querer ir a desayunar-me levanté para irme a bañar

-No chingues amor, al menos báñate conmigo o algo

-Mejor cuida que Stizzy no se coma a tu hija, ya será después, guapo-le di un beso y entré al baño

Hice lo que tenía que hacer, bañarme, cambiarme, peinarme y maquillarme. Me termine poniendo un conjunto blanco de top y falda larga, arriba de mi bikini igual blanco. Dejé mi pelo suelto y me maquille natural.

Salí y nata seguía en la cama con su celular, al parecer había un perrito y una niña jugando.

-¡Papá! ¡stizzy mordió la cabeza de mi muñeca! ¡mira!-dijo apunto de llorar

-Que pedo morrita-dijo viendo la cabeza de la muñeca toda deforme-para que se la das si ya sabes como es este wey

-Papá ¡mi barbie!-empezo a llorar

-Amor, tienes como mil más, no te preocupes-dije acercándome a ella

-No mami, esa era mi sirena, ya no tengo otra-lloro más fuerte

-Estás castigado-nata cargo a Stizzy y se metió al baño con el perrito-oyy quien lo quiere, pendejoo-se escucho como le daba besos

Evité soltar una gran carcajada, solo seguí consolando a nati, evidentemente nata huyó del problema y se fue a bañar.

𝑼𝒏 𝑷𝒆𝒒𝒖𝒆𝒏̃𝒐 𝑨𝒄𝒄𝒊𝒅𝒆𝒏𝒕𝒆 // 𝑁𝑎𝑡𝑎𝑛𝑎𝑒𝑙 𝐶𝑎𝑛𝑜 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora