bueno está historia es original:> ,no actualizo tan seguido por mi estudio Pero bueno, para esta historia me base en una experiencia que tuve con una chica, y espero que si en algún momento llega a leer este fic, espero le guste y sin más :> disfrut...
Después de eso roier y yo tomamos caminos diferentes,el para su habitación y yo para la mía. Cuando ya no lo ví por el pasillo mi oso comenzó a moverse desesperado exigiendo que fuese tras el.
"No vamos a ir con el" le dije para que se calmara lo cual no dió resultado.
"Ir con Omega" repetia nada cuánto.
Y como el rey manda a campesino, le hice caso y me fui a la habitación de roier, golpe la puerta suavemente.
El abrió la puerta unos segundos después.
–¿Si spreen? – me miró confundido.
–eh roier puedo entrar un momento – dije nervioso.
¿¡Porque vergas estaba nervioso!?
– mhm claro – respondió haciéndose a un lado para que yo entre.
Empeze a oler su habitación, lo cual hizo que mi alfa se calmara y suspiré.
– ¿está todo bien osito?– dijo acercándose por detrás, como pidiendo permiso de abrazarme.
– mhm, si solo que mi oso no dejaba de molestar hasta que llegue acá – respondí sincero.
– ah okey.. – me abrazó por detrás después de hablar.
Si me hubiera volteado habria visto un Omega muy sonrojado.
De repente sentí como su olor se hacía fuerte indicando que el estaba soltando feromonas para calmarme.
Me permitió relajarme y di media vuelta para abrazarlo también, lo que yo y el no esperábamos era que mi cuerpo o bueno mi rostro se fuera a su cuello.
Moví la cola gustosamente.
– ya me duelen los pies – lloriqueo el menor y yo rei.
Sin dejar de abrazarlo lo guíe hasta la cama de el, sentando me yo primero y el en mi regazo.
–mucho mejor – murmuró.
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🕷️...
Sabrán los dioses cómo llegue a despertar con un alfa superior y más un alfa oso.
¡UN OSO!
Abrí los ojos y sentí algo pesado roder mi cintura, instintivamente me levanté Pero...
– quieto – gruño el alfa.
Y mi cuerpo respondió ante el, acostándose otra vez y dejando se llevar por el olor de el. Me gire para mirarlo.
–buenos días para ti también oso gruñón– dije sonriendo.
– buenos días pollo tonto – me respondió perezoso.
– ¡soy un pato!– grite
– pareces pollo – respondió apretando el agarre diciéndome que me vuelva a dormir
