Bill estaba sentado en el pequeño departamento que había alquilado cerca de la preparatoria. Las paredes eran grises, y el único mobiliario consistía en una cama, una mesa y una silla. Sobre la mesa habían armas cuidadosamente dispuestas, cada una de ellas reluciendo bajo la luz tenue de una lámpara.
Bill estaba concentrado limpiando una de sus pistolas, asegurándose de que estuviera en perfecto estado. Sus movimientos eran suaves y precisos, reflejo de su entrenamiento y experiencia.
Mientras pasaba un paño por el cañón de la pistola, su teléfono vibró sobre la mesa. Bill frunció el ceño, dejó el arma a un lado y tomó el teléfono. En la pantalla, el nombre "Jefe" Se levantó y contestó la llamada.
"¿Sí?" dijo Bill con voz firme.
"Bill" la voz grave y autoritaria de su jefe resonó "tenemos la dirección de tu objetivo. Axel, el hijo de Ethan, vive cerca de la preparatoria. Necesitamos que te acerques a él lo antes posible"
Bill inhaló profundamente, sintiendo una mezcla de emociones. "Entendido" respondió. "¿Algo más que deba saber?"
"Sí. Este chico no es como su padre. Es un estudiante común, sin entrenamiento. No debería ser un problema para ti."
"Lo sé" dijo Bill, aunque las palabras de su jefe le hicieron recordar la inocencia que alguna vez tuvo, algo que lo perturbaba más de lo que debería. "Me encargaré de esto."
"Más te vale" advirtió su jefe. "No olvides por qué estás haciendo esto."
"No lo olvidaré" aseguró Bill, cortando la llamada y dejando el teléfono de nuevo sobre la mesa. Miró la arma que había estado limpiando, sus pensamientos llenos de imágenes de su madre y de Ethan. La venganza lo había impulsado durante años, y ahora estaba tan cerca de lograr su objetivo.
Bill guardó sus armas y cerró la caja. Se levantó y se dirigió a la ventana, mirando hacia la preparatoria en la distancia. Su mirada era fría, pero también había una sombra de duda.
"Axel..." murmuró para sí mismo. "Tanto tiempo sin verte..."
Bill salió del departamento, listo para enfrentar el día y acercarse más a su objetivo.
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Bill tenía seis años cuando su vida cambió para siempre. Aunque era joven, ya tenía muchos recuerdos, algunos felices y otros dolorosos, pero la noche en que todo ocurrió quedó grabada en su mente con una nitidez aterradora.
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La pequeña casa estaba en silencio, excepto por los suaves murmullos de Axel, un niño de dos años con grandes ojos azules, jugando con unos bloques de madera en la sala. Bill, con sus propios ojos grandes y curiosos, jugaba a su lado, cuidándolo como si fuera su hermano menor. Amaba a Axel y siempre admiraba sus ojos, tan similares a los de su padre, Ethan...
La madre de Bill, una mujer de cabellos oscuros y una sonrisa cálida, estaba en la cocina, preparando la cena. Cada tanto, miraba hacia los niños y sonreía, contenta de verlos felices.
De repente, el sonido de la puerta principal abriéndose de golpe rompió la tranquilidad. Bill levantó la cabeza, asustado por el ruido inesperado.
La madre de Bill se asomó desde la cocina, su expresión cambiando rápidamente del desconcierto al pánico. "¡Bill escóndete!" gritó, su voz cargada de miedo.
Bill, tomó de la mano a Axel y corrió hacia el armario del pasillo, metiéndose dentro y cerrando la puerta aun Asi podia ver a través de una pequeña rendija.
Un hombre alto entró en la casa, sus ojos fríos y sin alma. Era Ethan, y aunque Bill no lo sabía entonces, este hombre sería la fuente de su odio y dolor.
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Historias Entre Mundos-Bill kaulizt
Romance•̩̩͙Nos Estábamos besando apasionadamente cuando me separé un poco y le susurré•̩̩͙ "¿Te hiciste daño cuando caíste del cielo?" Con una sonrisa traviesa, me respondió "Quizás, pero me raspé las rodillas al salir desde el infierno. Y créeme, fue un...