La fiesta

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Me desperté temprano, enredado en las sábanas de mi cama en la residencia universitaria. Senti un ligero dolor en mis caderas. La luz del sol se filtraba a través de las persianas, llenando la habitación con un resplandor cálido. Me estiré, sintiendo los músculos despertarse lentamente, y me levanté de la cama.

Al girarme, vi a mi compañero de cuarto, Andreas, todavía dormido. Bueno, no exactamente dormido.

A su lado, un chico desconocido yacía desnudo, con una sonrisa satisfecha en su rostro. Sonreí, sacudiendo la cabeza ante la escena.

Andreas siempre había sido el más extrovertido de los dos, y sus noches nunca parecían estar vacías de compañía. Caminé hacia el espejo, pasándome una mano por el cabello desordenado. Note chupetones en mi cuello y muslos pero no le tome importancia.

"Hora de arreglar este desastre" murmuré para mí mismo.

Con el cepillo en mano, peiné mi cabello, tratando de domar los mechones rebeldes. La rutina diaria de vestirme fue rápida una camiseta de alguna banda de rock, unos jeans ajustados y mis botas favoritas.

Nada demasiado elegante, pero definitivamente en mi estilo. Mientras terminaba de arreglarme, escuché a Andreas despertarse.

"Buenos días, dormilón" dije con una sonrisa, abrochándome el cinturón. Andreas se giró lentamente, mirando a su acompañante antes de mirar hacia mí.

"Buenos días, Axel. Parece que te levantaste temprano otra vez."

"Ya sabes cómo soy. No puedo desperdiciar la mañana."
Me acerqué a la puerta, listo para comenzar el día.

"Voy al comedor. ¿Quieres algo?"

"Nah, estoy bien. Creo que tengo que ocuparme de mi amigo primero" dijo, riendo suavemente mientras se estiraba.

El chico desconocido murmuró algo incoherente y se acurrucó más cerca de Andreas.

Salí de la habitación, caminando por los pasillos de la residencia universitaria hacia el comedor. La universidad tenía todo lo que necesitaba un comedor decente, una sala de música donde podía practicar con mi banda, y por supuesto, una buena dosis de ambiente rockero.

El comedor ya estaba lleno de estudiantes, algunos todavía adormilados y otros claramente más despiertos que yo.

Agarré una bandeja Mientras me servía comida en el comedor, noté a Tom acercándose con una sonrisa de oreja a oreja. "¡Axel! La fiesta de anoche fue increíble, ¿no crees?" dijo mientras se servía un montón de comida.

"Sí, fue bastante salvaje" respondí, riendo mientras llenaba mi bandeja.

Tom no perdió tiempo en empezar a contarme sobre su noche con varias chicas, dando demasiados detalles. "Y luego, esta rubia se me acercó y..."

No pude evitar reírme mientras Tom continuaba con su relato exagerado. Caminamos juntos hacia nuestra mesa habitual, donde Georg ya estaba sentado. O, más bien, medio desplomado con la cabeza sobre la mesa, murmurando cosas ininteligibles.

"Buenos días, Georg" dije, riendo mientras tomaba asiento. "¿Noche dura?"

Georg levantó la cabeza ligeramente, sus ojos apenas abiertos. "Mátame ahora" murmuró antes de dejar caer su cabeza de nuevo sobre la mesa.

Tom y yo intercambiamos miradas divertidas antes de sentarnos. Vi a Bill masticando una manzana al frente de mi. Levanté una mano en saludo y Bill me devolvió una sonrisa.

"¿Has visto a Gustav?" le pregunté a Tom mientras comenzaba a comer.

"Sí, salió temprano esta mañana. Tenía que ir a buscar no sé qué cosa. Siempre está haciendo algo raro" respondió Tom, encogiéndose de hombros.

Historias Entre Mundos-Bill kauliztDonde viven las historias. Descúbrelo ahora