Historias Entre Mundos-Bill kaulizt

Sinfonia de Sombras

Antes de empezar la historia de hoy quiero pedir disculpas públicas a una creadora de contenido a la que bueno me aviso y me dio un pequeño regaño por andar promocionando mi historia.
Y está bien digo yo también haría lo mismo.
Solo que por el mero nerviosismo y miedo borré su mensaje. Pero cualquier cosa si ella llega a leer esto quiero que sepa que no sabía sobre esa norma que ella tenia.
Es que normalmente no reviso los perfiles, no estoy acostumbrado a eso. Pero igual, perdón y no volverá a pasar. Solo quería bueno tal vez podrías leer mi historia o ojearla un poco.
La verdad, amo tus historias y me encantan. Entonces eso es todo. No sé si lo leas o no pero igual perdón. No podía ser feliz sabiendo que no me disculpé entonces ahorita ando un poco más tranquilo.

Eso es todo disfruta la historia.

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La música resonaba en la sala de ensayo, envolviendo cada rincón con su ritmo vibrante.

Mis pies seguían el compás de manera casi automática, mientras mi mente se concentraba en cada movimiento. Helen, mi compañera de baile, estaba frente a mí, sus ojos brillando con una mezcla de concentración y nerviosismo.

Aunque ambos éramos algo tímidos, había una tensión palpable entre nosotros, una chispa que se encendía cada vez que nuestros cuerpos se acercaban.

"Helen relájate un poco. Deja que la música te guíe" le dije tratando de romper el hielo.

Ella me miró, esbozando una sonrisa nerviosa. "Lo intento, Tom. Es solo que... bueno a veces me pongo un poco tensa."

"Lo estás haciendo genial" le aseguré, mientras la tomaba de la mano y la giraba con gracia. Nuestros movimientos se sincronizaban perfectamente, y por un momento, me olvidé de todo lo demás.

Después de varios minutos de práctica intensa, hicimos una pausa para tomar un respiro. Helen se sentó en el suelo, recostada contra la pared, mientras yo me acercaba para sentarme a su lado.

"Sabes" comencé, tratando de mantener la conversación ligera, "siempre he pensado que bailar es una forma de expresar lo que no podemos decir con palabras."

Helen asintió, mirándome con curiosidad. "Es verdad. A veces siento que puedo decir más a través de un baile que con mil palabras."

"Exactamente" respondí, sintiendo la conexión entre nosotros fortalecerse. "Y creo que es por eso que nos llevamos tan bien en la pista.

Hay algo que compartimos, algo que solo se revela cuando estamos bailando."

La mirada de Helen se suavizó, y por un momento, el mundo exterior desapareció.
Solo éramos nosotros dos, compartiendo un momento único y especial.

Decidí aprovechar la oportunidad para ser un poco más directo. "Helen sé que puede ser un poco incómodo a veces, pero quiero que sepas que disfruto mucho bailar contigo. No solo por la práctica, sino porque siento que... bueno, que tenemos algo especial."

Helen sonrió, esta vez con más confianza. "Yo también lo siento, Tom. Eres un gran compañero de baile, y más que eso, eres una persona increíble."

Nos quedamos en silencio por un momento, disfrutando de la compañía mutua. Sabía que aún había mucho que descubrir entre nosotros, pero por ahora, este pequeño avance era suficiente.

La música volvió a sonar, y con renovada energía, nos levantamos para continuar nuestra práctica. Sabía que esta conexión que compartíamos en la pista de baile era solo el comienzo de algo mucho más grande.

Después de terminar nuestra práctica, caminé con Helen hacia su casa. La noche estaba fresca, y el aire tenía ese aroma característico de verano. Conversamos sobre la rutina de baile y algunas bromas ligeras para mantener el ánimo alto.