Historias Entre Mundos-Bill kaulizt

¿Enemigos?

Céline se encontraba en la habitación de su bebé, cantándole suavemente una melodía de cuna. El niño, de tan solo cuatro años, estiraba sus pequeñas manos tratando de tocar el rostro de su madre. Céline sonrió con ternura, pero una sensación de inquietud comenzó a invadirla.

"Duérmete mi niño duérmete ya...".

De repente, su sonrisa se desvaneció. Miró a su alrededor, tratando de identificar la fuente de su inquietud. Colocó al bebé cuidadosamente en su cuna y salió al pasillo. El viento azotaba las ventanas y la tormenta rugía afuera.

"¿Quién anda ahí?".

Abrió la puerta principal y miró hacia el exterior, pero no vio nada. Sin embargo, al darse la vuelta para regresar, sintió un dolor agudo en su cuello seguido de una puñalada en el abdomen. Cayó al suelo, incapaz de gritar.

Mientras tanto, en las calles, John corría desesperadamente contra el viento y la lluvia, intentando llegar a su hogar. Sabía que algo andaba mal, y cada paso parecía un esfuerzo titánico.

"¡Céline!"

Al llegar a la puerta, la abrió de un golpe y vio la escena desgarradora su esposa estaba en el suelo, muerta, en manos de un vampiro. Sin pensarlo dos veces, se lanzó contra él.

El vampiro, Amore, lo miró con una sonrisa siniestra.

"Tu esposa se ha ido, John. Ahora es tu turno. Pero antes de que acabemos aquí, debes saber que Bill está yendo por Axel".

"No le hagas daño a mi hijo!".

Amore se lanzó sobre John, y la pelea fue brutal, llena de resentimiento y odio acumulado. Ambos se golpeaban con fuerza, intentando tomar ventaja.

Mientras tanto, Bill había llegado a la habitación donde Axel estaba en su cuna. El niño lo miró con inocencia y le preguntó con una voz suave

"¿Sabes dónde está mi mamá?".

Bill sintió un nudo en la garganta. Miró al pequeño niño, sin saber qué responder.

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John miraba a Axel con orgullo y tristeza. El joven de 21 años se había convertido en un hombre alto, apuesto y atractivo, con una belleza angelical heredada de Céline. Su cabello blanco, ojos azules y piel pálida evocaban recuerdos dolorosos en John.

Cada vez que lo veía, las lágrimas luchaban por escapar de sus ojos. No había sido capaz de proteger a Céline, pero se había prometido acabar con los vampiros y proteger a su gente de ellos.

John, ahora el líder de la Organización de Cazadores, había dedicado su vida a la protección de su pueblo.

Bajo su mando, los cazadores se especializaban en rastrear y eliminar vampiros, convirtiéndose en los protectores del lugar.

Axel, por su parte, había crecido con la misma determinación y había demostrado ser uno de los mejores cazadores de la organización.

"Ya creciste mucho, hijo. Eres casi tan bueno como yo".

"Casi, papá. Pronto seré el mejor".

John no pudo evitar sonreír, aunque su corazón aún cargaba con el dolor del pasado.

"Siempre planeamos nuestras ofensivas cuidadosamente. Pero debes ser cauteloso, Axel. No puedo perderte también".

Axel asintió, comprendiendo la gravedad de las palabras de su padre. La última confrontación con Amore y Bill había sido devastadora, y esta vez debían estar preparados.

"Lo sé papá. No te preocupes. Nos encargaremos de ellos y vengaremos a mamá".

La noche se acercaba, y con ella, la reunión de los cazadores. John se paró frente a ellos, su presencia imponente y su voz firme.