Capitulo 4

62 7 28
                                    


𝚄𝚂𝙹

—Buenos días.

Fuyumi y Natsuo se voltean al escucharme, esbozando una gran sonrisa.

—Buenos días para ti también, Akira —responde mi hermano mayor.

—¿Como dormiste? —me pregunta Fuyumi, acomodándose en su lugar.

—Normal —digo, sentándome frente a ella y al lado de Natsu para empezar a desayunar—. ¿Y a ustedes como les ha ido?

—A nosotros bien —comenta Natsu—. Eso deberíamos preguntarte a ti.

Cierro los labios, pensando un momento mi respuesta.

—Bastante bien —contesto finalmente—. Nuestros compañeros tienen dones increíbles y son muy talentosos.

—¿Los ha estado conociendo? —inquiere mi hermana.

—Sólo a algunos, pero por lo poco que llevo todos son muy simpáticos. También me di cuenta que sólo somos siete mujeres de veinte personas en total.

—Eso si es una gran diferencia.

Mientras desayunábamos, mis hermanos me seguían preguntando por U.A y yo seguía respondiendo con normalidad. Pese a que nuestro padre nos obligó a Shoto y a mí no convivir con ellos para enfocarnos en nuestra meta, tengo una buena relación con ellos. Siempre que él no está, aprovecho de pasar tiempo con ambos. Los dos han sido un gran apoyo para mí, al igual que Shoto y mamá, pese a que ella ya no vive con nosotros.

Unos minutos después, aparece mi mellizo, quien se sienta al lado de Fuyumi.

—Buenos días, Shoto —saluda mi hermana—. ¿Quieres jugo de naranja?

—Sí, por favor.

La mayor le sirve un vaso al bicolor, quien la recibe con calma, no sin antes agradecer y comenzar a comer en silencio. Shoto solía ser algo callado en general. Prefería más escuchar que hablar cuando estaba con nosotros.

—Después del trabajo, iré a ver a mamá —informa Fuyumi luego de que termináramos—. ¿Alguien quiere acompañarme?

—Me encantaría, pero hoy tengo certamen de cálculo —responde Natsu—. Puedes ir con Shoto y Akira.

—Yo no tengo problema —aseguro con una sonrisa—. Hace tiempo que no la veo.

—¿Y tú, Shoto?

La pregunta que hizo Fuyumi tensa por completo al nombrado, quién bebe el último sorbo de su jugo.

—No puedo.

Sin más, el chico se retira de la mesa, dirigiéndose a su cuarto para encerrarse. Suelto un suspiro afligido.

—Yo iré —musito.

Me levanto también, no sin antes agradecer a la señora que hizo nuestro desayuno para así dirigirme a la habitación de Shoto y abrir con lentitud, notando como guardaba los cuadernos que necesitaría para hoy.

—Sé que estás ahí.

Me apoyo del marco de la puerta, cruzándome de brazos, mientras que él se gira a verme con una expresión neutral.

—¿Qué?

—¿Estás bien?

Mi pregunta lo sorprendió. Incluso, pude ver como sus hombros se relajaban e intenta decir algo, pero al final se queda en silencio. Ingreso a su cuarto, cerrando la puerta detrás de mí.

—Oye, sé que ha sido difícil para ti lo que pasó y créeme que te comprendo —empiezo—, pero, Shoto, han pasado casi diez años.

—Lo sé —murmura en voz baja—. Es que... no puedo.

DIE FOR YOU |Katsuki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora