Capitulo 6

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𝙳𝚎𝚌𝚕𝚊𝚛𝚊𝚌𝚒𝚘𝚗 𝚍𝚎 𝚐𝚞𝚎𝚛𝚛𝚊

La luz blanca iluminaba todo el pasillo. Caminaba con calma mientras saludaba a las personas que ya conocía, hasta que finalmente llego a la puerta que estaba buscando, golpeando un par de veces.

—Pase —escucho del otro lado.

Abro la puerta con cuidado, encontrándome con aquella hermosa mujer de cabello blanco, mirando hacia la ventana, quién se voltea al verme con una sonrisa.

—Akira...

—Hola, mamá.

Me aproximo hacia ella, dándole un abrazo para así sentarme al frente.

—Me alegra tanto de que estés bien —empieza mi mamá, tomándome de las manos—. Supe lo del ataque de U.A. ¿Estás bien? ¿Como está Shoto?

—Tranquila, no pasó a mayores —aseguro con una sonrisa—. Shoto está bien. Sólo hubieron cuatro heridos, y entre ellos había un compañero, pero todos están bien.

—Gracias a Dios —susurra—. Estaba muy preocupada. Sobretodo por la forma en la que lo dijo Fuyumi.

Sin poder evitarlo, suelto una risilla. Mi hermana solía ser algo dramática para las cosas y nos terminaba asustando a todos.

—¿Quieres algo para tomar? —ofrece mamá.

—No por ahora —digo—. Yo vine a ver como estabas. Ya que como ayer no pude venir.

—De eso no te preocupes. Yo entiendo que ahora que estás en U.A no podrás venir tan seguido.

Esbozo una sonrisa por ello. Me impresionaba que mamá fuera tan comprensible.

—¿Qué tal la escuela? ¿Has hecho amigos? ¿Como son tus maestros?

Le conté absolutamente todo. Desde el primer día, las personas que he conocido y lo que ha pasado durante las clases. Me explayé como nunca lo he hecho. Mamá siempre me transmitió esa confianza.

La extrañaba tanto. Llevaba casi un mes sin poder verla.

—¿Y Shoto? —pregunta—. ¿Como se ha sentido en U.A?

—Ya sabes cómo es él —comento—. No es muy expresivo que digamos, pero se ha estado esforzando mucho para ser el mejor, aunque sin usar su lado izquierdo.

Un silencio fluye en la habitación, en donde mamá me mira con seriedad y a la vez preocupación.

—¿Sigue sin usar su lado izquierdo?

—Se niega rotundamente —aclaro—. Bueno, si fuera por mi, yo también lo haría, pero como mi don es el fuego, entonces, no tengo opción.

—No lo veas de esa forma, Akira.

—Entonces, ¿cómo más lo veo? Desde que tengo memoria, papá nos ha sobreexplotado con nuestros dones y ni siquiera se ha preocupado por nosotros aunque sea un poco.

—Akira, ¿odias a tu padre?

Esa pregunta me tomó desprevenida. No sabía que decir al respecto.

Odiar a mi padre...

Ni siquiera yo lo sé.

¿No se supone que sólo por ser tu familia ya tienes que quererlo?

DIE FOR YOU |Katsuki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora