Capitulo 11

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𝙲𝚘𝚖𝚋𝚊𝚝𝚎𝚜

—¡Conque ahí estabas!

De pronto, siento como varias personas me toman de los brazos, desconcertándome al notar que eran mis compañeras.

—Chicas, ¿qué...?

—Tenemos que apurarnos —sigue Yaoyorozu mientras sacaba una cinta métrica y tomaba mis medidas con rapidez. Miro el alrededor de la sala, notando que las demás tenían un traje de porristas—. Tendremos una batalla de porristas en unos minutos y tenemos que salir todas.

¿Como que batalla de porristas?

¡¿A quién se le ocurrió?!

—¿Y Kaori? —pregunta Uraraka.

—Ya no hay tiempo.

Cuando menos me lo esperé, ya estaba totalmente cambiada, con el mismo uniforme que las demás, quedando anonadada.

—Hay que salir —informa Mina—. Rápido.

Abro la puerta casi por instinto, pero justo en ese momento me doy cuenta la cantidad de gente que estaba caminando por los pasillos. Casi al instante, siento el calor en mis mejillas.

—No pienso hacerlo —apresuro en decir con el corazón acelerado, dispuesta a regresar al salón.

No obstante, las chicas me vuelven a tomar del brazo, obligándome a ir con ellas. Pocos minutos después, estábamos otra vez en el estadio, en dónde todos nos observaban confundidos, mientras que mi vergüenza ya no pasaba desapercibida.

—Ay, no puede ser...

—¡¿Qué les ocurre?! —escuchamos por el altavoz—. ¡¿Tanto buscan tener espectadores?!

Nos quedamos en silencio, en dónde yo simplemente me coloco detrás de Mina, ya que a ella no parecía importarle estar con el vestuario, pero por mi parte, me sentía expuesta.

—¡¡Mineta, Kaminari!! —exclama Yaoyorozu, apuntando a ambos chicos que estaban a lo lejos reprimiendo una carcajada—. ¡¡Nos engañaron!!

De repente, Bakugo aparece entremedio de todo y les lanza explosiones a Mineta y Kaminari, mandándolos lejos.

—¡Par de imbéciles!

Noto como el rubio cenizo comienza a perseguir a ambos chicos que corrían por todo el estadio, mientras que Yaoyorozu cae de rodillas al suelo, afligida. Uraraka se acerca a ella para posar una mano en su hombro.

—¿Por qué será que siempre caigo en las trampas de Mineta? —emite—. Hice los uniformes con mi don.

—Son unos idiotas —apoya Jiro, lanzando los pompones para cubrirse.

—¿Y a ustedes que les pasó?

Nos volteamos a ver a Kaori, quien al parecer de todas nosotras, fue la única en que no cayó en la trampa.

En el instante en que vio nuestros rostros y luego como Bakugo perseguía a Mineta y Kaminari con sus explosiones, entreabre los labios.

DIE FOR YOU |Katsuki|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora