10. ¿Podemos hablar?

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Hazel

-Hola.

Sentí como un escalofrío recorría todo mi cuerpo en cuestión de un segundo.

-¿Que haces tú aquí?-Pregunté.

-He venido a ayudarte y de paso, hablar algunas cosas.

-Creo que no hay nada que hablar. Tu y yo no hemos sido nada en ningún momento y no tienes porque darme explicaciones al igual que yo no tengo por qué hacerlo.

-Ya lo sé, pero me gustaría explicártelo. Eres demasiado importante para mi y no puedo perderte.

Mi corazón dio un vuelco al oír ese comentario.

-Está bien, hablemos. Pero primero ayúdame a subir las maletas.

Cuando subimos, vi como Odessa y Greta nos miraban. Les lancé una mirada para que se fueran y sin decir palabra lo hicieron.

-Mira Hazel, no pretendía que pasase lo de ayer. Tenía mis propias razones para no besarte. En cuanto al beso con Cleo, fue algo de lo que me arrepentí al instante y sigo arrepintiéndome. Y solo lo hice porque te ví besando a James y...

-Lo entiendo, yo precisamente le besé porque no lo entendía. Lo siento mucho si he sido muy dura contigo, es solo que ella me dijo muchas cosas que me hicieron sentir mal y en vez de decirle todo lo que opinaba a ella me lo guarde y lo pagué contigo y tampoco fue justo para ti.

-Tampoco es eso. Yo fui algo capullo. Lo que Cleo dijo fue horrible y no se como me contuve para no pegarle un puñetazo para que cerrase la boca. Aún así, si que la dije lo que opinaba de ella, pero tu ya no estabas. He estado todo el día preocupado porque no sabía cómo decírtelo y pensaba que cuando te lo dijese me ibas a pegar una patada en los huevos.

¿Así pensaba que era? ¿Una agresiva que no sabía controlarse y le iba pegando a todo el que se encontraba?

-¿Enserio es eso lo que piensas de mí?-Susurré mientras sentía que la presión empezaba a acumularse en mi pecho.

-¿Qué? Oh no, Hazel, era una broma ¿Vale? Tranquila.-Cuando terminó de pronunciar esas palabras me acercó a sus brazos y me estrujó entre sus brazos. Después aflojó un poco el agarre sin soltarme del todo y me dió un beso en el pelo. Luego me agarró de los hombros y me obligó a mirarle a aquellos ojos verdes en los cuales me había perdido innumerables veces.- Escúchame, eres una de las personas más amables que he conocido en mi vida. Se que apenas nos conocemos de hace un mes pero me ha bastado este tiempo para conocerte. Eres muy inteligente y muy observadora, eres muy buena persona, amable y dulce pero tampoco tienes miedo de contestar a alguien que no te trata como te merece y eso es maravilloso y me encanta. Pero por algún extraño motivo tienes miedo a lo que los demás piensen de ti. Y no lo entiendo. Eres perfecta, tanto dentro como fuera. Eres preciosa y me encantaría que pudieras verte a través de otros ojos. No pretendía hacerte sentir mal, lo siento mucho.

-No te preocupes, es que ataco muy rápido a la gente y todo me sienta mal.

Entonces analicé lo que me había dicho.

-¿Piensas que soy preciosa?

-¿Acaso todavía no te habías dado cuenta?-Susurró con su boca a escasos centímetros de la mía.

Justo cuando iba a cortar la distancia entre nosotros, sonó el timbre mientras tocaban a la puerta.

-¿Ode, estás ahí?-Preguntó Kent.

Inmediatamente me separé de Addam y fui a abrirle la puerta a Kent.

-¡Hola Kent! Des está en su habitación con Greta.-Le expliqué.

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