"Y yo que me doy el lujo
de no morir de pobreza,
canto esta pobre canción
hecha de inútil tristeza,
y no sé, yo no sé cómo hacer,
cómo salir y salvarlos...""Aporofobia, retirada."
-Agarrate Catalina-_________________________________
Fue la primera tarde justo al volver del galpón. Mew tenía los brazos entumecidos por el trabajo repetitivo. Y no había un solo centímetro de su cuerpo que no oliera a podrido.
Pero Mew había dejado de llorar por aquel trabajo hacía mucho. Reciclar basura era lo único que ponía un plato de sopa caliente en su mesa cada noche. Mew tenía estudios, incluso había sido el mejor de su clase. No era inmigrante. Sus bisabuelos habían nacido allí. Pero era gay - en una ciudad pequeña en la que todos se conocían- y rechazado por su familia y sin ningún amigo, viviendo en una pensión de mala muerte y sin esperar ya nada de la vida.
Mew pensó en dejar sus zapatos y su campera en el pasillo a menos hasta que el olor putrefacto se suavizara. Pero sabía que si lo hacía era probable que alguien se los llevara. Así que, esperando que a ese joven Gullf no le molestará demasiado su olor y creyéndolo ya dormido, entró.
El catre vacío lo puso en alerta y se desesperó. Hasta que un par de parpadeos después, lo halló sentado cerca de la ventana sosteniendo algo con ambas manos. Algo a lo que miraba absorto. Mew se acercó unos pasos sin decir nada. Y entonces la vio: una fotografía arrugada y húmeda mostraba el rostro de una joven mujer de ojos profundos y sonrisa angelical. Y abrazado a ella, estaba el propio Gulf, sonriendo en una forma en la que Mew jamás pensó que alguien pudiera sonreír. Mew se estremeció como si algo se le estuviera quebrando en su pecho agitado.
Sintió celos, unos celos profundos, por aquel abrazo y por aquella sonrisa; y sintió celos también de esa mirada brillante que ahora podía atisbar en los ojos de Gulf, quién miraba hipnotizado la fotografía sin percatarse ni por un segundo de que un Mew con ojos cargados de lágrimas se alejaba corriendo, perdiéndose en la fría noche que comenzaba.
Volvió a las pocas horas, tratando de Gulf no se diera cuenta de nada. Logró desvanecer sus celos por un puñado de días, pero una noche al volver más temprano que de costumbre, volver a ver a Gulf absorto mirando a la joven de la fotografía, hizo que reprimiera un suspiro de frustración y se fuera corriendo antes de que el propio Gulf notara su presencia...
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Bleeding Beast...
FanfictionMewGulf fanfic Para las personas de "bien", la bestia es ese indocumentado que le quita el trabajo y la cama de los hospitales. Para ese mismo indocumentado, la bestia es ese tren de mil toneladas- o ese mar embravecido- que lo llevará hacia un fut...