Capítulo 4
Perspectiva de Kikyo
Me senté frente al computador esperando que Kag se conectara. Ya había pasado un mes y tres semanas desde que mi mejor amiga se había ido a Estados Unidos. Sonreí porque era el mismo tiempo que llevaba con Inuyasha. Pensé que este tiempo iba a ser muy triste para mí, pero Inuyasha lo ha hecho uno de los mejores de mi vida.
Al fin Kag se conectó.
- Hola, Kag.
- Hola, Kikyo, ¿Cómo estás?
- Muy bien, ¿y tú?
- Pues aquí, preparando los boletos para regresar a Japón.
- ¡¿Verdad?!, ¡solo falta una semana para que estemos como siempre, muy unidas!.
- Sí, ya te extraño mucho. Las videollamadas no son lo mismo que verse en persona, Kikis.
- Sí, tienes razón. Y también porque ya quiero que conozcas a Inuyasha.
- ¿Ah sí, al famoso Inuyasha Taisho?
- Oye, lo dices como si la idea no te agradara.
- No es eso, solo temo... que él nos distancie.
- Kag, nadie nos va a distanciar. Es verdad... me enamoré como una loca de él, pero jamás te dejaría a un lado por él ni por nadie. ¿Recuerdas nuestro juramento?
Tocó su collar y sonrió.
- Sí, claro que sí, Kikyo.
- ¡Jamás ningún hombre nos va a separar!.
Gritamos las dos juntas mientras yo también tocaba mi collar, que fue el regalo que Kag me dio hace años.
- Tienes razón, Kikis. Perdón por haber actuado como niña celosa.
Solté una carcajada.
- No te preocupes, Kag. Yo en tu lugar habría hecho lo mismo o tal vez sería peor, jajaja.
Vi que en el cuarto de Kag entró Sota.
- Hermana, ¡hooo, hola Kikyo!
- ¡Hola, mi pequeño Sota!, ¿Cómo estás?
- Bien, pero a mí nunca me llamas.
- Sota, perdón, pero los cambios de horario son muchos y no quería que te desvelaras.
- Bueno, igual te extraño mucho.
- Qué lindo eres. Yo también te extraño mucho, mucho.
Le tiré besos a la pantalla para regalarle una sonrisa.
Sota es el menor de los Higurashi y es como mi hermanito pequeño. A veces, los domingos los pasaba conmigo en mi departamento.
Los domingos de hermanos
Pensé mientras lo veía en la pantalla.
- Sota, ¿venías a decirme algo? - le pregunta Kag.
- Sí, Kag, es que mamá te necesita para algo.
- Bien, dile que ya voy.
- Ok, adiós, Kikyo. Nos vemos la otra semana.
- Claro, mi pequeño, nos vemos.
Vi cómo se fue corriendo del cuarto.
- Kikyo, tienes a ese niño muy mañoso.
- Jajaja, claro que no.
- Claro que sí. No sabes lo que nos costó a mamá y a mí hacer que se durmiera. Lo único que quería cuando llegamos era: "Quiero hablar con mi hermana Kikyo, quiero hablar con ella", jajaja. ¿Ves que sí está mañoso?.
ESTÁS LEYENDO
No por El
RomanceKagome y Kikyo son las mejores amigas del mundo. Se prometieron lealtad por toda la vida, jurándose que jamás nadie las separaría. Pero, ¿qué pasará cuando Inuyasha Taisho entre en sus vidas? ¿Será el responsable de romper esa amistad?.