capitulo 25

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Capítulo 25

La decisión de Rin

Un mes después de la pelea del gimnasio

Perspectiva de Rin

Estaba terminando de darle unos apuntes a mis niños cuando sunó el timbre de recreo. Les sonreí a mis pequeñitos para que salieran a jugar.

- Bien, eso es todo por ahora. ¡Vayan a jugar un rato, sí! Al patio, mis pequeños.

- ¡Gracias, maestra! - y empezaron a salir uno por uno.

Me quedé viendo a Shippo y a Sota. Se veían muy felices los dos mientras charlaban, y Sota se acercó a mí, detrás venía Shippo. Sota esperó a que todos los niños salieran para sonreírme y hablarme.

- Rin, ¿puedo hacerte una pregunta?

Sonrío con ternura. Sota siempre fue respetuoso, llamándome "maestra" cuando daba clases, pero cuando estamos solos, solo me decía "Rin". Aunque ahora estábamos acompañados del pequeño Shippo.

Miré a Sota para hablarle.

- Claro, Sota. Dime.

- Shippo no me cree que mi hermana y su hermano, Inuyasha, son novios. ¿Verdad que sí?

Me tensé con su pregunta.

- Niños, ¿por qué me preguntan eso?

- Porque tú viste a Inuyasha cuando yo me caí de las escaleras.

Solté un suspiro para luego sonreírles

- A ver, pequeñitos, lo que hagan sus hermanos mayores es algo que les concierne solo a ellos, ¿entendido?

- Pero...

- Pero nada, Sota. Es verdad que Kagome conoce al joven Taisho, pero a nadie le consta que tengan un noviazgo, mis pequeños querubines.

- Pero, maestra, yo vi a mi hermano Inuyasha bien atontado cuando está cerca de Kagome.

Solté una risita por lo que decían.

- A ver, pequeños, lo mejor es que ustedes mismos les pregunten a sus hermanos, ¿vale? Ahora vayan a jugar.

- Pero...

- ¡Vayan, pequeños traviesos! - les di un beso en la frente a cada uno, y ellos se fueron a jugar.

Caminé hacia mi asiento para sentarme y me quedé pensando.

- Pobres de mis niños. Ellos no se merecen que las malas decisiones de los adultos los afecten.

Solté un suspiro de cansancio. Recordé que faltaba poco para mi cumpleaños, pero no iban a estar todos.

- Si va Kagome, no irá Kikyo, y si va Kikyo, lo más seguro es que Kagome, para no molestar a su hermana, no irá. Pero yo los quiero a todos ahí. Es mi cumpleaños y mi tía me hará mi torta favorita, y quiero comer torta en mi cumpleaños con ellos. - susurré con tristeza.

Me quedé viendo hacia la nada hasta que un clic hizo en mi mente. Me levanté con decisión.

- Ni el joven Inuyasha, ni Kagome, ni Kikyo harán que mis niños se peleen por su culpa. Puedo soportar todo, pero menos que dañen a mis niños... Y también quiero comer torta.

Así que, con eso en mente, tomé un lápiz y un papel, anoté cuatro nombres y caminé hacia la salida. Me encontré con una maestra amiga mía y la saludé.

- Hola, Ayumi.

- Hola, Rin.

- Amiga, ¿te puedo pedir un favor?

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