𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐂𝐡𝐞𝐜𝐨 -𝘈𝘭𝘭𝘴 𝘣𝘺 𝘴𝘦𝘳𝘨𝘪𝘰

𝘊𝘩𝘦𝘴𝘵𝘢𝘱𝘱𝘦𝘯 1/?

Bienvenidos a un Chestappen, está vez sin terceros.

Fic omegaverse!

Disfrute la lectura.

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Cuando aceptó el trabajo lo primero que sintió fue alivio.

Un enorme sentimiento de paz y esperanza creció dentro de si, estaba muy contento con el hecho de que ahora podía darle una mejor vida a su pequeño hijo.
Oliver era su dulce bebé de dos años de edad, producto de su único y último matrimonio.

Cuando se divorció, todo su mundo se fue abajo.

Fue una decisión muy precipitada en aquel entonces, pues para un Omega como él, lo que aparentemente hizo Max, le dañó.
Y dice "aparentemente" porque realmente nunca le dió oportunidad al rubio de explicarse. Después de todo, ¿Qué tenía que decirle? Sergio era solo un trabajador más en dicha oficina, Max era un inversionista que estaba de paso, o bueno eso intentaba creer. Pues, su relación surgió de un posible rencor, ambos se veían como rivales dentro de la empresa de los Schumacher's, aunque desde un inicio fue claro que Max tenía la ventaja, el neerlandés era familiar cercano del matrimonio. Sergio solo era el secretario del patriarca de la familia, el señor Michael siempre fue amable con el desde la separación de sus padres.

Tal vez la supuesta "rivalidad" no fue más que una ridícula tensión que había entre dos jóvenes de veintitantos. Sergio tenía veinticuatro años en aquellos días, Verstappen tan solo era mayor que el por dos años. La manera en que terminaron juntos fue un tanto peculiar, pues ambos eran hombres orgullosos, a pesar de que Sergio era un Omega, tenía un carácter fuerte, desicivo y dominante. Max al ser alfa, era natural el sentimiento de poder, orgullo y dominio, por lo que era obvio que abría una brecha y tensión entre ellos. Tensión la cual terminaron por romper con una buena discusión que terminó con ellos dos en la cama del dichoso Sr. Verstappen.

El resto es historia, pero apartir de allí, su relación cambio para bien, aunque con el tiempo surgieron diferencias y inseguridades, más por parte del mexicano que del neerlandés.

Pero nadie podía culparlo, Sergio creció rodeado de desprecio hacia su casta, al igual que los constantes problemas en el matrimonio de sus padres, entre muchos otros factores que lo volvieron una persona franca, aparentando incluso ser un Alfa en vez de omega.

Así que, cuando vio a su esposo trabajando estrechamente con otro Omega cuya identidad nunca quiso conocer, fue la gota que derramó el vaso. Desató todas aquellas inseguridades y miedos que creía haber enterrado en lo más profundo de su ser, más sin embargo, lo guardo para si durante meses, donde soportó el tener que ver a su pareja convivir de maneras que definitivamente no desea recordar con ese Omega. Aunque nunca menciono nada, pues el sabía que era trabajo, Max desde un principio se lo recalcó, asegurándole que el proyecto sería perfecto con la ayuda del Joven Norris, un Omega que era muy bueno con los planos y con el mercado, le creyó.

Pero, no debió hacerlo.

Una tarde fue de imprevisto a la empresa de Max, que con años de esfuerzo había logrado construir y que fue un total éxito.
Esa tarde llegó con una sonrisa al lugar, siendo recibido con cariño en el edificio, caminó hasta donde se supone que estaría su marido, y cuando lo hizo, la imagen que vió le rompió el corazón.
Lando estaba con el, Max estaba totalmente concentrado en los planos de la mesa, estaba por entrar cuando sus ojos marrones chocaron con los cafés del otro Omega. El británico sonrío en cuanto lo vio, y casi de manera instantánea plantó un beso en la mejilla del neerlandés. Pérez abrió los ojos ante esa acción, Max ni si quiera reaccionó en el momento, se quedó inmóvil en su lugar, y las feromonas de incomodidad llenaron aquella sala.