𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐂𝐡𝐞𝐜𝐨 -𝘈𝘭𝘭𝘴 𝘣𝘺 𝘴𝘦𝘳𝘨𝘪𝘰

𝘚𝘦𝘣 𝘹 𝘊𝘩𝘦𝘤𝘰 1/2

Esta historia estará conectada a el primer One-shot que hice de ellos. Recalco que está será en pasado, probablemente en un futuro haga una continuación.

Sin más que comentar, disfrute la lectura!

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Han pasado tres meses después de lo sucedido en el salón. Y varias cosas cambiaron después de aquello, para suerte de Sergio todo a su favor.

El pecoso estaba más que feliz, se sentía en las nubes, bueno tal vez no tanto así, pero se sentía tan feliz que quería gritar y patalear en su habitación. Después de que Sebastián se enterará de que el era su admirador secreto, el bonito alfa no lo dejo en paz hasta que al fin tuvo el valor de dar la cara, pues se sentía avergonzado y tenía miedo de que lo rechazaran.

Aunque ese rechazo nunca llegó, y en su lugar el alfa se le pegó como chicle después de confirmar que definitivamente le gustaba. Sebastián vaya que tenía su lado dulce y romántico, pero había algo que una vez notó, más no dijo ni le mencionó nada a el alfa.

Checo hace un par de semanas atrás notó algo peculiar en el comportamiento del alemán. Cuando estaba con sus amigos, Sebastián siempre los observaba, fingía que no sabía que lo observaba, pero cada vez era un poco más difícil ocultar lo nervioso que le ponía su mirada. Esa mirada azul que parecía tornarse gris cuando estaba cerca de sus amigos alfas, o a veces incluso de betas, extrañamente no sucedía cuando estaba con omegas.

No quería aceptar que le causaba emoción que tal vez, Sebastián estaba un poco, un poquito, celoso. Se negaba rotundamente a aceptar eso.

¡Apenas llevaban unas semanas de relación!, Eso no sucedía, ¿verdad? Bueno el no sabe mucho de eso, es la primera vez que está en una relación, y se siente demasiado bien como para arruinarlo con esos pensamientos. Teme equivocarse y salir humillado por pensar cosas que al final no.

Aunque, Sebastián se ha esforzado en demostrarle que su relación no es un juego, ni mucho menos un pasatiempo. Y según a palabras propias del alfa, el era y será el único que tenga su interés y corazón. "Va para largo", fue lo que le dijo el rubio cuando le contó sobre sus inseguridades.

Se removió con una sonrisa en su rostro y chilló mientras se movía como loco en su nido. Si, había hecho un nido, y tenía algunas prendas del alfa. ¿Qué suerte no?
Hubiera seguido con su arranque de felicidad de no ser por los golpes en su puerta.

—Sergio, ¡Tus amigos ya vinieron por ti!— la voz de su madre se escuchó.

—¡Ya voy ma!— y rápidamente se levantó, colocándose la chamarra de su novio, había frío y el rubio le ofreció su sudadera anoche cuando regresaban juntos de cenar.

(Sebastián nunca volvería a ver esa sudadera)

Salió de su habitación y cerró con seguro la puerta, bajó por las escaleras rápido, dándole una fugaz y rápida despedida a su madre. Salió de su hogar, y corrió a subirse al automóvil rojo que estaba estacionado.

—Buenos días, Checo.— saludó el Omega monegasco, Charles.

—¡Buenos días, Charlie!— devolvió el saludo con entusiasmo.

—¿Buena noche?— encuestó burlón el alfa español, Carlos.

Las mejillas del pecoso se calentaron, y miro al alfa con irritación. Giró su vista y abrazó su mochila.