𝐒𝐰𝐞𝐞𝐭 𝐂𝐡𝐞𝐜𝐨 -𝘈𝘭𝘭𝘴 𝘣𝘺 𝘴𝘦𝘳𝘨𝘪𝘰

𝘎𝘦𝘰𝘳𝘨𝘦 𝘹 𝘊𝘩𝘦𝘤𝘰

Aquella noche, George se encontraba en su sala de estar , hablando con Sergio. Su adorable novio.
Ambos estaban planeando su próxima salida, tal vez por alguna plaza, o el caminar por el centro de Londres.

Estaban recostados en el amplió sillón del lugar, el británico levemente acostado en el sillón, y el pecoso sobre su regazo.
Ambos abrazos.

-Después podemos ir a cenar, Georgie? - encuestó el pecoso, sonriendo mimado, abrazándose aún más al cuerpo delgado del más alto.

George sonrió.
-Claro que si, Pequitas.- concedió, amoroso. El estaba igual de emocionado, hace mucho no salían, pues ambos estaban por terminar sus estudios y estaban un poco más ocupados que de costumbre, por ende no tenían mucho tiempo para salidas.
Añadiendo el hecho de que en ese lapso de tiempo, tuvieron que separarse, es decir, el británico tuvo que mudarse temporalmente con su compañero Lewis, por algún proyecto en el que ambos participaron juntos.

-Te extrañé.- se sincero el pecoso.

-Yo mucho más, cielo. Tanto tiempo separados fue un martirio.- confesó el británico, acariciando con cariño las mejillas salpicadas de pequeños lunarcitos en el rostro del tapatío.

Checo soltó una risita.
El corazón del británico se aceleró, amaba con todo su ser escuchar la risa del mexicano, todo de él le parecía simplemente encantador.

-Solo fueron dos semanas, tonto.- se burló, acercando su pequeño mano a la mejilla del más alto, apretándola con cariño.

George hizo una mueca.
-Duele!- se quejó.

-¡Eres un dramático, Russell!- exclamó divertido y burlesco el tapatío.

George frunció el ceño.
No era un secreto lo mucho que detestaba que el pecoso lo llamara por su apellido, solo le decía así cuando estaba molesto por algo, o cuando discutían por alguna situación del departamento.

Apretó levemente la delgada y fina cintura del mexicano, sin ejercer demasiada fuerza.
Checo soltó un suave chillido, sonrojándose.

- ¡George no hagas eso! - regañó, soltando inmediatamente la mejilla del británico, avergonzado y con sus mejillas pintadas de un suave carmesí.

George soltó una carcajada.

Él británico sonrió, causando que en su rostro se formarán unos perfectos hoyuelos.
Checo se quedó perdido ante la vista de su atractivo novio.
Siempre se preguntaba, ¿Cómo es que alguien como George se había fijado en el?.

George lo miro, confuso ante su silencio.
-¿Ocurre algo, cielo?- preguntó con un deje de preocupación.

Checo salió de su ensoñación, sonrojándose.
Negó con su cabeza, acercando uno de sus falajes a la cara del británico, dejándola especialmente sobre el hoyuelo izquierdo.

-Es solo que..- pauso brevemente, para presionar sobre la zona.
-Amo tus hoyuelos.- declaró.
Sonriendo en el proceso.

El británico ensanchó más su sonrisa, convirtiéndola en una coqueta con el pasar de los minutos.
-¿En serio?- encuestó.

-Mmnjhn..- aseguró el mexicano.
-También me gusta tu acento.- añadió sin tapujos.

Sergio adoraba como se oía su nombre con el típico acento británico del más alto.
También amaba y le enamoraba más - si es que eso se podía. - escuchar los bonitos apodos que el británico usaba en su persona.