Lo que la vida me robo

Capítulo 4

-Tengo esta lista disponible señor uchiha.

Tomé la hoja que orochimaru me estaba entregando, la lista está vez era demasiado pequeña a mi parecer.

-Se lo que está pensando, me tomé el trabajo de analizar a las mujeres antes para que esta vez sea más seguro.

-¿Me está diciendo que es una lista de mujeres compatibles conmigo?

Asintió serio, lei los nombres de las mujeres junto a la descripción y fotografías que normalmente incluía el formato, había de mucho por ver, de morenas a rubias, complexiones delgadas o poco robustas, las miré detenidamente hasta que mi atención paró en una, 32 años, castaña, era hermosa pero lo que realmente me atrajo a ella fueron sus ojos verdes.

Me decidí por ella, orochimaru busco su expediente apartandolo a un lado.

-Esta vez no quiero una cita previa, solo has los preparativos si acepta y avisame solo si hay buenas noticias.

Estaba harto de hacerme falsas esperanzas, orochimaru asintió.

Continue viendo la fotografia de la mujer aun indeciso, seguí analizando a las otras mujeres, cansado nuevamente miré a la mujer de ojos verdes.

-¿que piensas? Quieres intentar con alguna o... ¿Esperamos más tiempo?

Tiempo era el que no se detenía.

-¿Cuantas muestras quedan aún?

Orochimaru tomó mi expediente buscando como responder a mi pregunta, unos segundos después respondió.

-aun tienes 4 muestras más.

Chasquee la lengua al recordar que habia dejado 12 desde que empecé con esto, todas las demás habían fallado.
Pensé las cosas, de tantas utilizadas ninguna había funcionado antes nada me garantizará que esta fuera la excepción, miré nuevamente a la mujer de ojos verdes y me trajo a mis recuerdos a los de la chica de cabello rosado ... esperanza.

Me había dicho que no la perdiera.

-Sera mi ultimo intentó orochimaru.

Y lo seria, si esta ultima no funcionaba dejaria por la paz la idea de ser padre.

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Entre temerosa al lugar, no sabía que era lo que quería de mi pero el miedo no me dejaba vivir desde hace meses, me acerqué al crital que me dividía de la otra persona, esperé un par de minutos cuando entró.

El doctor kabuto se veía mal, su rostro demostraba lo enojado que estaba, cuando me miró mi cuerpo tembló.
Tomó el asiento y el teléfono para hablar conmigo, me señalo con la mirada que lo tomara y asi lo hice.

-Chiyo es un gusto verla.

Sus palabras me herizaron la piel, su voz sonaba aspera y con coraje contenido.

-Doctor ka...

-¡Calla!

Lo hice.

-¡No me llames asi! Ya no soy esa mierda todo por tu maldita culpa!
¡¿Sabes que haré?!

Negué llorando porque sabía lo que haría.

-¡Te delatare, si yo caigo tu tambien! ¡quien iba a pensar que el padre de esa estúpida chiquilla era abogado! ¡El me metió aqui!

Choco sus palmas en el cristal, un guardia se acercó apresurado para amenazarlo de quitarle el tiempo de visita, el muy desgraciado fingió disculparse.

-¡lo lamento kabuto! ¡yo nunca quise esto! ¡Porfavor no me delates!

No podia dejar de llorar, saqué un pañuelo de mi ropa para limpiar mi nariz.