Miré por tercera vez en los últimos cinco minutos mi reloj de pulsera, mamá caminaba de un lado a otro llamándolo por celular pero como era costumbre no contestaba.-Seguramente lo perdió de nuevo.
Tomé mis cosas apresurada, tenía que salir a buscarlos, era muy normal que mi padre siempre perdiera de vista a Daisuke, mi hijo tenía una naturaleza aventurera y no le costaba nada alejarse para descubrir lo que sea que le llamara la atención.
-le tienes poca fe a tu padre cariño, nunca a llegado sin el ¿cierto?
-No le daré la oportunidad de que lo cumpla algun día mamá, iré a buscarlos ahora mismo.
Mamá también tomó sus cosas siguiendome, aunque esto fuera muy normal, no me dejaba tranquila, siempre me ponía ansiosa y asustada pensando lo peor.
Muchas veces le dije a mi padre que jamás volvería a salir solo con Dai, pero cuando los dos pedían tiempo para ellos solos no podía negarme, gracias a eso siempre estaba con los nervios hasta la garganta.
Cuando salimos del elevador tomando camino a recepción miré a mi padre charlar con un hombre, me alteré al no ver a mi hijo, pero me tranquilice cuando mi padre hizo un movimiento hacia el lobby, ahí estaba mi bebé.
-Llegan tarde, les dije que llegaran a las 8 en punto.
Mamá lo regaño sin importarle el otro hombre, yo me dirigí a mi hijo observando que jugaba con conchas que había recolectado, mi susto y mi enojo se esfumó cambiando por una sonrisa cuando mi hijo me dio una concha hermosa.
-la miré y recorde tu bonito cabello mamá, es para ti.
Lo apachurre en mis brazos de lo encantador que era siempre, el se rio diciendo que no lo dejaba respirar.
Fue entonces que un carraspeo me hizo dejar de ver a mi hijo, frente a nosotros a unos cuantos pasos estaban mis padres discutiendo, pero el hombre que antes hablaba con mi padre nos prestaba atención a nosotros.
-¡El es sasuke mamá, el nos acompaño al abuelo y a mi a pescar!
Miré a mi hijo cuando dijo eso, sus mejillas se habían sonrojado y sus ojos brillan de felicidad. Se levantó tomando la mano del llamado sasuke cosa que me sorprendio ya que Dai siempre ha sido muy selectivo con las personas y lo acercó a nosotros.
-Veo que Daisuke hizo un nuevo amigo.
Mi hijo sonrio poniendo nuevamente su atención en las conchas.
-Un gusto soy sakura la madre de Dai.
Por cortesía le extendí mi mano el la tomó enseguida, su apretón de manos me hizo sentir extraña cuando no me soltó, aun no decia ninguna palabra, ¿acaso era mudo? Apenada por eso hice señas con mi otra mano tomandolo desprevenido.
Soltó una risa que juro me hizo vibrar por dentro, fue entonces que me dejo ir.
-Disculpame, puedo hablar.
Abochornada por lo que había pensado cruce mis brazos sobre mi pecho.
-sabes lenguaje de señas, eso me sorprende.
El solo sonrió de lado, pero asintió.
-Es muy útil, suelo trabajar con personas que lo necesitan por eso lose.
Eso me impresionó.
-Normalmente las personas no lo toman en cuenta, es importante para las personas que lo necesitan...
-Les facilitamos comunicarse.
Había terminado de decir lo que pensaba, tuve que cerrar mi boca de una, el notó su irrespetuoso actuar, cosa que me ocasionó una risa cuando lo notó.
ESTÁS LEYENDO
Lo que la vida me robo
RomanceEnterarme a mis 15 años que seria madre fue dificil de creer... mi primera reacción fue reir como loca ante esa incredulidad... ¡por dios! ¡aun era virgen! ! ni siquiera habia dado mi primer beso! para lo que el destino definitivamente no me preparo...