THE BOY IS MINE - Ariana Grande x Pen Badgley

14. EL DISCURSO

La plaza central de la ciudad estaba abarrotada de ciudadanos, todos atentos al discurso de Max.

La voz de Max resonaba fuerte y carismática, su presencia inspiradora aún más fuerte a medida que él se erigía como el salvador en medio del caos.

Pero en ese momento crucial, la voz de Peaches cortó el aire, resonando con una fuerza que hizo callar a la multitud.

Max se giró hacia ella, su rostro cambió sutilmente en una expresión de sorpresa antes de volver a su máscara de serenidad.

—Peaches, ¿qué es esto? —preguntó con una sonrisa condescendiente—. ¿Vienes a intentar redimirte por tus crímenes? ¿Vas a entregarte así de fácil ante todos?

La multitud murmuró, sus ojos alternando entre Peaches y Max.

Pero Peaches no estaba sola.

A su lado, Lila, los gatos mágicos y otros aliados del mundo mágico se alinearon en apoyo.

—No más mentiras, Max —dijo Lila, su voz era firme—. Tenemos pruebas de tus crímenes, de cómo manipulaste y traicionaste a la ciudad.

Peaches levantó la mano, revelando un cristal que contenía una proyección mágica.

Al activarlo, las imágenes de las atrocidades de Max se desplegaron ante la multitud: las ratas mutantes, los rituales oscuros, las conspiraciones. La verdad estaba al descubierto.

—¡Miren! —exclamó Peaches, sus ojos brillaban con lágrimas contenidas—. Este es el verdadero Max, el hombre que ha causado tanto sufrimiento y destrucción.

Él no es un salvador, es un tirano.

La multitud reaccionó con horror y rabia, los murmullos se convirtieron en gritos de indignación.

Max intentó mantener la compostura, pero el pánico era evidente en sus ojos.

—¡Esto es una farsa! —gritó Max, sus palabras estaban llenas de desesperación—. ¡No se dejen engañar por estas mentiras!

—¡Nos engañaste a todos! —gritó un hombre desde la multitud—. ¡Eras nuestro líder y nos traicionaste!

—¡Pensamos que nos protegías, pero eras el verdadero villano! —añadió una mujer, con sus ojos llenos de lágrimas.

Peaches, con una voz temblorosa pero firme, continuó:

—Max me hizo creer que quería lo mejor para la ciudad, me hizo confiar en él, incluso amarlo. Pero todo era una mentira. Manipuló a todos, utilizó la magia oscura para su propio beneficio, y ahora ha dejado a nuestra ciudad en ruinas.

Un niño pequeño, aferrado a la mano de su madre, miró a Peaches con ojos llenos de inocencia.

—¿Por qué hizo eso, Peaches? —preguntó el niño, su voz era apenas audible.

Peaches se agachó para estar a su altura, sus ojos llenos de tristeza y determinación.

—Porque algunas personas desean el poder a cualquier costo, pequeño. Pero siempre debemos luchar por la verdad y el bien, sin importar cuán difícil sea.

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Se detuvo un momento, reuniendo fuerzas antes de continuar.

—Cuando Max Starling se convirtió en alcalde, creí que sería el comienzo de una nueva era para todos nosotros. Prometió prosperidad, seguridad y justicia. Yo... yo también cometí un error. Le di una poción, una poción de amor, para fortalecer esa conexión que yo sentía que teníamos. Pensé que compartíamos un propósito común, que trabajaríamos juntos para hacer de esta ciudad un lugar mejor. Pero... me equivoqué.