RESTAURACION (Noa x Mae)

Hogar.

"𝑬𝒍 𝒉𝒐𝒈𝒂𝒓 𝒆𝒔 𝒆𝒍 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒆 𝒕𝒆𝒋𝒆𝒏 𝒍𝒐𝒔 𝒍𝒂𝒛𝒐𝒔 𝒎𝒂́𝒔 𝒇𝒖𝒆𝒓𝒕𝒆𝒔, 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒓𝒊𝒏𝒄𝒐́𝒏 𝒈𝒖𝒂𝒓𝒅𝒂 𝒖𝒏𝒂 𝒉𝒊𝒔𝒕𝒐𝒓𝒊𝒂 𝒚 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒔𝒊𝒆𝒎𝒑𝒓𝒆 𝒆𝒏𝒄𝒐𝒏𝒕𝒓𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒏𝒔𝒖𝒆𝒍𝒐 𝒚 𝒑𝒂𝒛."

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Se montaron en los caballos e iban a trote moderado, siguiendo los pasos de Noa, mismo que constantemente la miraba para asegurarse que iba bien.

      —Y ¿Si no les gusta la idea? —Elevó la voz para ser escuchada dudando en que su clan la aceptara.
      —Ellos son buenos... Te lo aseguró. Saben que es la compasión—Defendió a los suyos. —Aunque... Ganarse la confianza es algo que en cualquier circunstancia debe tomar esfuerzo...
      —¿Yo que hice para ganar la tuya?
      —Mmm dejar el arma fue un gran paso...

Ella asintió aunque no insistió por que él confío en ella mucho antes de eso.

El águila volaba sobre ellos, solo adelanto su vuelo cuando el hogar de los simios fue visible.

Los ojos de Mae se iluminaron, se vio sorprendida al ver cómo en tan poco tiempo había hecho crecer sus hogares, levantándo Torres construidas por ellos mismos como si fueran edificios rústicos, formados con gran simetría, adornado por el paisaje boscoso y aquella impresionante cascada que les proporcionaba el agua. Todo ese paraíso terrenal, con simios y maravillosas aves en los cielos. Si, era un paraíso.

No noto que se quedó atrás, siendo el caballo de Noa que se adelantaba, visto por los suyos.

      —Volvió... Volvió Noa — Con emoción dijeron corriendo a
é

l para recibirle. Le informaron de los jóvenes que buscaban, Soona y Anaya los habían encontrado, estaban sanos y listos con sus huevos de águila.
Hubo silencio cuando vieron el segundo caballo y a la humana sobre el. Habían rostros confundidos, no entendían que ocurría.

      —La encontre cuando seguí el rastro. La dejaron sola. —Mencionó y su madre fue la única que comenzó a acercarse.— La alimente y la invite a venir... Es peligroso afuera~~—Susurro aquello último para que solo ella escuchara. La simio miro a Mae que nerviosamente bajaba del caballo, reconoció la tela que llevaba, aquella que antes le perteneció. ¿Su hijo se la había dado?. Ahora entendía mejor la razón por la que su hijo se apartaba por las noches.
      —Llegan a tiempo para la cena. —Mencionó ella e hizo señal para que la siguieran, ordenando también al resto prepararse para ir a cenar todos mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte.
Los simios obedecieron, auque Noa espero y extendió la mano hacia Mae.
      —Muero de hambre. Seguro que tu también. ¿Vamos?

Se mantuvo a un par de metros de él, mirando su mano y negando levemente.

      —Hey —Noa se acercó a ella alcanzando su mano. —¿Qué pasa?
      —No... Soy como tu. No soy como ellos~~
      —Que bueno... Serias extraña llena de pelo no te imagino así. No serias buena simio.

Mae sonrió negando, suspirando con pesadez.
      —¿Estas seguro de esto? Es tu hogar... Puedo volver si no estás...
      —¿Quieres traicionarnos?
      —¿Qué? Claro que no...
      —Entonces no irá mal... Nos adaptaremos.

Había duda en ella pero Noa la atraía para ir tras el resto de los simios. Se reunieron en la fogata, alcanzando un poco de comida, esta vez Noa fue el que comió de modo apresurado, tenía más hambre ya que antes dio su comida a ella.

Hubieron susurros que alcanzó escuchar sobre ella, aun cuestionando su presencia pero estar sentada junto a Noa pareció protegerle de esos comentarios. Desde ese lugar logrover a todos, ver cómo convivían, como interactuaban, se divertían y reían, pudo ver cómo conversaban entre sí y por primera vez pudo ver cómo los simios habían evolucionado. No los miraba desde ese punto temeroso que siempre le enseñaron, por primera vez veía a todos como seres tan normales como ella, como las personas siendo solo el físico lo que los hacia diferentes. Lo que una vez fueron los humanos, ahora, eran ellos. Era su mundo ahora, uno que los humanos perdieron por un fatal error que no fue culpa de aquellos con los que comía, ellos solo existieron, solo se adaptaron a vivir al nuevo mundo.

Por primera vez, pudo ver que entregar a los simios por recuperar el pasado era igual de cruel. Había sido cruel.

.
.
.

En cierto momento todo término , fueron a sus respectivos hogares y aunque a Noa se le había asignado el piso superior de una construcción, al ser el nuevo lider, se quedó con ella guiandola a una pequeña choza;solía usarse para almacenar cosas, usando lo que encontró para hacer una cama improvisada para Mae, juntando algunas ramas sobre las que ella extendió el chal que usaba y dejaron una pequeña fogata para mantener el calor.
      —Si necesitas algo...
      —No te preocupes, estoy bien.—Mostró una sonrisa, acomodando sus pertenencias antes de sentarse al borde de la improvisada cama.
      —Si... —Noa miro el sitio, sintiendo que podía hacer más pero la sonrisa de Mae le hizo saber que no habían exigencias. —Nos vemos por la mañana. Te mostraremos como funcionan las cosas aquí.

Mae asintió en respuesta, viendo como se marchaba dejándola sola en aquel lugar y aunque una parte suya deseaba que se quedará como la noche anterior, no fue posible aunque... Ya tenía un hogar.