RESTAURACION (Noa x Mae)

Celos

"𝑷𝒆𝒓𝒕𝒆𝒏𝒆𝒄𝒆𝒓 𝒂 𝒖𝒏 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓 𝒂 𝒗𝒆𝒄𝒆𝒔 𝒆𝒙𝒊𝒈𝒆 𝒂𝒕𝒓𝒂𝒗𝒆𝒔𝒂𝒓 𝒎𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒅𝒆 𝒊𝒏𝒄𝒐𝒎𝒑𝒓𝒆𝒏𝒔𝒊𝒐́𝒏 𝒚 𝒆𝒔𝒄𝒂𝒍𝒂𝒓 𝒎𝒐𝒏𝒕𝒂𝒏̃𝒂𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒐𝒍𝒆𝒅𝒂𝒅... "

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Mientras comía escuchaba las historias de algunos, de como habían conseguido sus huevos de águila, una historia más dramática que otra, pero siempre manteniendo la armonía de la reunión, entre risas y bromas, uniéndose a ellos en algunas sin poder evitar la risa. Noa se mantuvo a su lado, siendo el quien le ofrecía alimento, pero prestando atención al resto. Junto a Mae, también estaba la madre del simio, atenta a lo que hacía el resto, calmando también cuando había pelea innecesaria. Mae noto lo mucho que la respetaban, no sólo era la madre de su líder, fue la compañera del anterior, la veían como una figura materna,algo que Mae tendria en cuenta .

      —Hola Eco. —Anaya la saludo cuando se acercó con Soona para sentarse cerca de ellos.
      —Hola... Puedes llamarme Mae. Es mi nombre. —Intento sonar amable y no en protesta.
      —Mae... —Repitió antes de comer más de pescado.
Miro a Soona sonriendole, algo que la simio respondió también. Era gentil como recordaba y se mantenía atenta a todo.
Mae se mantuvo un momento para ver a Noa y luego a Soona, recordaba lo que le había dicho sobre ella mientras planeaban su escape. Él no lo había negado.

¿Por qué pensaba en ello?
¿Por qué le importaba?

Noa, como si sintiera la mirada la observo , con confusión por la mirada perdida de ella.

      —¿Todo bien? —Le cuestionó y ella de inmediato sonrió y asintió fingiendo para no ser descubierta. Él no insistió pero supo que algo pasaba por aquella cabeza suya, estaba aprendiendo a conocerla.

Cuando terminaron de comer se incorporó el simio e invitó a Mae para seguirle, le quería mostrar todo el lugar. La llevo entre las construcciones, también hacia los árboles cercanos de donde conseguían frutos, otra zona destinada a lo que parecía un campo de entrenamiento donde las pequeñas Águilas y los simios entrenaban y comunicaban juntos. Mae siguió sus pasos, mostrando interés a todo, llegando al borde del río, viendo cercana la cascada que hacia aún más maravilloso aquel lugar.

      —¿Y llevan el agua desde ahí? ¿No es lejos?
      —Transportamos o venimos. —

Asintió y se adelantó un poco para inclinarse a lavar sus manos, aprovechando en lavar también su rostro;por el calor que comenzaba a hacer en aquel lugar era realmente perfecta para refrescarse. El simio aprovechó sentando bajo la sombra de un árbol.

      —¿Me dirás que pasa? -
      —¿Mmm? —Ella ya se estaba sacando las botas y doblando el pantalón para meter los pies al agua dando algunos pasos dentro de esta, sonriendo por la sensación fresca.
      —En la comida...
      —Nada.
      —¿Nada? ¿Aun tienes dudas de quedarte?
      —No... Solo...— Le dio la espalda caminando un poco más dentro del agua, ocultando de ese modo el rostro de él. —Cuando estés con Soona...
      —¿De que hablas? —Esta vez aún cuando estaba sentado se inclinó hacia enfrente.
      —Ya sabes. ¿No creara un lío que defiendas a una humana? Es raro, lo sabes.
      —Es mayor...
      —Si ya se lo mencionaste antes... No importa, mejor... Sigamos, de aquí ¿A donde vamos? ¿Tienen algún lugar donde ayudan a los más jóvenes a aprender cosas? Pensé que tal vez podía... Enseñarles algo. Aportar en algo con mi estancia aquí.
      —Pero el otro tema —Se incorporó de inmediato y camino hacia la orilla del río sin entrar solo mirándola. —Somos amigos...con Soona—No sabía por que sentía la imperiosa necesidad de explicar y no olvidarse del tema. Hubo un tiempo en que Soona ocupó un lugar más importante, no supo en que instante cambio de parecer, solo sabia que era una confidente, que sin ella y Anaya posiblemente su liderazgo no estuviera funcionando, ellos le animaban.
      —Es agradable, me sonrió un par de veces.
      —Pero no estoy con ella.
      —Deberías... Es leal, aun recuerdo como se arriesgo cuando se lo pediste. Deberías considerarla como... Ya sabes.
      —No.
      —¿Por qué no?
      —Es mayor.
      —Es una excusa estúpida.
      —¿Qué es estúpida?

Mae se quejó negando y reclamandose por soltar palabrotas que eran repetidas por él.

      —Solo... Solo ve con ella. Es de más ayuda yo... Puedo adaptarme aquí, puedo hacerlo sola.
      —Mae...
      —No... Es una tontería todo esto. Soy diferente a ustedes, yo ¿Cómo encajar aquí? Soy una humana —Había frustración, esa mente traicionera suya se había apoderado de ella como si fuera incapaz de callarla. —No se como pensé que era buena idea todo esto...
      —Mae
      —Y tu... Me muestras tu hogar y lo que hicieron allá con las Águilas, es tal vez lo más increíble que he visto en mi vida. No merezco todo esto, son demasiado ...buenos como para acogerme. Carajo, Noa, tu madre también, me diste algo de ella...
      —Mae.
      —No... No. No ,ya no me salves, no me salves. No necesito ser salvada.
      —¡Mae! —El grito de Noa la hizo callarse. Se quejó y entró al agua intentando alcanzarle más cuando ella dio un par de pasos hacia atrás, atrapando su muñeca para atraerle. —Yo necesito que estés aquí—

Algo que no espero escuchar de él fue lo que la paralizó por completo. Incluso él se sorprendió por lo que dijo. Estaban solos, solo ellos sin algo que les interrumpiera más que el sonido del agua de la cascada cercana al caer.
      —El solo hecho de dormir, solo pude hacerlo las últimas noches por que haz estado cerca, antes de eso no dejaba de pensar en donde podrás estar y ahora me dices que no puedes quedarte y que tengo que hacer no se que cosas con Soona.
      —Deberías... —Tiro de Mae y sin soltarle le tomó por la nuca atrayendole para unir la frente con la de ella. La joven, inmóvil cerro los ojos soltando un suspiro,deseando que ese instinto suyo la hiciera reaccionar.
      —No es lo que necesito... Ella no es lo que necesito~~~—susurro con los ojos también cerrados permaneciendo así con ella.
      —Yo tampoco soy lo que tu... Yo te abandone, en el búnker te deje, Casi mueres por mi culpa, tu clan casi lo hace también.
      —Ahogaste al ejército de Proximus. Pude vengar la muerte de mi padre y de Raka por eso. Si estaba molesto contigo, te dije que me dijeras la verdad que confiaras en mi, ¿Por qué no quieres hacerlo? ¿Por que no te das cuenta? Ellos no te van a abandonar, entienden que era el único modo de salir de ese lugar... Tu eres la única que no entiende.
      —Entiendo perfectamente.
      —No parece. No entiendes nada,no entiendes que puedes pertenecer aquí justo como César y Raka creían...como yo quiero. Carajo.

Tras la queja la líbero, no entendía, para el era algo difícil de entender ¿Por qué era tan dura consigo  ¿Por qué lo mandaba con Soona? Acaso... ¿No lograba ver que quería estar con ella?