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—¿De verdad eres la prometida de mi hijo? — la mujer chillo con emoción, mientras sonreía hacia Lisa, quien mantenía una sonrisa suave

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—¿De verdad eres la prometida de mi hijo? — la mujer chillo con emoción, mientras sonreía hacia Lisa, quien mantenía una sonrisa suave.

—Sí, señora Jeon — afirmo, ganándose un chillido de emoción de la mujer.

—Yah, ¿Por qué no nos dijiste antes sobre tu compromiso con esta cosita hermosa? — la señora Jeon le apretó suavemente la mejilla a Lisa, quien sonrió y se sonrojo un poco.

—Porque te ibas a poner como loca y no ibas a dejarme escapar de esta reunión — contesto Jeon, mirando sutilmente a Lisa, quien le sonrió de lado.

—Y no lograste escapar, tu padre hizo bien en amenazarte con quitarte la empresa, ¿Verdad cielo? — la mujer tomo la mano de su esposo, quien estaba encabezando aquella mesa y comía en silencio el filete junto a sus vegetales.

—Creo que usaré ese plan más veces — la señora Jeon rió, Jungkook rodó los ojos y corto su carne que estaba en el plato.

—Por cierto Nayeon, ¿Y tu esposo? — ante aquella pregunta, Jungkook detuvo sus movimientos y apretó los cubiertos.

—Namjoon está en la oficina, y el pequeño Gyuk, está en la guarderia — sonrió, mirando al hombre, quien asintió en comprensión.

La mesa se quedó en silencio en algunos minutos, en dónde sólo se escuchaban el choque de cubiertos con el cristal de los platos. Lisa comía bajo la mirada de Jeon, quien no lograba perder ningún detalle de sus movimientos.

Mientras que una tercera mirada, se posaba en ambos, primero en Jungkook, notando un brillo lleno de posesividad y crueldad, mientras que con Lisa, no era así, ella tenía una mirada llena de inocencia y miedo. Apretó sus labios, dejando marcar unos leves hoyuelos al costado de su boca y continúo comiendo como si nada.

Después de aquella comida basada en cortas pláticas y alguno que otro silencio cómodo; se marcharon a la sala, dónde la señora Jeon pidió un té para charlar un momento más.

Lisa se encontraba sentada a lado de la madre de Jungkook, quien no paraba de decirle lo bonita que era y lo parecido a una muñeca de porcelana, mientras que Jungkook, estaba en la cocina, bebiendo un vaso de agua y justo, Nayeon entraba a está.

—Es muy bonita — comento de repente, haciendo que Jungkook bajara el vaso de vidrio y lo posará en la encimera, ni siquiera sabía si podría girar su cabeza y mirarla. Sentía odio y asco.

—Es mejor que tú atacó — haciendo sonreír a Nayeon.

—Me siento curiosa al respecto — mencionó, tomando una manzana del cesto de frutas y admirandola, tratando de mantener su atención fuera de él. —No siento que tengas algo realmente con ella — confesó, haciendo que Jungkook apretara el vaso de vidrio y sus nudillos se pusieran blancos. —Quiero decir, no la miras como... — Nayeon giró su cabeza y lo miró con una pequeña sonrisa de lado. —Me mirabas a mí.

Jungkook giró la cabeza, sintiendo todo el odio llegar a él de repente, y cuando quiso gritarle todo lo que sentía por ella, un grito resonó por todo el lugar, siendo soltado desde la sala. Frunció su entrecejo preocupado y salió corriendo, dejando a Nayeon sola y con la palabra en la boca.

Corrió lo más rápido que pudo, hasta llegar a la sala, dónde se encontró con una Lisa tira en el piso, pálida y desmayada. Su madre estaba de rodillas en el limpio piso, mientras trataba de hacerla despertar. Una preocupación extrema se acumuló en el pecho de Jeon, haciéndolo correr hacia Lisa y echarse de rodillas, mirando con suma preocupación su rostro, el cual, mostraba marca de lágrimas secas.

—¿¡Qué le pasó!? — preguntó.

—R-Recibio una llamada y-y...empezó a llorar y d-después, se desmayó — su madre mantén una expresión asustada.

Una llamada.

Jungkook busco rápidamente con su mirada el teléfono de Lisa, el cuál estaba tirado por su pierna, lo tomó y lo reviso, notando una llamada en proceso, rápidamente se llevó el teléfono a la oreja y contesto.

—¿Quién habla?

—Hablamos de la instalaciones del asiló, le comentamos a la señorita Manoban, que desgraciadamente y llenos de pena, le avisamos que su abuela, Helen Manoban, se arrojo desde la ventana de su habitación. Lo siento mucho, desgraciadamente, falleció.

Jungkook abrió los ojos sorprendido y miró el rostro pálido de Lisa.

Y odio verla asi...tan enferma y triste.

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—LaOmmaChida💜💜✨✨✨

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»365 días de sadomasoquismo 🍷 +18 [ Lizkook ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora