El Efecto Mariposa.

Capítulo 2

La oficial Betzi hizo algunas anotaciones en su pequeña libreta.—¿Y después qué pasó?—Preguntó la oficial al terminar de escribir.

—Creek siempre fue buena manipulando a los demás. Nunca voy a comprender como tenía tanta facilidad para hacerte hacer lo que ella quisiese sin que nadie se diera cuenta.

Un tos fingida se escuchó en la habitación. Branch miraba al rey con una ceja alzada y Poppy no pudo evitar soltar una risa sofocada.

—Bueno.—Continuó diciendo el troll de color rosa.—Nadie excepto Branch, como dije antes y no me cansaré de repetir; ella siempre ha sido más lista que los demás.

—No es que sea lista, pero es que todos ustedes se niegan a creer que existe maldad en los demás.—Intervino Branch.

—En fin, como estaba diciendo; Creek siempre ha sido buena manipulando. Después de que la recibiera nuevamente en la villa comenzó a querer manipularme. Lo hizo de una manera tan disimulada que nunca noté sus verdaderas intenciones.

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Meses atrás:

Poppy caminaba tranquilamente alrededor de su reino. Se dirigía al bunker de Branch para pasar tiempo con la troll de color azul antes de que ella saliera a revisar las trampas que tenia a las afueras de la villa para protegerlos de depredadores.

A medio camino, el rey se encontró con Creek quien parecía estar triste y desanimada. Poppy quería ignorarla y seguir su camino a casa de su mejor amiga; sin embargo, como rey sabía que no podía hacerlo ya que tenía que asegurarse de que todos los trolls en la villa estuviesen felices o por lo menos ayudarlos a mejorar sus estados de ánimo.

—¿Estás bien Creek?

La troll morada vio a Poppy sorprendida, como si no hubiese esperado que su existencia fuese a ser notada. Creek se encogió de hombros a la vez que soltaba un suspiro.

—Honestamente, he estado mejor.

—¿Puedo ayudarte de alguna forma?—Indagó Poppy tratando de ser buen rey.

—Podrías acompañarme a tomar un batido, así podría hablarte de lo que me tiene tan mal.

—Creek, no creo que sea posible. En realidad yo...

—El hablarte de mis problemas mientras tomamos un batido me ayudaría demasiado a sentirme mejor.—Dijo ella viendo al rey con ojos de cachorro.

Poppy soltó un suspiró pero asintió con la cabeza. Después le explicaría a Branch lo ocurrido, quizás se molestaría un poco con él pero sabía que la troll era muy comprensiva con las obligaciones que Poppy tenía como rey del pop.

Caminaron de vuelta a la aldea en silencio. Al llegar al puesto de batidos y comprar cada quien lo suyo, ambos trolls se sentaron en una mesa.

—Creek ¿Vas a contarme que es lo que te molesta?—Preguntó Poppy, con esperanza de que pudiese encontrar una rápida solución al problema para pasar aunque sea un poco de tiempo con Branch.

—Nadie me quiere, Poppy.—Respondió Creek haciendo un puchero y con lagrimas acumulandose en sus ojos.—Creo que eres el único que me ha perdonado.

—Creek, no puedes regresar y esperar que todos te reciban con los brazos abiertos. Recuerda que nos vendiste a los Bertenos.

—Y yo ya te explique el porqué lo hice.

—Sí, pero eso no significa que los demás vayan a ser igual de comprensibles que yo. Tienes que demostrarle a todos que de verdad te sientes arrepentida de tus acciones para que puedan perdonarte y quizás con el tiempo volver a confiar en ti.