6. El pasado... 📖

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Las últimas semanas habían estado bastante agitadas, habían viajado a Japón por un concierto con más compañeros de la empresa, habían viajado a pueblos cercanos a grabar las partes restantes de la serie y ahora estaban a días del LOL. Phuwin era quien estaba más estresado, porque también estaba grabando para otra serie más y en eventos, entrevistas y terminando su tesis, por lo que, Pond había intentado no molestarlo mucho, y guardarse sus dramas de los fanfics para sí mismo. Pero a pesar de ello, se notaba que Phuwin estaba de un humor de perros.

Cada vez que se equivocaba en alguna nota al cantar, o algún movimiento, Phuwin lo hacía repetir todo desde el inicio con una mirada filosa, y Pond no podía hacer más que ceder. Mirándolo suplicante para que no se desquitara con él, pero a Phuwin no le importaba de a mucho, incluso había discutido con las estilistas y con el mánager, así que estaba muy indispuesto, y Pond no podía esperar más que uno que otro insulto, y cara de pocos amigos, que el intentaba suavizar con su brillante sonrisa que Phuwin lógicamente no le devolvía.

Durante el descanso de 15 minutos que tenían, Pond meditó que era lo mejor que podía hacer para hacerlo sentir mejor y aligerar los ánimos, Phuwin estaba en una esquina echando humo por las orejas y refunfuñando maldiciones contra su celular, sentir esa mala vibra rodeándolo le ponía demasiado nervioso, una vez en el pasado había dejado de hablarle por un mes porque tenía problemas que nunca le quiso mencionar, Phuwin solía lidiar con todo por su cuenta, incluso si eso implicaba alejarse de las personas y cerrarse en su burbuja.

Soltando un largo respiro, el mayor salió de la estancia, caminó hasta la cafetería y compró una bebidas heladas, no era mucho, pero al menos era un inicio, cuando Phuwin comía era feliz, cuando Phuwin dormía también era feliz, incluso cuando le dejaba descansar sobre su hombro el menor estaba en absoluta paz, así que con esas dos cosas en la cabeza, sin más regreso a paso rápido, encontrándose con Phuwin sentado en el suelo con sus ojos en el celular todavía, ni se molestó en levantar la mirada, ni siquiera cuando se sentó a su lado.

—Para ti —susurró Pond, poniéndole la botella helada en el cuello, causando que Phuwin lo fulminara con su mirada. Al principio estaba pensando en insultarlo, pero al ver esa expresión preocupada y su ligera sonrisa tierna, Phuwin se limitó a tomar lo que le ofrecía.

—Gracias.

Phuwin abrió la botella, y bebió unos cuantos sorbos, absorto en sus pensamientos jugueteo con la tapa entre sus dedos, a medida que sentía la mirada de Pond sobre cada uno de sus movimientos.

—¿Por qué estás tan indispuesto hoy?

—Es una tontería.

—Puedes quejarte, te apoyaré.

Phuwin respiro profundamente, conteniendo el aliento en sus pulmones, y rodeando sus piernas con sus brazos dejo escapar el aire lentamente—: Hay rumores por TikTok, están sacando temas de mi pasado y me están inventando una nueva novia que ni siquiera tengo... Algunas personas se creen los dueños de mi vida y otros mis amigos cercanos para opinar a diestra y siniestra... ¿Es tan difícil dejarme tranquilo? A veces solo quisiera escribir en mis cuentas personales todo lo que estoy pensando, así más de una persona se vaya del fandom, no me importa, solo quiero ser libre de esta situación.

—No aclares que oscurece —soltó Pond, ganándose con ello la mirada asesina de Phuwin—. Simplemente ignóralos, tu vida es privada, no tienes que rendirle cuentas a nadie, tú solo enfócate en dar la mejor imagen, si no estas con nadie, que sigan inventando novias, ¿qué importa? Además, el pasado de todos no es el mejor, pero nuestro presente es grandioso, hemos crecido y aprendido muchas cosas, cuando somos jóvenes no conocemos la realidad, y ahora que hemos pasado por tantas cosas somos más consientes, y empáticos. No te sientas mal, nadie puede juzgar tu pasado, ni tus decisiones más que tú mismo, porque eres el único que conoce lo que ha vivido y lo que quiere.

—Gracias por todo, Pond —suspiró el más bajo, reposando su cabeza en el hombro de Pond, quien lo observó con una pequeña sonrisa, antes de plantarle un suave beso en su cabellera oscura, y Phuwin a pesar de sentir cada una de sus acciones, no se movió, se dejó mimar porque lo necesitaba.

—Estarás bien, se les olvidará con el tiempo...

Phuwin asintió sin alejarse ni un centímetro, Pond lo rodeó con sus brazos cálidos y se mantuvieron así un largo rato, compartiendo de su cercanía sin decirse nada más, a nadie realmente le importaba mucho de lo que estuvieran haciendo, cada persona del staff estaba ocupada en su trabajo, así que, se sentía como si ambos fueran ajenos, solitarios en el basto mundo, una sola unidad entrelazada en un minúsculo segundo. Donde Phuwin dejó que sus ojos se posaran en la barbilla de Pond, y este le sonreía, sus ojos se conectaron unos breves instantes, y por primera vez en mucho tiempo, Pond tuvo un pensamiento que sabia era incorrecto, si la vida fuera un fanfic, y ellos dos los protagonistas, le robaría un beso, porque eso era lo único que quería en esos momentos, sentir su boca ya conocida, contra la suya. Quería descubrir que se sentía besar a Phuwin fuera de las cámaras, y los directores que le indicaban que movimiento hacer, quería indagar como seria un beso natural entre ellos dos, un beso real.

Pero Pond no se animó a seguir esos deseos, a duras penas su rostro se sonrojó, y Phuwin frunció el ceño porque seguramente algo se le había cruzado por la cabeza, y no era nada bueno, por lo que se alejó de golpe, justo cuando el teléfono de Pond comenzó a sonar como loco en el bolsillo de su pantalón. Pond lo sacó con sus manos temblorosas, y al ver la persona que lo llamaba, se quedó petrificado.

Llamada entrante de Jenn... Su exnovia. La cual era muy insistente, porque a pesar de que él no la rechazaba, ni le contestaba, continúo llamando unas tres veces más donde Pond a duras penas respiraba, porque su mente estaba hecha un caos.

—¿No vas a contestar? —preguntó Phuwin confundido, mirando la pantalla del teléfono ajeno y luego la cara pálida de Pond.

—No, es Jenn... —masculló apagando la pantalla, pero de inmediato esta empezó a alumbrar con montones de mensajes, que leyó sin desbloquearlo—. Quiere que hablemos, pero no hay nada de qué hablar. Quedó muy claro que no le era suficiente una relación conmigo.

Phuwin lo miró dudoso, porque una parte muy profunda de Pond parecía como si le perturbara ese asunto, como si Jenn aun no fuera un tema sanado, y eso sinceramente, aunque no era su problema, le disgustaba un poco. Habían terminado hacia más de 6 meses, ya debía ser agua pasada, él no se demoraba mucho en superar a sus exparejas, quizás era porque no las quería tanto como pensaba, o porque su vida era tan ajetreada que no tenia tiempo ni para deprimirse, y llorar. Pero Pond, aun estaba estancado, y Phuwin era pésimo consolando a la gente, quizás porque no entendía esas cosas, no entendía el aferrarse a una persona que te ha lastimado tras tanto tiempo.

—Algún día, tú y yo encontraremos a la persona indicada —fue lo único que se le ocurrió decirle, y Pond lo miró de sopetón con una de sus cejas levantadas, antes de romper a reír, causando que Phuwin se avergonzara de sus propias palabras.

—¿Y si tú eres mi persona ideal? —preguntó Pond entre risas, causando que Phuwin le propinara un puñetazo en el hombro, pero no suficiente con ello, Pond le robó un fugaz beso en la mejilla, dejándolo nublado, antes de salir corriendo a la otra esquina de la estancia.

—¡Ven aquí, Naravit! —gruñó Phuwin levantándose con agilidad, para ir tras el más alto, quien solo se reía de él y le sacaba la lengua—. ¡Voy a hacerte entrar en razón a punta de golpes!

—Puedo defenderme, voy a hacerte cosquillas.

Phuwin lo atrapó con rapidez, saltando a su espalda cual gato salvaje, y Pond comenzó a hacerle cosquillas en sus costados, forcejeando, girando sobre su propio eje, y sin poder apartar las manos del cuerpo del otro, se miraban entre jadeos y risas tontas, como si la vida dependiera de ello, como si estar juntos fuera mágico, porque así se sentía al menos para Pond.

¿Qué pasaría si ambos fueran la persona indicada del otro? ¿Eso estaría mal? Para Pond la simple idea le erizo la piel, y una gran sonrisa se plantó en su rostro mientras corrían de un lado a otro, y cuando abrazó a Phuwin sintiendo su pequeña cintura, finalmente el menor le mostró esa bonita sonrisa que tanto le encantaba últimamente. ¿Y si los fanfics se hacían realidad? ¿y si sus fantasías disparadas podían ser acertadas? Definitivamente, Pond tomaría la oportunidad y la aprovecharía al máximo, porque cuando estaba con Phuwin se sentía diferente y nadie nunca había logrado algo así en él. 

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ADDICTED 📖 PONDPHUWIN 📖 +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora