Plumerias - SuperCorp (Traducción)

Encantador

Entonces Kara descubre que necesita ayuda....

¿No es encantador?

todo solo...

Kara abrió lentamente los ojos y el dolor sordo en su pecho le recordó la dolorosa verdad que estaba enfrentando. Se sentó en el sofá y su entorno se enfocó cuando se dio cuenta de dónde estaba. Su apartamento. Solo.

Los recuerdos de la noche anterior volvieron a inundarla: los ataques de tos, los mareos y la abrumadora sensación de pánico mientras luchaba por recuperar el aliento. Y luego, oscuridad.

Tentativamente se tocó el pecho, sintiendo la opresión que aún persistía allí. Las lágrimas brotaron de sus ojos al aceptar la realidad de su situación. Tenía la enfermedad de Hanahaki, la manifestación física de su amor no correspondido por... ella .

"No puedo... yo-... oh Rao..." susurró Kara para sí misma, su voz frágil y llena de emoción. Sintió una mezcla de confusión y miedo arremolinándose en su interior, sin saber cómo navegar en la maraña de emociones que la habían llevado a este punto.

Corazón hecho de vidrio

mi mente de piedra...

Kara respiró hondo y trató de estabilizarse. Sabía que no podía ignorar esto por más tiempo. Pero al final… ¿qué opciones tiene ella? Lena, oh, su increíble Lena la odia.

Kara se quedó mirando los vibrantes pétalos de las flores que había sobre su mesita de noche, cada flor era un doloroso recordatorio de la verdad que estaba desesperada por negar. Las delicadas flores, que alguna vez fueron un símbolo de amor no correspondido, ahora sirvieron como un cruel testimonio de su agitación interna y sus emociones no expresadas.

Pero ahora, mientras contemplaba las flores que brotaban de su propia desesperación, Kara ya no podía negar la verdad que amenazaba con consumirla. Las emociones que había reprimido durante tanto tiempo, los sentimientos que había mantenido ocultos bajo una fachada de fuerza e independencia, finalmente habían salido a la luz, dejándola vulnerable y expuesta a su paso.

la profundidad de su anhelo y la intensidad de su amor. En ese momento de cruda vulnerabilidad.

Hazme pedazos

piel y hueso...

Kara lo sabía: había amado a Lena desde el primer momento en que la vio.

Kara sintió el agudo arrepentimiento atravesar su alma. ¿Cómo se había permitido enamorarse tan profunda e irrevocablemente de Lena Luthor, una mujer cuya sola presencia calentaba su corazón y destrozaba su alma?

Desde el momento en que vio a Lena, se sintió cautivada, hechizada, consumida por emociones que durante mucho tiempo había tratado de enterrar bajo una fachada de fuerza y ​​​​estoicismo.

Pero ahora, cuando la verdad se le ocurrió con una finalidad aplastante, Kara sintió que la enfermedad hanahaki apretaba más su frágil corazón, retorciéndose y girando como espinas en su pecho. Cada respiración entrecortada que tomaba era un doloroso recordatorio del amor no correspondido que había florecido dentro de ella, negándose a marchitarse o desvanecerse.

Hola...

Bienvenido a casa.