Miraba atentamente como el rubio era tratado por un señor de túnica blanca al igual que sus escasos cabellos, un rostro amable adornado con unos lentes. Había llegado hace minutos a su casa, tras llamarlo una hora antes, era un médico privado, al único que iba.—¿Como se encuentra?
—No es nada, se pondrá bien. —Cerró el maletín dónde portaba sus herramientas. Tras revisar la herida del rubio no vio nada fuera de lo normal. —Échele esta crema dos veces al día, por la noche y por la mañana, durante dos semanas.—De acuerdo. —Dijo tomando la crema viendo esta para luego pasar una mirada pasajera por aquellos zafiros cansados.
—¿Puedo hacerle una pregunta?
—Claro.El médico junto al pelinegro se apartaron un poco del menor, podía notarse una pequeña preocupación en el rostro del médico.
—¿Como se hizo la herida? ¿Ha pasado algo que yo deba saber?
Dicha cuestión lo tomo por sorpresa, no sabría como responder, la situación era algo estúpida, pero seguía siendo él quien lo había dañado. Nuevamente su mirada fue hasta el ojiazul reposado sobre el sofá que los observaba de manera curiosa.
—Digamos [...] que lo golpeé sin querer.
—Ya veo, sin querer. Tenga mucho más cuidado la próxima vez, va estar un tiempo con esa marca adornando su ojo.Otra vez ese sentimiento lo inunda por dentro. La culpabilidad se adueña de su ser al recordar el chillido de dolor que soltó el menor, y ahora las palabras del canoso hombre solo aumentaron ese sufrimiento en su interior que era más que merecido, o hacía lo creía. A la vez creaba muchas mas dudas sobre otro sentimiento que poco a poco iba creciendo inconscientemente, si se preocupaba tanto por el menor en algo tan pequeño como una simple herida, que significaba.
Te estas encariñando con él.
—De acuerdo.
[...]
—¿Quieres ir a ver a tu hermano?
Luego de que el señor abandonará el lugar habían quedado ambos hombres en un ambiente un poco tenso. Sus palabras eran cortas y simples, al igual que sus rápidas miradas con miedo del contacto visual.
—Aun falta para el fin de semana.
—Lo sé, pero sigo sintiéndome mal por lo que te hice, chorbo. Quiero hacer algo por ti [...] si deseas quédate el resto de la semana libre, te pagaré igual.A medida que oía sus palabras su sonrisa iba creciendo y sus ojos se iluminaban como un foco de luz. Dentro de sí mismo rebosaban las ganas de saltar a abrazarlo hasta que se cansará, pero su sonrisa se fue en cuanto se le paso otra cosa por mente.
—Es fantástico, pero joder, Freddy, no es necesario puedo trabajar igual.
—Ya [...] pero tú no tenías la culpa de mis problemas y saliste herido, acéptalo, anda rubia de bote.A pesar del poco tiempo que había pasado junto al azabache, en un principio creía que sería como mayormente suele ser la gente en relaciones. Él se imaginaba una escena apasionada de amor salvaje y lujuria, pero solo recibía lo contrario, momentos tiernos, que aunque no tenía porque ser amor, se sentía así. Mirarlo a los ojos durante una hora y sentirse como un segundo, y nuevamente aunque este quisiera mantener esa careta de hombre inexpugnable, parecía que se derretía con él y sacaba una parte suya protectora. Si seguía así comenzaría ha hacerse historias en la cabeza que luego le dolerán, porque claro le esta que nunca estará junto al pelinegro.
—Esta bien, pero.
—¿Pero?
—Tú te vienes conmigo.Como negarle algo, cuando de quien se trata es de un mismísimo ángel, tan hermoso que dolía recordar el porque estaba junto a él.
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Freddytabo | 𝐄𝐥 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐠𝐫𝐨.
Fanfiction౨⋆ ๋࣭ ⭑ ⩇⩇:⩇⩇ ⋆ ˚ 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐩𝐜𝐢𝐨́𝐧 ⋆‧₊˚✧[♟️]✧˚₊‧ AU ──★ ˙ ̟💣!! Freddy Trucazo, uno de los hombres mas poderosos de la ciudad de Londres, conocido por ser un gran investigador privado, famoso entre la mujeres y bueno en su "trabajo". Un ho...