Would you give yoursell to me?...

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Advertencia: Este capítulo incluye un lenguaje considerablemente más explícito en comparación con los anteriores. Contendrá contenido algo más fuerte. Lean bajo su propia responsabilidad, que luego no me echen la culpa, eh 🎀


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𝓟ᥲr𝗍ᥱ 1/2








Eran las ocho y cincuenta de la noche. El rubio, junto a su hermano, se encontraba preparando la cena mientras el hermano menor continuaba estudiando. En la sala, apartado de todo, estaba Trucazo, entretenido observando unas cuantas cosas, cuando de pronto se le ocurrió algo.

—¡Freddy! ¿Me haces un favor? —gritó el ojiazul desde la cocina, esperando escuchar una respuesta, la cual no tardó en llegar.

—Sí, dime.

—¿Podrías traerme las gafas de vista? Están en mi cuarto, arriba a la derecha.

—Claro —respondió Freddy con una sonrisa, siguiendo las indicaciones del menor mientras caminaba hacia la parte de arriba. A pesar de ser una casa pequeña, tenía bastantes habitaciones, todas bien distribuidas. Llegó hasta la pequeña habitación, abandonada durante días, y en pocos segundos encontró las gafas sobre un escritorio de madera. Sin embargo, no volvió tan rápido abajo. Se detuvo a observar la habitación, revisándola de arriba a abajo. A pesar de sus sentimientos, no olvidaba su "misión". Estaba a punto de salir del lugar cuando tropezó con lo que parecía ser una caja llena de ropa. No dudó en abrirla y observar los ropajes detalladamente, notando lo coloridos que eran, exactamente como los de un payaso.

Su vista bajó levemente, y por unos segundos, se perdió en el desconcierto. Observaba la ropa de payaso con una mezcla de incredulidad y temor. Una capa de dudas y sospechas se añadía a la compleja maraña de emociones que lo mantenía al borde. Sabía perfectamente lo que estos hallazgos podían significar. ¿Podría Gustabo llegar a ser de verdad el asesino?

El pulso se le aceleró, y por un momento, pensó en tomar la caja y llevarla consigo y entregarla como prueba a Conway. Sin embargo, algo lo frenó. ¿Estaba dispuesto a traicionar su misión por proteger a alguien que, por lo que indicaban las evidencias, podía estar involucrado en algo oscuro? No estaba seguro. Mientras las ideas se agolpaban en su mente, el llamado de García desde abajo lo sacó bruscamente de sus pensamientos.

—¡Señor! ¿Ya?

Trucazo dejó las cosas como estaban, con un nudo en la garganta, y se apresuró a salir de la habitación. Bajó las escaleras con una sensación de pesadez, como si cada paso que daba lo alejara de la objetividad que debía mantener en su trabajo. Mientras descendía, no podía dejar de pensar en la caja y en lo que significaba, y lo que haría al respecto.

Su actitud había cambiado notoriamente, se acercó a paso lento al rubio entregándole las dichas gafas, recibiendo un gracias por su parte, pero no fue lo único, pues este noto algo raro en él. --¿Sucede algo, Freddy?

Freddy levantó la mirada, y sus ojos se encontraron con los perlas de su interlocutor. La expresión de su rostro era un retrato de confusión y aprensión. Se quedó atónito, incapaz de encontrar las palabras correctas. Sus ojos, reflejando un temor profundo, y el temblor en sus manos, solo acentuaban su estado de nerviosismo.

—¿Está bien? —insistió el rubio, su voz llena de una genuina preocupación.

Freddy trató de articular una respuesta, pero el peso de la situación parecía inmovilizarlo. La visión de la ropa de payaso, junto con el conflicto emocional que sentía por él, lo mantenía en un estado de parálisis.

Finalmente, logró tranquilizarse parando el temblor en sus manos y mirar al menor fríamente como solía hacer. —No me pasa nada, estoy bien, tranquilo, "pituquiño".

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⏰ Última actualización: Sep 08 ⏰

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Freddytabo | 𝐄𝐥 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐝𝐞 𝐧𝐞𝐠𝐫𝐨.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora